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Julieta, la película de Pedro Almodóvar que ha logrado criticas positivas. LA PRENSA/EFE

Julieta, la película de Pedro Almodóvar que ha logrado criticas positivas. LA PRENSA/EFE

Las dos caras de Julieta, la película de Pedro Almodóvar

En su juventud, Pedro Almodóvar impactaba y espantaba a su público con todo tipo de excesos. Fue la expresión máxima del destape que siguió a la muerte de Franco.

Julieta es un filme desconcertante, pero no por los motivos que uno espera de un filme almodovariano. En su juventud, Pedro Almodóvar impactaba y espantaba a su público con todo tipo de excesos. Fue la expresión máxima del destape que siguió a la muerte de Franco.

Julieta es un filme reposado, de la madurez, aunque el realizador siga jugando con las expectativas de los espectadores.

Su filme más significativo es Los abrazos rotos (2009), radiografía de la hiperreproducibilidad digital, que borra las fronteras entre ilusión y realidad en un mundo con vocación exhibicionista.

Nadie es inocente, no es solo el Estado a través de sus agencias de seguridad el que nos vigila. El enemigo no tiene rostro ni nombre. Los hijos vigilan a los padres más que los padres a los hijos.

La novela de Alice Munro

Julieta, su película más reciente (basada en cuentos de la escritora canadiense Alice Munro, Premio Nobel 2013) fue presentado internacionalmente en el Festival de Cannes en mayo de 2016.

No fue estrenado en Estados Unidos hasta diciembre con el propósito de que estuviese fresco en la memoria de los votantes para el Óscar (aunque quedó fuera de las películas elegidas para optar a ese premio en la categoría de mejor filme no hablado en inglés).

Julieta ha sido comparada con las películas estadounidenses del alemán Douglas Sirk (que sirvió de modelo a Fassbinder para El matrimonio de María Braun), sobre conflictos personales de mujeres de clase acomodada (Jane Wyman en Lo que el cielo nos da) o que ascendían en la escala social por matrimonio (Lauren Bacall en Palabras al viento) o por sus propios esfuerzos (Lana Turner en Imitación de la vida).

Misterio en la historia

Como las protagonistas de las películas de Sirk, Julieta (interpretada por Adriana Ugarte en su juventud y Emma Suárez en su madurez) dispone de mucho tiempo libre.

Esto hace que su vida se centre en culparse y castigarse por la pérdida irreparable de las dos personas que más amó: su joven esposo (Daniel Grao), muerto en un accidente, y su hija Antía (interpretada por Priscilla Delgado y Blanca Parés), que abandona a la madre (después de un prolongado retiro) sin dar explicaciones.

El aire de misterio que envuelve el filme desde su inicio y la música de Alberto Iglesias, similar a la de Bernard Herrmann para Vértigo, recuerdan a Hitchcock.
Pero algo diferencia a Almodóvar de Sirk y Hitchcock. Ambos directores, célebres por el uso creativo de los recursos expresivos del cine, empleaban el melodrama para comunicarse con su público.

El melodrama

Almodóvar, en cambio, rechaza el melodrama hasta el punto de no satisfacer las expectativas del espectador con respecto al argumento. Julieta tiene la atmósfera de un filme de misterio, pero las películas de misterio deshilan la trama dándoles a los espectadores respuestas a sus interrogantes.

En el filme de Almodóvar (de misterio-psicológico), el esperado encuentro final de la madre con su hija, que explicaría todo, queda en puntos suspensivos.

Al comienzo de la película, Julieta abandona a su compañero de vida (Darío Grandinetti) para ponerse en contacto directo con sus sentimientos. De forma similar a los filmes más intelectuales de Bergman (El silencio, por ejemplo), Almodóvar está más interesado en explorar las reacciones y emociones de su personaje central y su papel en el mundo, que en el desarrollo de la trama.

Una larguísima carta que la protagonista escribe a su hija y que da pie a los flashbacks, a través de los cuales avanza la narración, expone sus puntos de vista, su lucha interior, su adicción a las personas, su obsesión por la pérdida, su incapacidad para aceptar lo inevitable y ver los puntos de vista de los demás.

Rechazo

El énfasis de Almodóvar en los aspectos psicológicos de la trama logra un doble propósito: escuchamos los razonamientos, las justificaciones de la protagonista, pero al mismo tiempo, por medio del rechazo del director de los mecanismos del melodrama (que manipulan los sentimientos del espectador), nos distanciamos de ella y podemos verla con ojo crítico.

Una vez más, su realizador retuerce el cerebro de los espectadores para obligarlos a sacar sus propias conclusiones.

Cultura Julieta Pedro Almodóvar archivo

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