Aunque el país se encuentra en una posición neutral en cuanto a los fenómenos climáticos de El Niño o La Niña, según la última discusión diagnóstica emitida por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) por sus siglas en inglés, se espera que para finales de año, El Niño tenga un predominio de 48 por ciento sobre el territorio.
La medida neutral para septiembre, octubre y noviembre es de 40 por ciento según la comunicación; 48 favorece a El Niño y 12 por ciento a La Niña. Estos datos son interpretados por Agustín Moreira, agrometeorólogo del Centro Humboldt, como que el país está bajo “un Niño en desarrollo, o Niño débil”.
En la información se lee: “Condiciones de la Niña ya no están presentes, con valores un poco por debajo del promedio en las temperaturas de la superficie del océano (…) Como evidencia adicional de la desaparición de La Niña, las aguas frías subsuperficiales a través del Pacífico ecuatorial han desaparecido por completo…”
En la tabla de medición, se muestra como las probabilidades de predominio de El Niño aumenta en comparación con La Niña. En los meses de junio, julio y agosto de 44 por ciento del primero sube cuatro puntos más para final de año.
Ante este punto, Moreira explicó que existen dos pronósticos: uno alentador, y otro pesimista. El primero es que los siguientes años (2018,2019 y 2020) los fenómenos climáticos puedan intercalarse, pero el segundo refiere a que predomine El Niño durante esos tres años, lo que implicaría una sequía intensa.
Niña corta
La Niña de 2016 a 2017 fue uno de los más débiles y de corta duración (seis meses). Este mismo fenómeno ocurrió en 1967 a 1968, que duró cinco meses, y también alcanzó un máximo de 0.8 grados centígrados de la temperatura de la superficie del océano (SST) por sus siglas en inglés, por debajo del promedio en la región de El Niño 3.4., lo mismo que ocurrió en este año, de acuerdo a la comunicación emitida por la NOAA.