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Los problemas auditivos afectan a 32 millones de niños en el mundo. LAPRENSA/CORTESÍA

Problemas de audición leve no son diagnosticados

Los daños auditivos leves son una de las causas de bajo rendimiento académico de algunos niños, ya que estos pequeños perciben suficientes sonidos para aprender a hablar pero no son capaces de procesar la información.

Cuando un niño cumple su primer año de vida debe pronunciar entre cinco y 12 palabras, al año siguiente 300 unidades. Si no lo hace, el pequeño puede tener un daño auditivo, problemas neurológicos o Trastornos del Espectro Autista (TEA).

Según la doctora Natalia Popova, especialista en Procesos Auditivos Lingüísticos, en Nicaragua muchos padres de familia perciben que sus hijos tienen problemas auditivos hasta que observan daños profundos. En cambio, las pérdidas auditivas leves son difíciles de detectar y en la mayoría de los casos se hacen diagnósticos erróneos.

Actualmente el cinco por ciento de la población mundial (360 millones de personas) padecen pérdida de audición discapacitante según la Organización Mundial de la Salud (OMS) de estos 32 millones son niños.

“Si esa pérdida auditiva (leve) fuera detectada tempranamente, antes de los dos años por lo menos, ese niño con el uso de un audífono adecuado y con una educación auditiva verbal –esa educación orientada al desarrollo del lenguaje– podrían ser absolutamente parlante para primer grado en cualquier escuela y probablemente sin problemas de aprendizaje”, explicó Popova.

Y es que los daños auditivos leves son una de las causas de bajo rendimiento académico de algunos niños, ya que estos pequeños perciben suficientes sonidos para aprender a hablar pero no son capaces de procesar la información.

“Hay niños que son inquietos muchas veces, con problemas de aprendizaje, con déficit de atención y realmente es que no oyen bien”, manifestó la pedagoga.

Aunque en Nicaragua no se conocen las estadísticas sobre las personas que padecen deficiencia auditiva, en 2015 el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (Inss) entregó 903 audífonos valorados en 500 dólares cada uno, según el anuario estadístico de esa institución.

Sin embargo, la doctora Popova explica que el audífono no es suficiente para que un niño con daños auditivos pueda aprender a hablar, ya que este debe ir acompañado de una “educación auditiva verbal”.

Lea además: Buscan escuela para ciegos y sordos en Estelí

Nacionales Natalia Popova salud Terapia lingüistica archivo

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