Hoy día de San Valentín es oportuno reflexionar sobre hábitos y costumbres que pueden beneficiar o perjudicar los proyectos de nutrición balanceada y saludable que cada vez más persona quieren llevar a cabo.
Tradicionalmente se acostumbra en este día regalar chocolates, licor y comidas especiales. Esto no es un inconveniente si elige lo apropiado y consume con moderación. Precisamente de eso trata este artículo. Primero revisemos brevemente la química del amor y los alimentos.
Los chocolates elevan los niveles de serotonina, un neurotransmisor cerebral que tiene que ver con el estado de ánimo, recordemos la propaganda que dice: “La felicidad viene en trocitos”. Además se relaciona con el comportamiento social, el apetito, la digestión, el sueño, la memoria, el deseo y desempeño sexual de la persona.
La dopamina es otro neurotransmisor liberado por el cerebro, tiene varias funciones en el cuerpo, especialmente tiene que ver con la sensación de placer, con los sistemas de recompensa, puede provocar adicción. Se segrega en situaciones agradables, después de comer o de hacer actividad física, por ejemplo.
Endocabinoides, un grupo de sustancias similares al cannabis, pero producidas naturalmente en el organismo como respuesta al consumo de grasas. La ingestión de alimentos fritos como papas, plátanos, aros de cebolla, alitas de pollo y otros, generan sensación de placer que puede ser adictiva.
Los estudios han revelado que los endocabinoides están vinculados al incremento de la sensación de hambre y las ansias por comer más de los mismos alimentos. Por esta razón es difícil parar de comer frituras. El licor estimula el apetito y aporta calorías vacías que se convierten en grasa. No solo los alimentos segregan estas sustancias, el amor también libera dopamina, serotonina y otras hormonas como oxitocina.
Es obvio que la combinación de alimentación y amor resulta muy agradable. De ahí que culturalmente se exprese amor, cariño y amistad a través de las comidas.Continuemos celebrando, ¡claro que sí! ¡Y con alimentos! Pero hagamos pequeños cambios en nuestros paradigmas que conlleven a disfrutar sin perjudicar la salud.
La mejor selección
Si regala chocolates, que sea negro y cantidad pequeña. Si desea licor, limítese a una o dos copas. Durante la comida, sirva suficientes vegetales sin almidón, porciones pequeñas de carbohidratos saludables, proteínas bajas en grasa como pescado, pollo, cerdo o res magros, evite preparaciones fritas o con salsas grasosa.
Si desea comer postre, seleccione uno bajo en grasa y sin azúcares añadidos, preferiblemente una fruta o un mousse y evite comer almidón en el plato principal. Cada vez se recomienda más comer acompañados, hay estudios que muestran que esto puede ser beneficioso, las familias que se reúnen a la hora de las comidas, tienen mejor comunicación, menos sobrepeso y obesidad, así como un menor consumo de drogas.
Por eso una de las bases de la dieta mediterránea es comer en compañía de familiares o de amigos.
Definitivamente, amar y comer generan placer. Celebre saludablemente este día, disfrute de la comida, la compañía y de realizar alguna actividad física divertida y relajante. ¡Feliz día!
