Son bocadillos ofrecidos antes de servir la comida principal, se usan como estimulantes del apetito.
Los aperitivos a base de carnes procesadas, conocidas como embutidos y fiambres, por ser cocidas o curadas se pueden consumir frías. Se acompañan con quesos madurados, frutas, vegetales, trocitos de pan y galletas.
Tanto fiambres como quesos son fuentes de proteínas, grasa saturada y colesterol. Unos contienen más grasa que otros. El queso Provolone aporta menos grasa que Gouda.
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El paté es más alto en grasa que jamón serrano o jamón cocido. Butifarra tiene menos colesterol, jamón ibérico contiene grasa monoinsaturada.
Puede identificar su contenido graso por la untuosidad y suavidad del producto o por los trocitos blancos de grasa.
Los embutidos por el proceso de producción contienen sodio, nitritos y nitratos como preservantes para evitar el desarrollo de hongos y rancidez.
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Estos aditivos en el aparato digestivo pueden reaccionar con las proteínas y formar nitrosaminas, compuesto que tienen relación con la incidencia de cáncer. Los alimentos ahumados también dan origen a ese compuesto en el cuerpo.
Quienes necesitan controlar peso, colesterol, triglicéridos, ácido úrico, o que tienen hígado graso, gastritis, reflujo, enfermedades renales, del corazón o hipertensión, deben evitar o controlar el consumo de estos productos.
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