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teatro González
Juan Velásquez Molieri

Sandino: un archivo todavía secreto

Durante décadas ha habido un silencio alrededor de la develación del autor intelectual del asesinato contra el general Sandino. Se ha divulgado que fue el general Somoza García, pero sospechas e investigaciones llevan a volver el ojo hacia el secretario de Guerra de los Estados Unidos, Henry L. Stimson.

Stimson fue enviado a Nicaragua por el presidente Calvin Coodlidge para cesar la guerra civil e imponer la paz. El acorazado que trajo a Stimson atracó en Corinto el 17 de Abril de 1927;  se desplazó entre Managua y León para iniciar conversaciones con los actores locales. Estos eran el ministro de Estados Unidos (EE. UU.) y el comandante de las tropas Charles Eberhard y Julian Latimer, respectivamente; el presidente Adolfo Díaz; los liberales Manuel Cordero Reyes, Rodolfo Espinoza y Leonardo Argüello, delegados del general José María Moncada, y este.

El 28 Stimson visitó León; nunca se sabrá cómo conoció al joven Anastasio Somoza. Como fuere, este causó una agradable impresión a Stimson. Quizá Somoza —sobrino de Moncada— ofreció a Stimson conectarlo con su tío y llevarle el plan de paz. Este plan incluía: tolerancia liberal al gobierno de Díaz hasta su final; elecciones vigiladas por EE. UU. en 1928; amnistía a los rebeldes y pago de diez dólares por fusil entregado; creación de una Constabularia, precursora de la Guardia, y la salida de las tropas de EE. UU.

El 4 de mayo de 1927 en Tipitapa, reunidos media hora bajo un Espino Negro, Stimson y Moncada “se arreglaron”. No hay fuentes que revelen que Somoza fue traductor en estas conversaciones; quizá estuvo presente, aunque no se ve en los deteriorados daguerrotipos. Somoza era sobrino del general Moncada y de uno de los delegados de este, el doctor Manuel Cordero Reyes.

En el gobierno del general Moncada el doctor Sacasa había sido embajador de Nicaragua en los EE. UU., por deseo de su amigo Stimson. Tras la paz impuesta Stimson regresó a Washington y fue recibido apoteósicamente como el “pacificador” de Nicaragua. En Nicaragua asumió otro diplomático, Arthur Bliss Lane.

Sandino rehusó el desarme y desde el 4 de mayo de 1927 se internó en sus “agrestes montañas” a combatir. El 2 de enero de 1933 el último pelotón de los “marines” salió de Nicaragua y Sacasa tomó posesión de su gobierno.

El desafío de Sandino al poderío de Washington ridiculizaba el plan de paz de Stimson y no era posible que un general “de dedo” lo pusiera en aprietos; las espeluznantes noticias de los 136 “marines” caídos en combate y las fotografías de sus cadáveres, asombraban al pueblo estadounidense. De pacificador, Stimson pasaba a ser un tonto de capirote Sandino vino a Managua el 2 de febrero, el 20 de noviembre de 1933 y el 16 de febrero de 1934. Clausurada toda opción de tolerancia el 21 Somoza visitó tres veces al ministro Bliss; a eso de las 6:00 de la tarde convocó a 12 oficiales, a quienes indicó firmar la sentencia de muerte contra Sandino.

Les dijo que llegaba de la legación americana y que el ministro Bliss estaba de acuerdo en eliminar a Sandino. Nunca será comprobado si esto fue cierto o una mentira. El jefe de Bliss era el secretario de Estado, Henry L. Stimson, futuro secretario de Guerra del presidente Truman.

Nunca se sabrá si hubo o no autor intelectual del asesinato contra Sandino. La visión histórica devela solo sospechas sobre los señores Bliss y Stimson. El drama colocó a Sacasa como el queso; a Sandino como el ratón y a Somoza como el sicario. ¿Quién fue el ratonero, Bliss o Stimson? Nunca se sabrá.

El autor es abogado y notario.

Opinión Nicaragua Sandino archivo
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