La competencia en las Grandes Ligas es constante y fuerte, por lo que ningún jugador puede sentarse a esperar que su nombre aparezca en el roster de 25 para el día inaugural de cada campaña, pero es más difícil aún cuando se llega como un invitado a los entrenamientos de primavera con un contrato de Ligas Menores. Ese es el panorama de Everth Cabrera.
El campo corto nandaimeño quien hizo que los aficionados al beisbol en Nicaragua voltearan la mirada hacia él cuando dio el salto de Clase A a las Mayores en 2009, ahora enfrentará uno de sus retos más importantes: volver a las Grandes Ligas después de casi dos temporadas fuera del sistema.
A sus 30 años, Cabrera partió la semana pasada hacia Estados Unidos, para iniciar su trabajo con la organización de los Medias Blancas de Chicago, en la que el mánager Rick Rentería dio la oportunidad al nicaragüense de pelear no solo por un lugar en el equipo, sino por su reivindicación como pelotero.
Desde su llegada a los entrenamientos de primavera, Cabrera inició su nado contra la corriente, pues los espacios son pocos y tienen jugadores aferrados a ellos.
El campo corto está ocupado por el joven en proyección Tim Anderson, quien luce como el único infielder ciento por ciento seguro para ser titular. Brett Lawrie llegó para reclamar la segunda base, con Tyler Saladino como su respaldo. Primera y tercera base, no son opciones para el nica.
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¿Y la banca? Hasta para estar sentado en el dugout Cabrera tendrá que pelear, pues además de tener a Saladino como posible jugador sustituto, los Medias Blancas cuentan también con Carlos Sánchez, un infielder que al igual que Cabrera puede batear a ambos lados del plato y existe la posibilidad de que le den oportunidades a Yoan Moncada, el cubano que adquirieron en cambio con los Medias Rojas de Boston.
Pero no es todo. También está Cody Asche, quien al igual que Cabrera llega como invitado con contrato de Ligas Menores. De hecho, los Medias Blancas tienen ocho peloteros en esta situación y en su roster de 40 solo tienen un puesto disponible, es así que la lucha será muy intensa para llenar esa bacante y aún mayor para quedar en los 25 que iniciarán la temporada en Grandes Ligas.
Pero Cabrera tiene algo que puede interesar a los Medias Blancas: experiencia y velocidad. Sí. El nica ya no corre como cuando en 2012 terminó con 44 robos y fue líder de la Liga Nacional, pero aún tiene algo de potencia en sus piernas y la experiencia para saber cuándo es el mejor momento para salir al asalto.
Los Medias Blancas fueron 15 entre 30 equipos en las Mayores con 77 estafas en 2016. Su máximo robador fue Todd Frazier con 15 y junto a Adam Heaton (14) —cambiado de equipo—, Saladino (11) y Anderson (10) fueron los únicos que superaron la decena de robos. He ahí la oportunidad de Cabrera.
LIGAS MENORES
Aunque su objetivo es ganar un puesto en Grandes Ligas, es una posibilidad que Everth Cabrera tenga que iniciar la temporada en Ligas Menores.
Si esto sucede, no sería una pelea perdida para el nica, pues aún tendría la oportunidad de ser subido en cualquier momento de la temporada ante cualquier necesidad que surja a los Medias Blancas.