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Almagro

Antonio Lacayo representó al gobierno de Violeta Barrios en las pláticas para el desarme de 1990. La OEA fue uno de los principales garantes.

¿A qué apuesta ahora Almagro?

Para el analista político y sociólogo Óscar René Vargas, Estados Unidos no busca sacar del poder al presidente designado por el Consejo Supremo Electoral (CSE), Daniel Ortega, sino que apuesta por un proceso de transición en el que la Organización de Estados Americanos (OEA) haga su parte.

Para el analista político y sociólogo Óscar René Vargas, Estados Unidos no busca sacar del poder al presidente designado por el Consejo Supremo Electoral (CSE), Daniel Ortega, sino que apuesta por un proceso de transición en el que la Organización de Estados Americanos (OEA) haga su parte.

“Los Estados Unidos no está (n) por la caída de Ortega, quieren una transición al suave. No quieren descomponer más la región, más bien buscan la estabilidad de la región para evitar una ola migratoria, en ese sentido ellos buscan, a través de la OEA, una escalera para Ortega; por lo tanto, la OEA juega el papel de salvador momentáneo de Ortega al darle legitimidad”, expresó Vargas.

“Pero Ortega no puede olvidar que detrás de la OEA ahora está Estados Unidos. Ningún Gobierno latinoamericano es aliado incondicional de Ortega”, valoró Vargas.

La OEA en Nicaragua

Vargas también refirió que la presencia de la OEA en Nicaragua se ha desempeñado en momentos históricos en la cultura política del país.

La actuación de la OEA, con el informe conjunto dado a conocer el pasado 20 de enero, para el doctor Carlos Tünnermann, significa “un completo contraste y ojalá que el secretario general (Luis Almagro) se dé cuenta que los nicaragüenses que estamos interesados en el verdadero fortalecimiento democrático del país, nos hemos dado cuenta que hay un contraste en la actuación de la OEA en esas oportunidades (antes del 2016 y 2017) y la forma en que está actuando ahora, porque debería, Almagro, informar de su actuación en Nicaragua al Consejo Permanente, porque estoy seguro que se quedaría muy sorprendido de un acuerdo de este tipo, que ignora lo que pasó en la farsa electoral del 6 de noviembre”.

Tünnermann también critica que en ese informe no se mencione el despojo de la personería jurídica a la oposición, la destitución de los 28 diputados y menos que “se haga alusión a las recomendaciones que hizo la OEA en 2011, que incluía la renovación completa del poder electoral y en consecuencia le están haciendo un enorme favor a Ortega”.

El peso de la OEA

Vargas argumenta que en la actualidad ningún gobierno se apunta a la caída del gobierno de Ortega, “por lo tanto la OEA no tiene ninguna fuerza propia para tener un papel importante”.

“La actuación de la OEA en esta oportunidad ha sido muy débil y muy condescendiente con Ortega, porque le da hasta un plazo de tres años para llevar a cabo esas reformas técnicas en el proceso electoral, con lo cual Ortega consigue lo que quería”, apuntó Tünnermann.

Lea también: Gobierno y OEA se dan plazo de tres años para ver cambios en Nicaragua

Y también, dijo que por eso “esto nos confirma que los problemas de Nicaragua los debemos de resolver los nicaragüenses…”.

Dos posiciones en la historia del país

El analista Óscar René Vargas sostiene que en la lucha contra la dictadura somocista en la década de los setenta, los Estados Unidos tampoco apostaban por sacar del poder a la dinastía somocista.

Vargas recuerda que en la década de los ochenta, cuando Ortega gobernó por primera vez en el país, varios gobiernos latinoamericanos, apoyados por gobiernos europeos, estaban en contra de la política norteamericana, “por eso la OEA podía tener voz propia”, asegura. En contraste, para el especialista, ahora es un organismo débil.

Participación de la OEA en Nicaragua

1978
La Comisión Mediadora y la de Derechos Humanos, durante el régimen de Somoza Debayle, visitó el país, por las múltiples denuncias de violación a los derechos humanos. En octubre de ese año la OEA se pronunció a través de una condena en contra de Nicaragua por las acusaciones que Costa Rica hizo sobre la invasión de oficiales de la Guardia Nacional a su territorio que en la búsqueda de guerrilleros sandinistas, mataron a poblaciones fronterizas de esa nación.

Además en el informe preparado, la OEA dijo, que cualquier solución a la crisis pasaba por la renuncia de Somoza Debayle. También, la delegación de la Comisión de Derechos Humanos emitió un reporte sobre “el clima alarmante de violaciones a los derechos humanos” que se daba en el país.

1990
Observador electoral activo en las elecciones del 25 de febrero de ese año, en las que resultó ganadora Violeta Barrios de Chamorro. Fue el garante del proceso y contrapeso para que el derrotado candidato presidencial Daniel Ortega, ahora presidente designado por el Consejo Supremo Electoral, aceptara la transparencia del resultado de los comicios y reconociera la victoria de Barrios.

Se creó la Comisión Internacional de Apoyo y Verificación (CIAV), adscrita a la OEA, que acompañó el proceso de desarme de la Resistencia Nicaragüense como un garante del mismo.

1993
En el marco de la visita a Nicaragua del secretario general de la OEA, Joao Baena Soares, este entregó al gobierno nicaragüense el denominado Informe de la Comisión Tripartita para alcanzar la paz y reconciliación en el país, en el que se detalló la visión del organismo.

1996
Observador electoral de los comicios en los que quedó electo Arnoldo Alemán. La presencia de la OEA, fue por petición expresa del caudillo liberal, quien acusó al Frente Sandinista de estar manipulando las estructuras del Consejo Supremo Electoral (CSE) para influir en las elecciones.

2005
Mediador político en el gobierno de Enrique Bolaños. El secretario general de la OEA, en esa fecha, José Miguel Insulza, visitó Nicaragua a petición del mandatario. La gestión para mediar la crisis no fue la más favorable, que incluso hasta él lo reconoció cuando expresó que “La situación es mucho más difícil de lo que me hubiera imaginado, creo que restablecer el diálogo es más difícil de lo que se hubiera pensado (…). Me he encontrado con una división muy profunda. (…). Detrás del conflicto de poderes hay un problema mucho más profundo, mucho más complejo”.

2011
La Misión de Observación Electoral (MOE) de la OEA compuesta por 65 observadores electorales internacionales, provenientes de 17 Estados miembros del organismo, jugó un papel activo durante los comicios presidenciales de ese año, cuando el CSE asignó la victoria al Frente Sandinista.

Emitió un informe, después de los comicios, en el que señaló 8 recomendaciones para que el CSE, mejorara los mismos. También, denunció los obstáculos para poder realizar su trabajo de observación y señaló irregularidades, como el control de la cedulación por el Frente Sandinista.

2016
El secretario general de la OEA, Luis Almagro y el embajador de Nicaragua ante la OEA, Denis Moncada Colindres (ahora canciller designado por el CSE) acuerdan el 15 de octubre un diálogo de 90 días, después de un informe no público de la organización, entregado al Ejeccutivo, sobre la situación política de Nicaragua en el contexto de las votaciones presidenciales.

Almagro llega a Nicaragua el primero de diciembre y se reúne con representantes de diversos sectores del país, quienes le exponen el estado de la realidad democrática Ortega fue reelegido bajo señalamientos de que proceso fue una farsa electoral, luego que la oposición fue sacada de la contienda por un fallo de la CSJ bajo dominio del FSLN.

2017
El 20 de enero la OEA y el Gobierno emiten un informe conjunto, después de noventa días, en el que el organismo regional aceptó acompañar las elecciones municipales de 2017. Además asumieron que “no más tarde del 28 de febrero de 2017… firmarán un Memorándum de Entendimiento que incluirá los aspectos técnicos del trabajo conjunto a llevar a cabo”, mismo en el que se “establecerá un plazo de tres años para desarrollar los trabajos”.

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