Mujeres de la Cooperativa Marcelino Méndez, de la comunidad costera de la Bahiona en la Península de Cosigüina-El Viejo, entregaron el miércoles una parte de la cosecha de pargos lunarejos que cultivan en cuatro jaulas flotantes.
La cosecha se ha iniciado después de ocho meses de intenso trabajo, que inicia con la búsqueda del alevín, el pez de corta edad para repoblar en estanques, la alimentación con cabeza de camarón molido y mezclada con melaza, la vigilancia por 24 horas para evitar que se los lleve el “panchón”, un ave costera.
El comprador, originario de El Salvador, atracó a las 9:00 a.m. de el miércoles y de inmediato las mujeres extrajeron los peces. María José Hernández es la secretaria de la cooperativa; hasta el mediodía contabilizaba los primeros cuatro mil peces entregados de la primera jaula.
Lea también: Cultivan peces y conchas negras
Hernández contó que en el 2015 la primera cosecha fue una experiencia difícil, pero esta vez han superado los inconvenientes con la venta el año pasado a un precio de 45 córdobas la libra.
Edwin Paniagua, de la Fundación Luchadores Integrados Para el Desarrollo de la Región (Líder), indicó que hasta el 2010 la faena pesquera era cosa de hombres y la mujer quedaba en el hogar.
“La producción en jaulas flotantes es un nuevo modelo de trabajo en el que se puede planificar la cosecha sin bombas en los esteros, producción responsable, es acercar a las mujeres como agente de cambio”, agregó.
En la zona apoyan el proyecto el Fondo Canadá para alternativas locales, Agencia Española de Cooperación Internacional y Flora y Fauna Internacional, que impulsa la iniciativa para que parte de las cinco mil familias que viven de la pesca artesanal dejen de usar la bomba de mecha lenta.
43,000
peces se espera producir en las granjas que se ubican en las comunidades costeras de Aserradores, La Bahiona y Kilakita en El Viejo.
Lea además: Mujeres nicaragüenses cultivan pargos y conchas en Golfo de Fonseca