La miel con leche o con té de limón caliente es una de las recetas que no falta en la farmacia de las abuelas y es probable que alguna vez haya intentado curar la gripe con ella. ¿Le ha funcionado? Si no es así, tiene una explicación.
María del Carmen Seijo, miembro del Departamento de Biología Vegetal en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Vigo, España, explicó a El País: “La miel no tiene un efecto descongestivo en las vías respiratorias. Sí es cierto que en tos seca de carácter irritativo disminuye el reflejo de la tos, aunque el mecanismo por el cual afecta a este reflejo no es bien conocido”. En conclusión, afirma la publicación, las propiedades que la miel tiene para la tos seca no son suficientes para curar el trastorno de un catarro.
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