La tubería de agua potable a nivel nacional ya dio su vida útil y urge ser reemplazada por dos razones; el aumento de las fugas de agua y el riesgo de contaminación de la misma, afirmó Sergio Gámez, de la Red de Agua y Saneamiento de Nicaragua (Rasnic).
“La tubería de agua es vieja, son tubos de hierro y de asbesto cemento, estos tubos después de 25 o 30 años se deterioran, comienzan a soltar restos que contaminan el agua, en su momento se dijo que el asbesto podría provocar cáncer”, dijo Gámez.
Explicó que en Nicaragua se comenzó a utilizar las tuberías de asbesto cemento en los años 50, en la construcción de sistemas de agua potable de algunas cabeceras municipales, cuando aún no había salido al mercado la tubería plástica de PVC.
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Según un estudio realizado sobre el uso del asbesto cemento en Nicaragua, se estima que actualmente están instalados más de 600 kilómetros de tuberías en diámetros de 3 a 12 pulgadas en los distintos sistemas de agua potable del país.
“La última adquisición masiva de tuberías de asbesto cemento fue realizada por el Instituto Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (INAA) en los 80, con productos fabricados en Colombia, cuyos saldos de inventario aún se utilizan, cada vez con menor frecuencia, para sustitución y reparación de tuberías en mal estado de agua potable o para extensión de redes de alcantarillado sanitario”, se lee en el documento.
Según estadísticas oficiales, la cobertura de agua en Nicaragua es del 98 por ciento del total de la población en la zona urbana y un 69 por ciento en la zona rural. Gámez indica que para solucionar la problemática del agua potable debe publicarse los estudios y registros que están en poder de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillado (Enacal).
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