El cirujano de trasplantes Silvio Rodríguez asegura que, tomando en cuenta las tasas de mortalidad por insuficiencia renal crónica en Nicaragua, debería de iniciarse la donación de órganos de cadáveres humanos, aprobadas en la ley, pero sin que se practique.
La ausencia de trasplantes de cadáveres se debe a la falta de una reglamentación por el Ministerio de Salud a la Ley de donación y trasplante de órganos, aprobada en 2013. La donación cadavérica, a criterio del doctor Rodríguez “sería ideal porque son riñones que se están perdiendo y podrían salvar vidas”.
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El médico y exdiputado miembro de la comisión de salud en la Asamblea Nacional, Armando Herrera, explicó que quien debe encargarse directamente de la reglamentación de la ley es el Ministerio de Salud. Por otro lado, Herrera asegura que aún reglamentándose, se necesitaría una mayor inversión en el sector salud para los trasplantes de donantes cadavéricos, porque en el país no hay condiciones para que estos se realicen.
“Por ejemplo, habría que hacer inversión en salud en métodos de conservación de los órganos, porque no existen, y para eso se necesita más presupuesto y obviamente no se le está dando mucho énfasis en ese sentido al trasplante de órganos”, dice.
Herrera también manifestó que como segunda instancia el Colegio de Médicos podría incidir en la reglamentación de la ley, pero asegura que el ahora presidente de la Asamblea Nacional Gustavo Porras, y también secretario general de la Federación de Trabajadores de la Salud, “introdujo en la Corte Suprema de Justicia un candado para bloquear la formación del Colegio Médico”.
INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA EN NICARAGUA
Para el doctor Silvio Rodríguez, las leyes deben ajustarse a la realidad del país. La tasa de mortalidad por insuficiencia renal crónica en Nicaragua es del 46 por ciento, la tasa más alta en Mesoamérica, seguido por El Salvador; a pesar de la alarmante cifra, cada año en Nicaragua se realizan apenas unos cinco trasplantes de riñón.
“El índice de trasplantes que se hacen en este país es bajísimo para la necesidad que hay. Estamos hablando de pacientes que están en hemodiálisis, aproximadamente dos mil. Es una situación de salud pública”, explica el nefrólogo Alfonso Zamora.
DONANTE CADAVÉRICO
Médicamente hablando, el concepto de muerte cambió. Un paciente no está muerto cuando su corazón deja de latir, sino cuando el cerebro está muerto.
Si una persona con muerte cerebral se hubiese inscrito voluntariamente en el Sistema de Registro Nacional de Donación de Órganos, estipulado por la Ley de donación y trasplante, podría donar sus órganos a quien se escoja de la lista de pacientes a la espera de un órgano, a quien tenga mayor compatibilidad con el donante a través de una computadora.