La falta de inversión en saneamiento y el descontrol sobre el destino de las aguas residuales, son un atentado contra la salud pública, pues además que se pueden dar focos de contaminación, la infiltración de esta agua al subsuelo es un peligro para los campos de pozos, sostuvo Ruth Herrera, expresidenta de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillado (Enacal).
“La poca agua que nos queda en el subsuelo puede ser contaminada y yo tengo la preocupación que ya hay pozos contaminados porque hay asentamientos que tienen letrinas, casas que tiene fosas sépticas, que se han asentado sobre suelo de roca fracturada, que tiene amplia permeabilidad de tal manera que puede llegar a la reserva subterránea de agua. En el caso de la subcuenca tres hay varias urbanizadoras con plantas de tratamiento sin mantenimiento”, dijo Herrera.
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Sergio Gámez, miembro de la Red de Agua y Saneamiento de Nicaragua (Rasnic) manifestó que además que hay poca inversión en alcantarillado sanitario, las zonas donde las familias tienen acceso no se conectan a la red, porque la conexión resulta cara.
“La mayoría de las casas tienen los baños, lavaderos al fondo del patio y conectarse a la red requiere de hacer zanja y si todo está construido eso implicaría romper el piso de la sala hasta conectarse, eso requiere una inversión de unos mil dólares o más”, explicó Gámez.
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Según el estudio “El estado del saneamiento en Nicaragua” realizado por Water and Sanitation Program, se necesita de un saneamiento integral donde se evalúe la disposición excreta, aguas grises, manejo de desechos sólidos y hábitos de higiene.
Poco esfuerzo
En un informe sobre saneamiento de la Red de Agua y Saneamiento de Nicaragua (Rasnic), da a conocer que los esfuerzos de las instituciones públicas, agencias de cooperación y ONG en el tema de saneamiento, han sido poco sostenibles, debido a las acciones limitadas en infraestructura y campañas aisladas.
Este estudio revela que el país tiene una cobertura del 32.3 por ciento de alcantarillado sanitario, de 10.5 por ciento de fosas sépticas, de 53.3 por ciento de letrinas y un 3.9 por ciento tiene acceso a ninguna de estas opciones.
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