Caza el éxito entre los animales

Cinco veces fracasó Marco Zapata Espinoza antes de encontrar el camino hacia el éxito empresarial. En la búsqueda de lo que él llama “la tranquilidad financiera”, Marco relata que primero probó suerte con la comida. Abrió una fritanga, pero la misma absorbía el ciento por ciento de su tiempo, no había espacio para la familia. “Era un negocio muy rentable, pero las mejores fechas eran los fines de semana y los días libres, implicaba sacrificar el tiempo de mi familia”, cuenta.

Marco no estaba dispuesto a “robarle” el tiempo a su hogar a costa de su aspiración por alcanzar su independencia económica. Por eso cerró la fritanga y abrió un cyber. Todo parecía funcionar bien, hasta que los elevados costos de mantener el negocio operando “ahogaron” sus finanzas personales y lo clausuró. Luego se le ocurrió abrir un consultorio médico, pese a no tener pleno conocimiento en este campo. “Era bastante difícil conseguir los médicos para que vinieran a dar las consultas”, por lo que el mismo no pudo seguir funcionando. También cerró.

Aun así Marco no se daba por vencido de ir tras su sueño y decidió abrir una tienda de ropa, que desde su nacimiento ya estaba predestinada a morir. “Cometí el peor error: di fiado y se quebró”, cuenta sonriendo. Pero los constantes fracasos no desanimaron a este emprendedor, de oficio administrador de empresas. “Tuve un quinto fracaso que ya no recuerdo, pero siempre en cada uno de ellos me dejaba una enseñanza para el futuro”, precisa.

Él estaba convencido de que en Nicaragua sí es posible convertirse en empresario, pero necesitaba encontrar ese punto de partida al éxito. Y asegura haberlo encontrado.
Después de haber hecho un repaso del aprendizaje de sus anteriores fracasos el 15 de diciembre 2009 decidió aventurarse en el mundo de los animales: abrió una clínica veterinaria.

No era un negocio totalmente desconocido para él. Su papá era ingeniero agrónomo, por lo que Marco creció en el campo, muy cerca de los animales. Además, su abuelo fundó la reconocida clínica veterinaria Don Toto, en Diriamba, Carazo. “Su carisma, atención al cliente, precio justo y el surtido (de productos y servicios) en la clínica hacía que mucha gente llegara”, recuerda Marco, negocio que aún es referencia en ese municipio.

Marco encontró en los alrededores de Veracruz, municipio de Masaya, esa oportunidad de negocio. Él detectó que pese al creciente desarrollo urbanístico en la zona se carecía de atención médica veterinaria de calidad. “Las pocas que habían trabajaban de forma empírica y los horarios eran limitados”, afirma.

Sin miedo a fracasar de nuevo, así nació veterinaria Mundo Animal, cuyo negocio se fundamentó en tres pilares: horario ampliado (de 8:00 a.m. a 7:00 p.m. de la noche, de lunes a viernes y atención en fin de semana), precios justos y atención médica veterinaria por profesionales graduados. Esto le ha permitido crecer de tal manera que hoy Mundo Animal ya cuenta con una segunda sucursal, ahora en una zona exclusiva de Managua: en Santo Domingo.

Puede leerse fácil, pero el inicio no lo fue. En sus primeros meses, Marco junto con un primer médico veterinario al que contrató tuvo que batallar por posicionar en la zona sus servicios. “La clientela no se hace de la noche a la mañana, la gente te va conociendo, te va recomendando y después vas creciendo exponencialmente”, afirma.

Una clave para emprender

¿Cómo financió Marco sus emprendimientos, incluidos los que fracasaron? Explica que su secreto ha sido que durante esa búsqueda de independencia económica siempre se mantuvo activo trabajando en una empresa. Y con el salario que recibía como administrador de empresas le inyectaba capital a los negocios. Veterinaria Mundo Animal no fue la excepción.

En sus inicios, Marco cuenta que habían quincenas que de su propio salario debía cubrir los honorarios de su veterinario o bien pagaba a sus proveedores los insumos de la clínica. Marco renunció a su último empleador un año después de que la clínica empezó a funcionar. Tuvo miedo, pero su familia lo impulsó a dar el paso. “Siempre hay que hacer un proyecto de vida, dejar huella en esta vida y mi idea es que mis hijos hereden este negocio”, afirma.

Este empresario asegura que pese a que con el tiempo ha ido adquiriendo conocimiento médico animal, precisamente por la complejidad del mismo, todo lo referido a la salud de los animales lo deja totalmente en manos de los veterinarios.

Tal ha sido el crecimiento de este negocio, que según Marco en un principio solo era farmacia veterinaria, pero debido a la demanda de los clientes, hoy ofrecen peluquería canina, baños medicados, venta de alimentos para animales, atención médica veterinaria (que incluye cirugías), entre otros.

Software novedoso

Cumpliendo con lo establecido en la Ley de Protección Animal, Ley 747, llevan un control de los animales que son llevados a consultas y vacunación, pero lo hacen en un sistema que permite que los clientes vía correo electrónico reciban alertas de cuándo corresponde la próxima vacuna o desparasitación de sus mascotas.

“Hoy en día es la mejor herramienta en cuanto al control de los animalitos que vienen a consulta. Ese software, que tenemos como seis o siete años de tenerlo, se compró para darle la facilidad a los clientes cuando pierden u olvidaron la tarjeta de control de sus animalitos”, afirma.
Tal es la efectividad del sistema, que si la vacunación toca una vez al año, esta notificación le llegará al cliente a su correo electrónico. Este servicio no tiene costo.

Marco ilustra de esta manera el crecimiento de Mundo Animal: en sus inicios en una semana brindaban entre uno y dos atenciones veterinarias. “Hoy sin temor a equivocarme miramos a entre 300 y 400 animales al mes, el ochenta por ciento son perros”.

Además el cuerpo médico veterinario y de personal operativo pasó de una persona a 12, los que tienen horarios rotativos para atender incluso los sábados y domingos. Todos debidamente inscritos en el Seguro Social.
Igualmente Marco asegura que se ha visto favorecido porque siente que hoy hay más conciencia animal entre los nicaragüenses, particularmente de cuidar a las mascotas.

La meta

Ante el fuerte crecimiento del negocio y la oportunidad para seguir consolidándose, Marco se ha planteado como su próxima meta el establecimiento de un laboratorio de diagnóstico, este año. Y a largo plazo, su aspiración es construir un laboratorio de diagnóstico por imágenes. Entre los animales exóticos que ha podido recibir en su clínica figura un erizo africano.

Contacto

Veterinaria Mundo Animal está situada de la rotonda de Ticuantepe (Km 14 de la Carretera a Masaya), 300 metros hacia Veracruz. Se puede obtener información a través de los teléfonos 2279-9913 y 8384-4355 y a través de los correos electrónicos: [email protected] También puede conocer sus productos y servicios en el sitio en Facebook:  mundoanimalparasusmascotas