Su inteligencia y liderazgo han sido claves para posicionarse en una esfera laboral donde los hombres eran y siguen siendo mayoría. También para demostrar que sus conocimientos en materia económica han sido vitales para fortalecer las capacidades de los representantes gremiales del sector empresarial.
María Germania Carrión llegó al Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) hace 11 años como asistente del departamento de Economía y hoy es su directora ejecutiva, cargo desde donde coordina cada aspecto que compete a la cúpula empresarial.
Estudió Administración de Empresas con énfasis en Finanzas y una maestría en Economía. Carrión cree que ponerle fecha a una posible reducción a la brecha de género en el sector empresarial es muy prematuro, pero que los esfuerzos están concentrados en el fortalecimiento de la educación y el empoderamiento.
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Su agenda de lunes a viernes se desarrolla en un estricto horario desde las 5:00 a.m. hasta las 11:00 p.m., pero los fines de semana están dedicados a su hija de 5 años, a quien considera su “milagro”.
Esto es parte del día a día de una de las principales impulsoras de la equidad de género en el país, cuyo primer empleo fue en un restaurante de comida rápida —donde le tocó hasta limpiar vómitos— y hoy es una de las personas que vela por el acercamiento de los empresarios y las nuevas generaciones.
¿Cuáles son las asignaciones que desempeña actualmente como directora ejecutiva del Cosep?
Me encargo de toda la parte operativa, logística, estratégica y administrativa. Veo todas las áreas de la institución como la comunicación, finanzas, apoyo el área legal y coordinamos la agenda de cada una de las personas que trabajamos aquí hasta la del presidente, que es el líder.
Veo todas las mesas de trabajo con el Gobierno. El trabajo interno como externo y los organismos con los que tenemos relación, así que por más que tengamos una agenda, constantemente se está cambiando, pero el horario es bastante dinámico.
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Somos una institución que desde que llegué se ha venido acompañando de jóvenes y por ende es bastante alegre y dinámica y el ambiente de trabajo es ameno. Hay muchísimos temas y aunque sea viernes tenemos mucho por hacer.
Uno de los aspectos que identifica su gestión en Cosep es la inclusión de más mujeres. Respecto a diez años atrás, cuando se integró, ¿cómo siente que está esa participación?
Si lo vemos a nivel de país hay muchas instituciones que están trabajando el tema de la equidad y hay más liderazgo femenino. Ya hay más empresas que tienen mujeres al frente. Hay más mujeres liderando organizaciones gremiales.
Tenés el ejemplo de un a mujer en la junta directiva de Faganic, y en ese sector solo había hombres. Esto no es un asunto de si se les da el espacio o no. Es el hecho que tengamos el deseo y que nosotras digamos: yo voy y yo quiero.
Nosotros hicimos una encuesta en 2015 y de las 2,539 empresas formales e informales el 32 por ciento de ellas están en puestos de dirección. Si esto es alto o bajo no te lo podría decir porque no hay un parámetro de comparación.
Lo que sí te puedo decir y que nos preocupa mucho es el tema de la educación en general, porque en la misma encuesta vemos que solo el 13.2 por ciento de las personas que están en las empresas han llegado a las universidades y un 7.5 por ciento de ellos no tienen ningún tipo de estudio. Y tanto hombres como mujeres son los padres de una niñez que es el futuro.
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El punto es ¿qué vamos hacer? si queremos que más mujeres participen tenemos que trabajar por la educación y no podemos hacer crecer un país si no crecen las empresas. Y no podemos hacer crecer las empresas si no mejoramos la calidad de la educación.
El tema no es solo la participación de la mujer, si lideran las empresas o no. Lo que tenemos que hacer es mejorar el entorno. Recientemente se nos dio en el Mined (Ministerio de Educación) un espacio y hablábamos cómo en la mayoría de las empresas todavía tienen el sistema de papel. Y una de las constantes que la gente te dice es que no tienen los documentos y eso limita los accesos a créditos, porque para pedir uno se necesita tener todo en orden.
Ha mencionado el tema de la educación desde dos puntos de vista, uno de formación y otro como base financiera para los empresarios. Tomando en cuenta sus ejes de trabajo, ¿cuál es el panorama para las mujeres del país?
Nosotros en la agenda 20-20 tenemos cinco ejes de trabajo y tiene 51 medidas y en el tema de educación se trabaja en el sistema, talento humano e innovación. Para nosotros fue un hito histórico el hecho de sentarnos con autoridades del Ministerio de Educación que nos mostraran su plan de trabajo y que se instalaron cuatro mesas de trabajo.
Una es de tecnología educativa, infraestructura, empoderamiento y otras acciones. Cada mesa tiene su propia dinámica y ejes de trabajo y a partir de ello, habrán reuniones y una serie de acciones que se irán acompañando.
Por ejemplo en temas de capacitación y educación financiera, la pregunta es ¿cómo lo vamos hacer? entonces nos reunimos con el consejo de jóvenes y también lo hablamos. Otro ejemplo, en el tema de educación financiera funciona de varias formas y se debe ver desde la perspectiva del usuario, porque no es igual una mipyme que tiene diez mil dólares de ventas al mes que una que vende diez mil córdobas. No es igual otra que tiene su sistema contable en papel y otras que no. Al final hay que ver todo el abanico de usuarios.
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¿Cuáles son esos desafíos que deben enfrentar aquellas mujeres que quieren entrar en el mundo empresarial?
Primero son internos. El miedo de nosotras mismas al qué dirán. Al hecho de pensar qué van a decir, qué van a pensar. Nosotras mismas nos serruchamos el piso, quizá por envidia o celos. O el mismo miedo de ‘que voy a sacrificar el tiempo de mis hijos para trabajar’, o tiene que ver con la crianza con que fuimos moldeadas.
En cuanto a lo externo, es el hecho de llegar a una mesa y estar rodeada de hombres donde tenés que levantar la voz y entonces podés convertirte en la gritona o la marimacha para que te presten atención.
En su experiencia ¿cuál ha sido la clave para sobrevivir en ese espacio donde la mayoría son hombres?
(Ríe) Una prima me decía: “Siendo hija de militar, mi tío (su papá) es menos militar que vos”. Soy perfeccionista. Soy entregada. Soy incansable. Lo que me propongo, lo cumplo. Soy perseverante. El año pasado fue la primera ocasión que se realizaba un congreso de mujeres y líderes y eso dejó en evidencia el esfuerzo de las empresarias por visibilizar su aporte. Este año nuevamente.
Tomando en cuenta todas esas necesidades ¿qué están haciendo como sector empresarial?
Luego del congreso del año pasado se nos ha acercado bastante gente para exponernos sus metas y sueños y los hemos encaminado a las instituciones que ya están trabajando por el cumplimiento de esos objetivos. Conformamos el consejo de jóvenes como una opción que hacía falta y nos ayuda a tener una retroalimentación de ese segmento y es una forma de acercarnos.
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¿Cuánto podría llevar en Nicaragua reducir esa brecha de género en el ámbito empresarial?
No podría asegurarte.
Y tomando en cuenta las acciones que vienen haciendo, ¿en qué plazo podría ser?
Ese es un tema no solo de Nicaragua sino de todo el mundo. Datos de la ONU Mujeres muestran que 1,300 millones de mujeres en el mundo no tienen una cuenta de ahorro y que cincuenta por ciento de las mujeres en edad laboral activa en el mundo no lo hacen.
¿Qué otras acciones están emprendiendo?
Mejorando educación, porque las personas mejores educadas tienen mejores oportunidades de tener sus empresas y mejores empleos. Estamos trabajando montones de leyes para crear condiciones para que las empresas crezcan. Se está trabajando para que las empresas pasen de informalidad a la formalidad y recuerde que es un tema de Latinoamérica.
En algún momento los emprendedores han pedido que la carga impositiva al momento de abrir un negocio sea más ligera y que los acerque en lugar de alejarlos, ¿qué punto de vista comparte ante ese argumento?
Ese tema es por falta de conocimiento, porque si comparás muchos vienen de otros países para acá (Nicaragua) y es cuestión de buscar los canales que ayuden.
¿Cómo se siente en su carrera profesional?
Siento que estoy empezando.
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