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“Es tal el temor de los indígenas afectados que han decidido abandonar sus hogares ante la certeza de que serían atacados”, sostiene Cejudhcan en una carta entregada al nuncio Fortunatus Nwachukwu. LA PRENSA/ARCHIVO

“Es tal el temor de los indígenas afectados que han decidido abandonar sus hogares ante la certeza de que serían atacados”, sostiene Cejudhcan en una carta entregada al nuncio Fortunatus Nwachukwu. LA PRENSA/ARCHIVO

Desgarrador llamado de auxilio de los miskitos

“Estamos viviendo los momentos más difíciles de nuestra vida, angustiados de muerte, temor, terror y hambre”. Lo anterior es un extracto de la carta leída en público por Ramos Astin, representante indígena de Francia Sirpi, territorio Wangki Twi Tasba Raya, en presencia del nuncio Fortunatus Nwachukwu.

“Estamos viviendo los momentos más difíciles de nuestra vida, angustiados de muerte, temor, terror y hambre”.

Lo anterior es un extracto de la carta leída en público por Ramos Astin, representante indígena de Francia Sirpi, territorio Wangki Twi Tasba Raya, en presencia del nuncio Fortunatus Nwachukwu, durante su visita a finales de enero.

La intención era que la carta llegara a manos del papa Francisco.

En la misma, los comunitarios de ese territorio exponen lo que ha significado para ellos la resistencia por la invasión de sus territorios. En total —señalan en la carta—, han sido 39 casos, en los cuales contabilizan cuatro muertos, además de víctimas que han quedado heridas, secuestradas y desaparecidas.

Los problemas más sentidos

“Por anomalías que nos hace el Estado de Nicaragua, pedimos auxilio a las naciones involucradas en la democracia (…) que nos ayuden a exigir al Estado de Nicaragua para que cumpla con la quinta etapa de demarcación que es la etapa del saneamiento”, piden los miskitos en la carta leída por Astin.

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La carta —aclaran— tiene como fin exponer los problemas más sentidos que afrontan los miskitos de ese territorio en cuanto a la afectación de la propiedad comunal “como factor principal de generación de conflictos e implicaciones en la vida de los comunitarios”.

Y menciona que la existencia de los pueblos indígenas está consignada en la Constitución Política, la que establece entre otros puntos, “desarrollar nuestra identidad cultural, nuestros asuntos locales, mantener y desarrollar nuestra identidad cultural, tener nuestra forma propia de organización y administración, nuestros asuntos locales, mantener las formas comunales de nuestra tierra, y al goce, uso y disfrute, todo de conformidad con la ley”.

Estado no cumple leyes, dicen indígenas

Sin embargo, refieren los indígenas en su misiva: “Todo eso solo existe en las leyes escritas engavetadas y no cumple sus propias leyes el Estado de Nicaragua”.

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Explican que su lucha y su demanda por ser escuchados las vienen realizando desde el 2005, desde cuando se han internado “los diferentes invasores de tierra” en su territorio “y nos han creado situaciones de violencia en nuestras comunidades”, lo cual ha incidido en problemas de inseguridad alimentaria y ciudadana.

A su vez, ha provocado el desplazamiento de muchas personas que han salido de sus comunidades y refugiado en Waspam y Puerto Cabezas.

En tanto, los indígenas miskitos que permanecen en sus comunidades han dejado de sembrar y pescar, en la parte sur de río Wawa, donde se ubica el asentamiento de los colonos que han invadido su territorio.

“Hemos manifestado al Estado de Nicaragua que desaloje a los invasores de tierra, porque queremos trabajar y darles de comer a nuestros hijos que hoy están en sufrimiento de hambre, violaciones a mujeres, amenazas, hombres baleados, muertos, desplazados etc.”, leyó Astin.

Cejudhcan pide al nuncio que informe al papa

Cejudhcan entregó al nuncio durante su visita a las comunidades de Waspam, un documento con los antecedentes de la violencia que sufren las comunidades indígenas y le solicitan que ante la gravedad de los hechos informe al papa Francisco sobre la violencia que viven en el Caribe Norte.

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Sin embargo, el jueves, el nuncio dijo a LA PRENSA que mantiene la posición de que tanto miskitos como colonos deben deponer la violencia para obtener la paz. “Los métodos de violencia, las armas de violencia no conducen a la solución pacífica”, sostuvo el nuncio.

Cejudhcan le explica al nuncio en el documento entregado que aunque el conflicto inició desde el 2007, fue a partir del 2015 que los hechos de violencia han incrementado “generando una situación alarmante de violencia en la región” , la que afecta a más de 50 comunidades de las cuales 12 de estas se encuentran en alto riesgo, pero sobre todo en los territorios de Wangki Twi Tasba Raya, Wangki Li Aubra y Wangki Lilamni. Los ataques con armas de fuego realizados por “terceros”, dice Cejudhcan, han dejado 32 personas asesinadas, 41 lesionadas, 22 secuestradas y 4 desaparecidas en toda la Costa Caribe.

Y le piden que inste a las autoridades competentes que investiguen la totalidad de los hechos descritos en este informe y que procedan a identificar, sancionar y juzgar a todos los responsables, tanto intelectuales como materiales.

Defensores también

El Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (Cejudhcan), también entregó una carta al nuncio Fortunatus Nwachukwu a través de la cual le informan que la situación en las comunidades indígenas es muy tensa. “Y tememos que el conflicto pueda alcanzar una escala incontrolable”, dice Cejudhcan en la carta que también expresa cómo esta situación alcanza a los defensores de los indígenas.

“Vivimos en una situación permanente de riesgo en la realización de nuestro trabajo. Esta afirmación no se basa únicamente en la violencia generalizada de la región, sino en amenazas concretas, difamación, hostigamiento y obstáculos a nuestra labor”, explica Cejudhcan en la carta.

“En numerosas ocasiones hemos denunciado estos hechos ante autoridades nacionales e internacionales, pero las autoridades del Estado de Nicaragua, no han tomado acciones para detener la violencia y evitar nuevos ataques”.

Colonos organizados

Cejudhcan le entregó al nuncio Fortunatus Nwachukwu un documento en el cual le explican que es evidente que los colonos se encuentran organizados, armados y tienen la capacidad de actuar como ha sucedido en varias ocasiones. “Es tal el temor de los indígenas afectados que han decidido abandonar sus hogares ante la certeza de que serían atacados”, sostiene Cejudhcan en el escrito.

“Esta situación de desplazamiento les expone y reiteramos, ocasiona una vulneración a sus derechos”, expone Cejudhcan.

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