Cirilo Errington era la respuesta obvia al inicio de la década de 1970, a la consulta sobre el mejor bateador del país. Luego irrumpió Pedro Selva y casi a la par Ernesto López, el dúo de cañoneros más temible que ha desfilado por el beisbol nacional.
Errington bateó cuando nadie más lo hacía, hasta que asuntos disciplinarios le impidieron seguir creciendo. Selva en tanto, atrapó cuatro triples coronas y se convirtió en el primer gran bambino pinolero.
Ernesto elevó los patrones en jonrones (42) y remolques (117) y sigue convertido en una referencia nacional. Sus 319 jonrones son la cifra máxima en Nicaragua.
En los años ochenta se vio el salto de Julio Medina y la consolidación de Ariel Delgado, hasta desembocar después en Nemesio Porras, el artillero más dominante de todos los tiempos a nivel local, pese a la presión del formidable Henry Roa, un bateador puro que forjó un gran historial.
Mientras Medina era el bateador de contacto por excelencia, Delgado creció como artillero de fuerza, pero fue Porras, con seis títulos de bateo, entre ellos cinco sobre .400, quien dominó en los siguientes 15 años.
Y ahora, ¿quién es el mejor bateador del país? Con Jimmy González en reposo, da la impresión que el debate se reduce a Darrell Campbell, Renato Morales y Ofilio Castro, bateadores de notable trascendencia, sin subestimar a Jilton Calderón.
Aun cuando Renato fue el campeón de bateo (.417) del pasado torneo, superando en cerrado duelo a Ofilio (.415) mi escogencia es Campbell, el Fantasma del Caribe, quien viene de un “mal año”. Solo bateó .384, si consideramos que tuvo .413 en el 2013, ,434 en 2014 y .430 en 2015.
A sus 35 años, Campbell es un bateador en plena madurez, que no ha perdido la esencia de su agresividad, pero es más paciente y más selectivo. Ahora recibe más bases que ponches, sin afectar sus altos porcentajes.
Renato es un poco más joven que Campbell (32 años) y viene en ascenso. De .345 en 2013, subió a .358 en el 2014, antes de elevarse a .404 en el 2015 y coronarse líder de bateo el año pasado con .417. Es también un bateador más preciso ahora.
Ofilio tiene también 33 años y ha bateado sobre .400 en dos de las pasadas cuatro campañas. Parece en plenitud de forma y debe ser de nuevo, un candidato fuerte al título de bateo. Es un bateador de líneas hacia la banda contraria y resulta muy productivo en sus equipos.
Entre Campbell, Renato y Ofilio, ¿con quién se queda usted?