La infanta Cristina, hermana del rey Felipe VI, fue absuelta este viernes mientras su esposo, Iñaki Urdangarin, fue condenado a seis años y tres meses de cárcel por enriquecerse con fondos públicos a través de la trama corrupta que organizó en torno al Instituto Nóos, la asociación sin ánimo de lucro que él presidía
Urdangarin se convirtió este viernes en el primer familiar de un rey que ha sido condenado a prisión por un tribunal desde la reinstauración de la monarquía en democracia en España. Fue condenado por la Audiencia de Palma (Islas Baleares) a seis años y tres meses de cárcel por enriquecimiento ilícito.
La infanta fue sentenciada, no obstante, a pagar junto a Urdangarin 265,000 euros (unos 282,000 dólares) en calidad de corresponsable civil a título lucrativo. Las sentencias, anunciadas por el Audiencia de Palma (Islas Baleares), que los ha juzgado junto a otras quince personas por desvío de fondos públicos, entre otros delitos, pueden ser recurridas ante el Tribunal Supremo.
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La primera reacción llegó de la propia Casa del Rey, cuyo portavoz expresó el “respeto absoluto a la independencia del poder judicial”. El abogado de la infanta Cristina, Miquel Roca, afirmó que la hermana del rey “ha recibido con satisfacción” el fallo de la Audiencia de absolverla, aunque ha mostrado su “disgusto” por la condena a su esposo porque “sigue creyendo en su inocencia”. El principal acusado en el caso, Diego Torres, ex socio de Urdangarin, fue condenado a ocho años y medio de cárcel por cinco delitos de corrupción.
Un hito
El fiscal Anticorrupción de Baleares, Pedro Horrach, anunció tras conocer el fallo del llamado “Caso Nóos” que valorará “casi de forma inmediata” si pide el ingreso en prisión de Iñaki Urdangarin y de Diego Torres. El exministro y expresidente del gobierno regional de Baleares Jaume Matas fue condenado a tres años y ocho meses de cárcel, así como a siete años de inhabilitación por el mismo caso.
La resolución judicial supone un hito, puesto que hasta ahora ningún miembro de la familia real se había tenido que sentar en el banquillo al verse envuelto en un proceso judicial. Nadie podía imaginar algo así cuando Urdangarin, por entonces uno de los jugadores más destacados de balonmano en España, contrajo matrimonio con Cristina de Borbón el 4 de octubre de 1997 en Barcelona.
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Nacido en la localidad vasca de Zumarraga el 15 de enero de 1968, Urdangarin saltó a la fama en su faceta de deportista en el equipo de balonmano del Barcelona y, en mayor medida, cuando ganó con España la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1992. Penúltimo de siete hijos de Juan María Urdangarin, un ingeniero industrial fallecido en mayo de 2012, y Clara Liebaert, pasó su infancia y juventud en Barcelona, adonde su padre fue trasladado por motivos de trabajo.
Tras un paréntesis de dos años en la ciudad vasca de Vitoria, regresó a Barcelona a los 18 años para estudiar Empresariales y compatibilizar los estudios con el balonmano. En 2000, tres años después de casarse con Cristina, puso fin a su carrera deportiva. Al año siguiente, empezó a trabajar como director del rea de Planificación y Desarrollo de Octagon Esedos, una empresa de “márketing deportivo”, y en 2003 pasó a ocupar el mismo cargo en la matriz, el grupo Motorpress Ibérica.
Entre medias, Urdangarin aprovechó su reputación para convertirse en miembro del Comité Olímpico Español, en donde llegó a ser vicepresidente primero entre febrero de 2004 y 2005.
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