Ricardo “El Matador” Mayorga llegó tarde a la conferencia en la que se hablaba de él. Apareció vistiendo una camisa roja de mangas largas y raramente no se mostró tan explosivo en su hablar como en el pasado, en el que con exagerada verborrea les restaba crédito a sus rivales.
El Mayorga que la prensa vio este jueves en Managua lucía apagado, algo distraído, movido más por la inercia de su cuerpo que por voluntad propia.
Rosendo Álvarez, quien pasó de los golpes a promover boxeadores, anunció para el 1 de abril el regreso —sin rival definido— del hombre que llegó a estremecer el orbe del boxeo con sus actuaciones espontáneas, alocadas e irrespetuosas, además sorprendió su sobrada valentía.
Ahora Mayorga quiere volver a sus 44 años. Dice que regresa no porque tenga necesidad de dinero, sino por honor. Su deseo es darle a su hijo más pequeño un título del mundo y en esta entrevista se mostró agradecido por las manos que se tienden para ayudarlo.
¿Está interesado en poner de su parte para regresar?
Sí, claro, claro que sí. Tengo mucha confianza en mí y hay gente que me está echando una mano.
¿Qué lo motiva a volver?
Mi familia. Tengo diez hijos, pero solo tengo dos hijos en mi poder, los dos más pequeños. Ayer cumplió cinco años uno, hace unos cinco días cumplió años el otro, ellos me motivan y mi mamá y mi esposa también. Ellos siempre me están diciendo que pelee, me apoyan de verdad.
¿Qué tan cerca está “El Matador” del gimnasio?
He estado entrenando.
¿Cómo lo hacés?
Con fuerza de voluntad, sobre todo. Lo principal que uno debe tener es oxígeno, correr bastante, y eso es muy bueno. Estoy corriendo de lunes a sábado, 64 kilómetros por semana.
¿Pelea porque siente que puede dar más o por un asunto de necesidad económica?
No (por dinero), peleo por honor. Yo pienso que tengo que demostrarle a mi niño pequeño que puedo ser campeón mundial. Yo quiero volver a tener un título para que mi hijo lo agarre y se sienta orgulloso de su padre.
Hay mucha gente que lo apoya en estos momentos. ¿Cómo se siente por eso?
Nadie es perfecto en esta vida. Perfecto es Dios que está en los cielos. Pero, ¿qué te puedo decir yo? Estoy agradecido, número uno, con Dios. Número dos, con mi madre que siempre ha estado conmigo, me apoya siempre en todo. Cuando he fallado, no tengo una mano que me ayuda, tengo dos, tres, cuatro o cinco, y eso me motiva. Siento que es para mí un compromiso para que pueda subir al ring.
¿Qué hace Ricardo Mayorga en su día a día?
Soy un hombre casero (pausa). Soy un hombre que le gusta tener buen tiempo en mi casa. En mi casa tengo varios vicios, pero sanos, me gusta jugar “desmoche”, me gusta jugar billar, me gusta estar jugando los gallos, así paso el tiempo en mi casa, con mi familia, y el resto de tiempo lo dedico a correr y al gimnasio.
¿Se ha acercado a Dios en algún momento?
Todos los miércoles, todos los miércoles… Toda mi familia es católica. Pero no me importa la religión, aquí hay un solo Dios verdadero. Yo voy a la iglesia católica los domingos, mi mamá me dice: “Vamos” y yo voy. Hay un culto a tres casas de mi casa, me invitan y también yo voy. Todos te hablan diferente, pero solo hay un Dios verdadero.
En su regreso, ¿cómo desea que lo vea la gente?
Como “El Matador” que soy. Quiero ganar por nocaut en los dos primeros asaltos. Sé que tengo el poder.
¿Le preocupa algo en estos momentos de su vida?
No me preocupa nada.
Mayorga, ¿por qué ya no luce explosivo como antes?
Ya no tengo money… Ahora solo ando jodiendo (se ríe).
Hace pocos días, la mamá de Ricardo Mayorga pidió ayuda para su hijo, de quien dijo que atraviesa por serios problemas de alcoholismo.
