Julio Mendoza atraviesa en estos momentos por el difícil tramo de hacer dieta, de limitar sus ganas delante de un plato de comida, pues necesita perder diez libras y vencer a la báscula el 2 de febrero, un día antes de la batalla que sostendrá con el mexicano Ulises “El Condorito” Martín, en Managua, el que mejor debió ser bautizado como “El Fantasma”.
Entre “El Gigante” y Martín estará colgando el cinturón Fedecentro mínimo de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), esperando caer en los brazos del ganador.
“Él es un peleador bueno, que se mueve bastante, escurridizo. Mi estrategia será cortarle las salidas y voy en excelentes condiciones físicas para caminar toda la ruta de ser necesario, ya que esta pelea será muy exigente”, dijo “El Gigante”, quien fue homenajeado la noche del viernes en la ceremonia de la Conibop, celebrada para premiar a Lo Mejor del Boxeo 2016.
Combate enredado
De extracción humilde y originario de Jinotega, donde elabora y vende suvenires a los extranjeros que visitan su lugar, Mendoza es precavido al edificar pronósticos.
“No me atrevo a decir que voy a ganar. Lo que puedo asegurar es que es de pronósticos reservados, pues ambos somos aguerridos. He estado viendo la pelea que él tuvo con Cristofer Rosales. Se ve que se prepara bien, pero este tipo de retos son los que más me gustan”, añadió Mendoza, quien disputó el título del mundo de la FIB el año pasado, sin tener éxito.
“El Gigante” está siendo entrenado por Milton Rodríguez, quien cree que su muchacho tiene la suficiente experiencia para alzarse con la victoria, aunque el reto es complicado.
“Estamos enfocado en que Julio adquiera bastantes condiciones. Ha tirado golpes doce rounds antes, frente al mexicano (José) Argumedo. Julio tendrá que atacarlo abajo”, declaró Rodríguez.