La policía costarricense encontró este jueves a cinco jóvenes degollados, uno de ellos nicaragüense, en una vivienda usada por estudiantes en Liberia, ciudad de Guanacaste, provincia al norte de Costa Rica y fronteriza con Nicaragua.
El nicaragüense fue identificado como Ariel Antonio Vargas Condega, de 24 años. Vargas tenía la nacionalidad costarricense.
El resto de víctimas fueron identificados, como Joseph Briones, de 22 años, Dayana Martínez Romero, de 24 años, Stephanie Hernández García (edad aún sin determinar), e Ingrid Méndez Serrano (edad aún sin determinar), todos estudiantes de la Universidad de Costa Rica y oriundos de la localidad de Upala (zona norte).
También dentro de las víctimas hay una menor de 14 años, identificada como Nayeli Yessenia Hernández Vargas, que se encuentra grave en un hospital con heridas en el cuello. La menor, que era estudiante de séptimo año y prima de Stephanni Hernández, una de las fallecidas, estaba visitando la zona y se preparaba para realizar unos exámenes que tenía en el colegio.”Ella (Nayeli Hernández) recibió las heridas en la habitación, pero hizo un intento de salir y por eso hay unas huellas de arrastres que nos permite establecer que hizo un esfuerzo para tratar de salir y pedir ayuda”, afirmó el director del OIJ. Nayeli Hernández está custodiada en el hospital de la zona.
Sin sospechosos
El OIJ detalló al diario costarricense La Nación que los cinco cuerpos fueron encontrados en uno de los cuartos de la vivienda donde tres de ellos alquilaban, ubicada en el barrio La Victoria, atados de pies y manos, pero no han dado con el móvil de esta masacre y carecen de sospechosos.
“Aun no hemos logrado establecer el móvil, estamos en una fase muy preliminar, que no nos permite afirmar cómo se dio el suceso. No sabemos cuántas personas participaron, cuántas armas se utilizaron o cuál fue el orden en que se dieron los hechos”, explicó en conferencia de prensa el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Walter Espinoza.
Según las autoridades, es una “escena impactante y lamentable con un área ensangrentada”. En el sitio del suceso, se encuentra un equipo de trabajo interdisciplinario, que fue desplazado vía aérea, que permitirá obtener más datos e hipótesis razonables y fuertes para orientar el caso”, expresó Espinoza.
“De acuerdo con la visualización inicial, localizamos los cuerpos dentro de la misma habitación tres de ellos en el suelo y dos en una de las camas. Podemos confirmar que los homicidios fueron perpetrados con arma blanca, estaban amordazados con trozos de tela y también atados en las extremidades superiores e inferiores”, dijo el funcionario.
El director del OIJ indicó que las heridas fueron perpetradas con un cuchillo, sin embargo, todavía no han podido ubicar ningún arma de esa naturaleza.
“Tenemos que ahondar en un caso tan complejo como este, que tiene la particularidad de que es el homicidio masivo más importante de este año y nos pone en una situación social difícil y evidentemente también desde el punto de vista criminal”, aseveró Espinoza.
Refuerzan fronteras
Por ser una zona fronteriza con Nicaragua, las autoridades han mandado a reforzar el área ante la posibilidad que el o los autores de este crimen intenten huir del país.
“Ni es asalto, ni es venganza. No robaron nada. Son jóvenes que no están involucrados absolutamente en nada por lo menos no tenemos noticias por lo que nos dicen los vecinos (…) gente que no hacía fiestas, no hace escándalos. Entra en la casa cuando vienen de la universidad, que no salen y ahora andaban en curso de verano”, dijo el Fiscal Adjunto de Liberia, Ricardo Quirós Vargas a La Nación.