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Argelio Córdova entrega la pelota a Julio Juárez el 3 de diciembre del 2012, cuarenta años después de la gesta heroica de Nicaragua ante Cuba. LA PRENSA/ARCHIVO

Argelio Córdova entrega la pelota a Julio Juárez el 3 de diciembre del 2012, cuarenta años después de la gesta heroica de Nicaragua ante Cuba. LA PRENSA/ARCHIVO

Argelio Córdova deja un gran legado tras su muerte

Argelio Córdova no solo destacó por su manejo del juego de beisbol, sino por su gran carisma dentro del terreno de juego.

Pudo ser chef, bailarín o modelo, pero Argelio Córdova escogió ser militar, sin saber que el destino le tenía preparada una jugada que lo vincularía para siempre al beisbol, aunque sería como mánager que alcanzaría su mayor repercusión.

Dueño de una personalidad carismática, elegante al vestir y pícaro al hablar, Argelio entró profundo en el sentimiento popular de los nicaragüenses, pues a sus éxitos como timonel, añadió su habilidad teatral y su actitud optimista. Rasgos que quedarán por siempre en la memoria colectiva de los nicaragüenses, después de su fallecimiento el lunes.

“La vida ha sido buena, no me puedo quejar”, dijo el año pasado, ya cuando el tiempo y las enfermedades habían marchitado su semblante. “A veces me siento mal y lucho por no morir pero sé que tengo dos strikes sin bolas”, añadió.

Sin embargo en 1956, Argelio era solo un muchacho espigado y flaco, de ojos claros y nariz aguileña, enlistado en la Fuerza Aérea Cubana. Una noche mientras miraba una película con sus compañeros, fue llamado a una misión.

“Mi primera reacción fue de preocupación. No sabía de qué se trataba. En esa época yo era mecánico de aviación. Pero el alivio fue saber que era venir a jugar beisbol a Nicaragua y eso cambió mi vida para siempre”, dijo Córdova.

“Yo me siento nica”

Argelio fue incorporado al equipo Cinco Estrellas del general Anastasio Somoza García y su labor fue tan buena como segunda base y él se sintió tan bien, que decidió volver y ya no regresaría más a Cuba. Se quedó a jugar y se casó.

“Yo me siento nica. Este país me ha dado cobijo y pan. Y pensar que cuando vine por primera vez las calles de Managua eran polvorientas y apenas se construía la Carretera a Masaya”, dijo mientras se jugaba el Mundial de 1994 aquí.

Córdova se destacó con el club militar y uno de sus mayores orgullos fue haber alineado como nacional la noche del 16 de febrero de 1957 contra las Estrellas de Emilio Cabrera, en la inauguración de las luces del Estadio Nacional.

“Yo atesoro ese momento, chico, porque me sentí aceptado como un nicaragüense. Pero además me fue bien en el juego. Nuestro equipo bateó seis hits, de los cuales dos fueron míos”, decía con una sonrisa pícara, mientras dialogábamos una noche en su casa.

Posteriormente, luego de la desaparición de la Liga Profesional de Nicaragua y más por insistencia de Wilfredo Calviño, Argelio se convirtió en timonel y apareció al frente del Chinandega en el resurgimiento del beisbol de Primera División en el año 1970.

La Selección 1972

“Calviño me dijo que yo era muy inteligente, que tenía liderazgo y que además no debía volver a Cuba, así que tomé su consejo y con la ayuda de Tony Castaño, me hice mejor mánager. Castaño cambió el beisbol de Nicaragua y aprendimos mucho de él”, afirmó.

Córdova ganó los primeros dos campeonatos con el Chinandega en 1970 y 1971, pero su mayor impacto lo lograría en 1972, cuando por contradicciones entre Carlos García y Heberto Portobanco, terminó como mánager de la más venerada Selección Nacional.

“Heberto estaba fuera de posibilidades porque estaba peleado con Carlos, así que se iba a escoger entre Oscar Larios y yo y se decidieron por mí, pero yo hice mérito. Jugué un buen beisbol y tuve éxito como mánager”, decía.

El equipo ganó 13 de sus 15 partidos, incluyendo el más grande en la historia del beisbol nica, el 2-0 a Cuba, con Julio Juárez en el box, con un cañonazo clave de Pedro Selva y jonrón de Vicente López ante una enloquecida afición.

“Esa fue una gran victoria y se logró por dos razones: una porque teníamos a Castaño, entrenador de gran nivel que se dio a respetar y a querer y dos, el equipo tenía un gran talento. Eran diamantes en bruto que Castaño se dedicó a pulir”, dijo con humildad.

La visita a Julio Juárez en el box

En el Mundial de 1972 se hizo célebre su llegada a la colina, cuando en el partido ante Cuba, la gente pensó que retiraría del box a Julio Juárez, pero en realidad solo llegaba a quitarle presión.

“Solo le dije: Mira, guajiro, la gente cree que vengo a sacarte, pero solo vengo a decirte que te apures, hay una jeva que me está esperando y tú me estás atrasando”, indicó Córdova, algo que Juárez confirmó.

Este viernes, Argelio falleció a sus 82 años tras una enfermedad que lo aquejó en los últimos años, pero su recuerdo será imborrable. Siempre tuvo una sonrisa y palabra para hacer amigos, mientras enseñaba beisbol y también sobre la vida.

“Olvídate, la medalla viene”, fue una de su frases. “Recoge los bates y vámonos”, decía cuando le vapuleaban a su equipo. “Esto es un arroz con mango”, ante un relajo.

Deportes Argelio Córdova Beisbol Nicaragua archivo

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COMENTARIOS

  1. Jacinto Pijebuey
    Hace 7 años

    Grande… Como solo los grandes saben ser Grandes Hasta siempre ilustre Nica,por siempre en nuestros corazones y plegarias, la paz de Nuestro Señor sea contigo !!!!!!

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