Un descuido defensivo y un golazo de Josiel Núñez resumieron el peligro de Panamá, que ganó 2-1 a la Selección de Futbol porque capitalizó opciones, no por ser superior. Nicaragua volvió a pararse de tú a tú a otro gran adversario —primero fue contra Honduras— y cayó por detalles del juego que irá superando en la medida que siga teniendo duelos exigentes a nivel internacional.
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En un tiro libre, dos defensores no alcanzaron a interceptar el balón y Roderick Miller (8’) se tropezó con el esférico en el área para marcar, casi a placer, el primer gol de los canaleros en la Copa Centroamericana. Un gran recurso de Núñez (12’) propició el 2-0; en proyección ofensiva el esférico se le quedó atrás y cuando regresó a recuperarlo ejecutó el disparo que hizo una curva imposible para el portero Diédrich Téllez. Un golazo.
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Nicaragua reaccionó con futbol. El descuento fue por una jugada elaborada. En un tiro libre sacado en corto, Daniel Cadena recepcionó el esférico, levantó la cabeza y miró el desmarque al espacio de Bryan García (30’). El granadino controló con el pecho y definió de pierna derecha por encima del arquero Calderón, quien salió a cerrar el espacio.
Lucha de principio a fin
Sin el dominio del esférico y con Nicaragua hacia adelante, Villarreal (51’) tuvo la oportunidad de sentenciar el partido, pero su remate se estrelló en el paral. Elvis Pinell se encontró con el empate, tras un fuerte disparo de Jaime Moreno (67’) que rechazó el arquero.
El resultado es lo que al final importa, sin embargo lo mostrado anoche reafirma una discutible evolución del futbol nicaragüense. La tropa que dirige Henry Duarte sorprendió con la propuesta reflejada en el buen criterio para jugar, la posesión del balón —tuvo 48 por ciento— y las llegadas constantes.
Este 2-1 no se parece a otros en los cuales todo el equipo estaba atrás defendiendo y el portero era protagonista. No. Nicaragua presiona, arrebata y propone.
