Si bien perdió en las tarjetas por decisión unánime, la noche del sábado en San Juan, Puerto Rico, el nicaragüense Oliver Flores se convirtió en una telaraña para el prospecto local Félix “El Diamante” Verdejo, quien bajó del ring teniendo como banda sonora el abucheo del público que había imaginado previamente un nocaut fantástico, el que para su enojo no se dio.
Sacudiéndose el óxido acumulado por trece meses de inactividad, “Trombita”, nombre de batalla del boxeador leonés, dejó una buena impresión en el pueblo boricua (23-0, con 15 KO´s), sobre todo cuando lo vieron metiendo en complicaciones serias a Verdejo en el octavo y décimo episodio, en los que arrastró a “El Diamante” de soga en soga, quitándole el brillo fabricado por la televisión y por Top Rank.
Moviendo la cabeza como si sufriera un mareo y doblando su cintura para no parecer un blanco fijo, Flores (27-3-2, con 17 KO´s) tejió una estrategia que sobrevivió golpeando en el segundo acto, al contraataque; más tarde modificó la dinámica, abriendo con jab de derecha y soltando esa zurda que tomó por sorpresa en más de una vez a Verdejo, quien claramente lució incómodo ante este tipo de guardia.
El dictamen de los jueces fue 99-91, 96-94 y 98-92 para el boricua, y lejos del nacionalismo el fallo no es discutible. La cuestión es que la figura magnificada de Verdejo se fue haciendo pequeña round tras round.
Satisfecho
Oliver Flores se siente tranquilo luego de su presentación ante Félix Verdejo, quien logró con éxito su sexta defensa del título Latino de la Organización Mundial de Boxeo (OMB).
“Mucha gente aplaudió mi actuación después de la pelea. En los primeros cinco rounds no lo pude conectar bien, pero después sí, y lo llegué a poner mal”, dijo Flores, quien arribó al país ayer a mediodía.