Las libertades civiles y los derechos políticos disminuyeron en Nicaragua a sus niveles más bajos en 20 años, según un estudio publicado este martes por la ONG estadounidense Freedom House, que considera al país “parcialmente libre”.
El informe es uno de los más antiguos y prestigiosos del mundo, dijo a LA PRENSA el director de Freedom House, Carlos Ponce.
“Nicaragua sigue bajando en cuanto a libertades fundamentales, respeto a los derechos humanos, principios democráticos, (el informe) revela que hay una situación muy preocupante de deterioro de las instituciones a niveles graves, revela que hay una preocupación nuestra del uso de los tribunales para perseguir a la oposición política, revela también que el acto electoral que se realizó no va de acuerdo a principios democráticos internacionales”, dijo Ponce vía telefónica.
Ponce dijo que a Freedom House le preocupa que en Nicaragua no hay separación de los poderes del Estado y que el poder judicial es usado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) para castigar a sus enemigos políticos.
El organismo menciona en su informe que el poder judicial anuló al principal partido opositor y destituyó a diputados de ese partido el año pasado, en víspera de las elecciones.
También resaltan que el Gobierno del presidente designado por el Consejo Supremo Electoral (CSE), Daniel Ortega, “silencia” a periodistas y a académicos.
“La elección del líder sandinista Daniel Ortega en 2006 comenzó un período de deterioro democrático en Nicaragua que continúa hoy. El presidente Ortega ha consolidado todas las ramas del Gobierno bajo el control de su partido, ha limitado las libertades fundamentales y ha permitido que la corrupción impregne al Gobierno. En 2014, la Asamblea Nacional aprobó enmiendas constitucionales que allanaron el camino para que Ortega ganara un tercer mandato consecutivo en noviembre de 2016”, dice el informe en un acápite sobre Nicaragua.
La metodología
Ponce explicó que para emitir el informe Freedom House toma en cuenta 46 indicadores, que evalúan desde la participación en elecciones, la independencia de las instituciones y del sector privado, libertad de expresión e independencia de los medios de comunicación.
“Son una serie de indicadores que nosotros evaluamos, tenemos información interna del país, nos apoyamos en investigadores individuales, (tenemos) análisis académicos”, precisó.
Ponce critica el informe de la OEA y el Gobierno
El funcionario estadounidense, a quien el Gobierno de Ortega le impidió la entrada al país el año pasado, dijo que el informe de la Organización de Estados Americanos y el Gobierno, emitido el pasado 20 de enero, no toma en cuenta a los otros sectores de la vida democrática de Nicaragua.
“Nosotros quisiéramos tener un informe que permita destrabar el juego democrático y darles oportunidad a los partidos que han sido perseguidos por los tribunales, a las organizaciones que han sido perseguidas por el Gobierno, a la población de Nicaragua que está pidiendo vivir en libertad. (Todos estos aspectos) deberían de ser considerados también dentro de una estrategia para sacar a Nicaragua de la crisis política y de derechos humanos que se encuentra”, dijo Ponce.
Agregó que el problema de Nicaragua es que la comunidad internacional no le presta mucha atención porque hay otros países como Cuba y Venezuela que acaparan todo los reflectores.
“Hay que seguir denunciando”, dijo Ponce. “Que la comunidad internacional se dé cuenta que en Nicaragua hay un problema serio”.
Uno de los informes más prestigiosos
Ponce dijo que el informe de Freedom House es uno de los informes más antiguos que existen para medir variables democráticas de los países.
“Se utiliza para otros informes que se desarrollan… los organismos de cooperación toman en cuenta nuestros informes para medir la calidad de la democracia y además, lo utilizan como analista de riesgos para medir, lo utilizan los periodistas, lo utilizan la academia”, resaltó Ponce.
El informe de Freedom House es realizado en todo el mundo. “67 países sufrieron una disminución neta de los derechos políticos y las libertades civiles en 2016. Solo 36 ganancias registradas. En el período desde que se inició el deslizamiento de 11 años en 2006, 109 países han experimentado una disminución neta, y solo 60 han experimentado una mejora neta”, resalta.
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Venezuela no es un país libre
Uno de los países de la región que más retrocedió en sus indicadores fue Venezuela. Pasó de ser un país parcialmente libre a uno “no libre”. Freedom House resalta que el ejecutivo y el poder judicial han disminuido los poderes y las funciones del legislativo.
“El movimiento político gobernante formado por el fallecido presidente Hugo Chávez ha presidido el deterioro de las instituciones democráticas desde 1999, pero las condiciones se han agravado en los últimos años, debido a la concentración del poder en el poder ejecutivo y a las duras medidas de represión contra la oposición. Los poderes de la legislatura controlada por la oposición han sido restringidos por un poder judicial politizado que sirve a los intereses del ejecutivo. La corrupción del Gobierno es omnipresente, y la Policía ha demostrado ser incapaz de detener el crimen violento. Las autoridades han restringido las libertades civiles y procesado a los opositores sin tener en cuenta el debido proceso”, dice el informe.
Según Freedom House, el régimen de Nicolás Maduro encarceló a 55 opositores en 2016.
“Empresa privada coaptada”
El director de Freedom House, Carlos Ponce, dijo que uno de los indicadores para evaluar a cada país tiene que ver con el sector privado. “Analizamos también al sector privado, la independencia del sector privado”, indicó. “En el caso de Nicaragua lo que nos da la evaluación de algunos informes que nos llegaron de Nicaragua es que la empresa privada está coaptada (y) muy relacionada con el ejecutivo, lo cual hace un ambiente donde las libertades económicas tampoco son las más desarrolladas”, dijo Ponce a LA PRENSA.