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Luciano Garcia presidente de Hagamos Democracia. Foto/LA PRENSA/Archivo

Luciano Garcia presidente de Hagamos Democracia. Foto/LA PRENSA/CARLOS VALLE.

Luciano García: “Hay un Estado fallido”

Exconcejal de Managua asume el mando de Hagamos Democracia.

En estos días que se cumplieron 27 años del triunfo electoral de Violeta Barrios de Chamorro (1990-97), Luciano Rafael García Mejía, mejor conocido como “Chanito” en el ámbito político y empresarial, recordó la importancia de los procesos electorales en la historia del país.

García y sus hermanos fueron de los miles de jóvenes que salieron del país en los años ochenta, durante el primer gobierno sandinista, para evitar el reclutamiento en el servicio militar obligatorio.

En 1996 regresó a Nicaragua y por primera vez se integró a una organización llamada Hagamos Democracia (HD), de la que luego se separó para incursionar en política. Fue candidato a diputado opositor en 2006 y dos años después se convirtió en concejal de Managua por el Partido Liberal Independiente (PLI) para el período 2009-2012. En los comicios municipales de 2008 se denunció un fraude a manos del Consejo Supremo Electoral, perpetrado para beneficiar al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).

El exconcejal Luciano García, ahora es presidente de Hagamos Democracia. LA PRENSA/CARLOS VALLE
El exconcejal Luciano García, ahora es presidente de Hagamos Democracia. LA PRENSA/CARLOS VALLE

Como concejal opositor, García fue perseguido por el oficialismo. Denunció la malversación de los recursos municipales. En un informe de 2014, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) citó su caso como un ejemplo de “criminalización de la difamación” y reseña que fue condenado a pagar veinte mil dólares por injurias y calumnias.

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La semana pasada García asumió la presidencia de HD, un organismo de la sociedad civil que promueve la democracia, que instó al voto a la ciudadanía en 2016, pese a que se sacó del juego electoral a la oposición con un fallo judicial instrumentalizado por el Ejecutivo sandinista.

¿Por qué regresa en este momento?

Estaba viendo la situación de deterioro institucional. Comencé a notar que el país estaba cayendo en un crisis seria, donde el sistema del Estado está colapsado, y cuando eso pasa, y vos tenés una vocación demócrata, vos te preguntás: ¿cómo hago para retomar el rumbo de la recomposición del Estado? Ahí uno tiene varios caminos. Uno, puede volverse a meter a los partidos políticos, esa es una opción, pero yo no quería. Yo estaba cansado, agotado, creo que los partidos políticos han perdido mucha credibilidad. Veía muchos pleitos. Por esa desunión es como estamos.

Entonces, yo dije: ‘Voy a volver donde nací’. Para mí, Hagamos Democracia es una institución donde siento que puedo ayudar mucho a mi país, porque no estoy pidiendo absolutamente nada a cambio, ni tampoco quiero buscar que HD sea un trampolín político. Una de las grandes riquezas de Hagamos Democracia es su libertad de poder expresar las ideas y el respeto que uno tenga sobre las ideas de los otros.

¿Cuál es el reto?

El gran reto es articular en la población, en general, una sola voz, porque yo lo que siento es que hay muchas voces difusas. La gente está confundida, no entiende un montón de situaciones que están pasando. Entiende lo básico: entiende que no hay elecciones libres y entiende que hay un Estado fallido, pero en ese laberinto no entiende un montón de situaciones de cómo arreglarlo.

Todo mundo cree que tal vez el método más fácil y sencillo de arreglarlo es ir a una elección, pero yo creo que ir a una elección no va a sustituir la recomposición de un Estado; va a ayudar, pero hay un montón de leyes que se han quitado en este país, que se han obviado o que no han querido poner en práctica y por eso estamos como estamos

¿Qué es lo más importante que hay que hacer?

Promover, mediante diferentes proyectos de información y de investigaciones, el restablecimiento del Estado de Derecho. Queremos dotar de diferentes herramientas necesarias a los ciudadanos y sobre todo también que nos ayuden las otras organizaciones de la sociedad civil para promover, derogar, reformar leyes, decretos, acuerdos, reglamentos y disposiciones que puedan regir a todos los nicaragüenses en un Estado derecho como tal. Lo que nosotros estamos viendo ahora es un Estado fallido.

¿Qué opina sobre participar en las próximas elecciones municipales en el actual contexto (2017)?

Cuando tenés un colapso en el sistema electoral, te duele que no existan condiciones para que podás elegir. Entonces, para mí —porque este tema no ha sido analizado por la Directiva—, el tema de las elecciones es bien delicado. Yo soy fiel creyente de que es a través de elecciones honestas y transparentes que podés llegar a hacer los cambios que se necesitan en este país. Sin embargo, en este momento yo no veo condiciones para elecciones libres, empezando que el año pasado hubo una elección en la que no se respetó la Constitución y se eligió a un presidente y a su esposa, algo que para nosotros los nicaragüenses es casi inaudito que seamos los número uno en elegir a una pareja presidencial.

¿Cuál es su opinión de que HD promovió el voto el año pasado?

(Las elecciones) tenían vigencia hasta junio del año pasado que le quitaron la personería jurídica (del PLI a Eduardo Montealegre), pero (promover el voto) fue una decisión de los partidos que ya estaban enrumbados y decidieron continuar adelante. La posición de Hagamos Democracia fue bien complicada, la posición de don Róger (Arteaga, anterior presidente de HD). Pero yo creo que también fue un tema de visión institucional, y es que ellos no iban a renunciar a que la gente fuese a votar. Y en eso yo creo que toda la población nicaragüense estaba dividida y después se demostró que un setenta por ciento de la población decidió no votar.

Desde que le quitan la personería jurídica a Montealegre y quitan a los diputados, entonces se da una confrontación en los que no están de acuerdo cómo maneja este gobierno Daniel Ortega y su señora. ¿Qué es lo que pasa? Hay dos ideas: no te presentés a la elección; y la otra es: nunca perdás el derecho (a votar). Hagamos Democracia tomó la decisión de apoyar esto. No lo veo catastrófico. Es positivo, porque realmente se respetó eso, y yo creo que la junta directiva tomó esa decisión, pero a solicitud también de los partidos participantes. Yo no puedo juzgar si fue correcto o incorrecto, lo que sí te puedo decir es que el esfuerzo sí tiene validez (pero) en el contexto en que se da sí tiene sus debilidades.

¿Fue a votar el año pasado?

No, no fui a votar.

¿Cómo va a separar la trayectoria política que tiene y su trabajo en la sociedad civil?

No tengo ninguna militancia en ningún partido. Tengo más de cuatro años de estar totalmente alejado de la vida pública. Y por último, es la decisión personal que tengo de estar en la sociedad civil.

¿Qué es lo que puede hacer desde la sociedad civil para cambiar las cosas?

Si vos me preguntás cuál es mi sueño, yo te diría que cerrar los ojos y levantarme mañana pudiendo ir a votar libremente, con una observación espléndida, con unos partidos democráticos, con buenas propuestas y salir de ahí a mi casa, sabiendo que mañana mi trabajo, aunque trabaje para el Estado, está seguro gane quien gane; y que si tengo un pleito legal, el día de mañana la ley se va a ajustar no por amiguismos, sino que se va a ajustar porque verdaderamente se hace justicia. Ese es mi sueño. ¿Cómo hacerlo? Trabajando ¿Cómo se trabaja? Con proyectos, con gente creíble, con gente de solvencia moral, con ejemplo, con dedicación y con desprendimiento, porque yo creo que utilizar a una institución para una plataforma política, no solamente daña mi credibilidad, sino también daña a la propia institución.

¿Qué se puede hacer desde HD por el país?

Hagamos Democracia ha estado íntimamente ligada en áreas de formación de la sociedad civil en temas democráticos y siempre se ha involucrado en los procesos electorales, en observación y en temas de capacitaciones. Por lo menos en mi época (inicial, 1996) nosotros ejecutamos capacitación a los fiscales del MRS (Movimiento Renovador Sandinista), a los fiscales de la ALN (Alianza Liberal Nicaragüense) y a otras organizaciones políticas, incluso al Frente (FSLN) se le ofreció capacitación, pero ellos no quisieron.

¿De qué se trataban las capacitaciones?

Eran capacitaciones para la defensa del voto. Trabajamos de la mano con el Consejo Supremo Electoral, cuando esta institución permitía que las organizaciones de la sociedad fueran partícipe de todos los procesos electorales, en observación y capacitación. Ya estaba don Roberto (Rivas, presidente del actual tribunal electoral), con quien trabajábamos sin problemas. Hacíamos las capacitaciones con los manuales que el CSE nos daba.

¿Qué lo ha motivado a organizarse, participar en política y ahora en la sociedad civil?

Me motiva mi experiencia en el exilio. Yo cuando viví en el exilio me juré a mí mismo que nadie iba a poder decidir por mí el destino de mi vida y tristemente aquí hubo un gobierno que decidió por los nicaragüenses. (Se refiere al primer gobierno sandinista). Nosotros tenemos que buscar cómo decidir nuestros destinos y que nadie nos lo imponga, y ese es el motor que me ha motivado. La otra cosa es el corazoncito de uno (porque) yo siempre desde chavalo fui apasionado con mi barrio y con mi entorno, y me parece que eso caló mucho a la hora de organizarme. Era una parte bien alegre de querer compartir con otra gente que tiene diferentes maneras de pensar.

¿Qué recuerda de su vida fuera del país?

Fue una época bien dura, primero porque salí a los 17 años a rodar, por decirlo así. Sin rumbo y con rumbo a la vez. Sin rumbo porque primero era la vida. A muchos de nosotros nos sacaron porque nuestros padres no querían que fuéramos a la guerra. Llegué a hacer mi cuarto y quinto año (de secundaria) a Costa Rica, y allá estudié la universidad. Fue una época dura porque después de tener tu ambiente, tu casa, tus padres, llegamos a una situación precaria económicamente. Éramos seis hermanos. Mi papá y mi mamá se quedaron aquí, y apenas nos mandaban para comer y sobrevivir; una época donde aprendí muchísimo a valorar a mis padres, mis principios, preservar a mi familia. Mi papá y mamá nos llamaban todos los sábados y los domingos. La pasión y el amor de ellos por nosotros siempre estuvo allí, y muy triste, porque fueron navidades tristes. Lo que más recuerdo y posiblemente lo que más me golpea fueron las navidades sin familia.

¿Tiene algún recuerdo de cuando ganó las elecciones Violeta Barrios de Chamorro?

El día que ganó doña Violeta Barrios (25 de febrero de 1990) fue bien feliz para nosotros, porque en el apartamento donde vivíamos llegaban muchos nicaragüenses, entonces todo ese día organizamos una carne asada hasta el día siguiente (duró) la celebración. Nos veían como locos los ticos cuando en la mañana del día siguiente nosotros salimos a la calle a celebrar el triunfo de doña Violeta. Éramos tal vez unos 15 o veinte nicaragüenses y fue un día alegrísimo para nosotros. Nos cambió la vida a todos.

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Plano personal

Luciano García es ingeniero agropecuario administrador, graduado en Costa Rica. Tiene 50 años, está casado y tiene dos hijos. Entre sus familiares más conocidos están Anastasio Somoza García, primo hermano de su padre. Y el caudillo conservador Emiliano Chamorro, quien se casó con una tía de la abuela materna del exconcejal.

Política Hagamos Democracia Luciano García Nicaragua archivo

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