Recientemente visité Ciudad de México y disfruté su deliciosa gastronomía. Comí mole negro con camarones, sopa, pozole, nopal y tacos.
El nopal, rico en calcio y potasio, ayuda a evitar retención de líquidos en el cuerpo. Contiene antioxidantes y fibra, funciona como digestivo natural.
El mole negro, uno de tantos tipos de mole, se prepara con variedad de chiles y tomates, ajonjolí, maní, almendras, nuez moscada, canela, orégano, tomillo, anís, otras especias y chocolate de metate, un chocolate artesanal, molido en piedra sin azúcar añadida.
La base de la comida mexicana son el maíz y frijoles con chiles, tomates, aguacates, cacao y especias. Combinación nutricionalmente adecuada, maíz fuente de carbohidratos, frijoles, alimentos energéticos y proteicos, aguacate, grasa saludable, aporta vitaminas, minerales y antioxidantes junto con los demás ingredientes.
La comida mexicana tradicional es saludable, pero actualmente existen modificaciones culinarias con mucha grasa y bebidas azucaradas. El consumo excesivo de estos alimentos dio como resultado altas tasas de obesidad y mala fama a la comida mexicana.
Recordemos que en 2010 Unesco declaró la cocina mexicana como patrimonio inmaterial de la humanidad por considerarla “…un modelo cultural completo que comprende actividades agrarias, prácticas rituales, conocimientos prácticos antiguos, técnicas culinarias y costumbres y modos de comportamiento comunitarios ancestrales”.