Tras el incremento del 8.25 por ciento en la paga mínima de los trabajadores en Nicaragua, Roberto González, secretario general de la Central Sandinista de Trabajadores (CST), hizo un llamado al Gobierno Central para que haya más control en los precios de los productos que componen la canasta básica.
González expresó que ese control de parte de las instancias gubernamentales será necesario, “porque siempre que aumenta el salario mínimo de la fuerza laboral se viene una ola alcista en diferentes productos y servicios que hacen insuficiente la acción”, manifestó.
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Al finalizar la Mesa Nacional del Salario Mínimo, González se mostró “inconforme” con el ajuste logrado de forma tripartita entre la empresa privada, gobierno y los mismos sindicatos. “No estamos conformes, pero estamos aportando a que los trabajadores generen al incremento económico del país y la paz social”, dijo el sindicalista.
Al ser consultado el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, sobre el salario mínimo y un posible incremento en los productos de la canasta básica, este respondió con una pregunta: “¿Cómo podría ser posible ese efecto? tomando en cuenta que Nicaragua es de los pocos países que cuentan con subsidio a productos alimenticios de su cesta básica”.
“Creo que lo primero que tenemos que hacer es reconocer que es una recuperación para el poder adquisitivo de los trabajadores que se convierte en un beneficio multiplicador para todos los sectores”, expresó Aguerri.
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Y aunque la ministra del Trabajo Alba Luz Torres brindó unas palabras en conferencia de prensa, se fue del salón sin permitir que la prensa independiente la abordara al respecto.
Acuerdo fue “un logro”
Una de las constantes entre los sindicatos sandinistas, la ministra del Trabajo y los mismos empresarios, fue que ese acuerdo era en beneficio de los trabajadores.
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El sindicalista y diputado sandinista José Antonio Zepeda, fue uno de los primeros que al ser abordado dijo que el incremento salarial era “un logro para los trabajadores”, contrario a González, quien dijo que esa cifra era insuficiente para la clase que ellos representan.
A lo que Zepeda respondió: “Aquí estamos todas las organizaciones y siempre habrá inconformidad porque siempre aspiramos a más. Aquí lo importante es que estamos garantizando el empleo y la inversión en el país”.
Instrumento político
El sociólogo Cirilo Otero considera que si bien la política del salario mínimo es un derecho adquirido por los trabajadores, el problema es que en la última década los ajustes se han convertido en un instrumento con fines políticos, cuyos aumentos no tienen fundamentos económicos claros, expresó recientemente a LA PRENSA.