Julio Mendoza se encontró con un difícil Ulises “El Condorito” Martin, quien lo dejó con el rostro abollado y cortado, pero las cicatrices y los dolores pasan a segundo plano cuando se atrapa un título Fedecentro de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
Ganar no siempre es fácil y eso lo sabe “El Gigante” Mendoza, quien se trenzó con el mexicano Martin en un combate fragoroso durante nueve rounds, en los que hubo cambios de ritmo de ambos, proyectando una imagen de absoluta paridad, pero al final terminó pesando en el fallo que a Martin le quitaran cuatro puntos, dos por golpes bajos, uno de ellos injustificado por el árbitro Onofre Guevara y dos por una supuesta caída que pareció más un tropezón por enredo de pies.
Las tarjetas (88-82, 89-81 y 86.5 y 84.5) venden una idea equivocada de que el combate resultó cómodo para Mendoza, pero en realidad lejos estuvo de serlo, quien dio y recibió pólvora peleando en corto, sufriendo además un corte de cejas, hemorragia en la nariz y momentos de asfixia.
Un envalentonado Mendoza se desbocó al ataque, con combinaciones de tres y cuatro golpes, mientras que Martin, provisto de una técnica mejor trabajada, se basó en la velocidad y girando en círculos, lució intrépido, pero el jinotegano exhibió sobrada valentía y empuje para resolver con mayor autoridad cada round.
“Gracias a Dios ese cinturón se quedó en Nicaragua. Salí golpeado, esto es boxeo, hay muchos golpes de por medio. Esto no es un juego”, declaró “El Gigante”, tras la victoria sobre el azteca.
Fallo espinoso
En medio de una inconformidad generalizada, David “El Costeño” Bency fue proclamado vía tarjetas como nuevo campeón Fedecentro de las 140 libras de la Asociación Mundial de Boxeo. Su rival Levis Morales, quien dominó seis de los nueve rounds de la pelea semiestelar, pidió la revancha durante la función que montó la promotora Pinolero Boxing.