Ya sea para pagar deudas, engrosar los ahorros o adquirir un bien costoso, con frecuencia necesitamos dinero adicional al que pasa por nuestras manos y casi siempre la respuesta es “no tengo de dónde sacar”. Pero… ¿qué pasaría si te dijera que a tu alrededor tenés mucho dinero disponible, el asunto es que simplemente no lo has visto así? Así como lo leés: en tu entorno (casa u oficina) seguramente tenés muchas pertenencias en excelente estado que no utilizás pero que sí podrías vender para autofinanciarte alguna meta.
Doy testimonio de lo útil que es hacer esto: hace aproximadamente un año empecé a planificar un viaje familiar al país donde nací, Perú, y aunque el boleto lo encontré en una excelente rebaja, requería considerable cantidad de dinero para el itinerario que incluía vuelos internos, tren, hospedaje y hasta entradas al imponente Machu Picchu.
Entonces, además de recortar gastos revisé en casa qué objetos ya no utilizaba y podía vender para alimentar el fondo para el viaje; mi hija ya había crecido y había muchas cosas que había dejado de utilizar (y que tengo plena seguridad que no volveré a necesitar). Fue así que mediante sitios de compra y venta en Facebook coloqué colchón para cuna, coche, corral y otros objetos que en conjunto me sumaron cerca de 500 dólares. ¿Nada mal, verdad?
Pues podés hacer el mismo ejercicio en casa. Muchas veces almacenamos muebles, ropa, accesorios, electrodomésticos y muchas otras cosas que para lo único que nos funcionan es para llenarse de polvo. ¿Por qué no convertirlas en “metálico”?
Además de liberar espacio en casa, podés generar un doble beneficio: el primero para tu bolsillo y el segundo para el bolsillo de quien compre, pues probablemente no tiene presupuesto para adquirir un bien nuevo y vos le das la oportunidad de adquirirlo por un precio más asequible. Todos ganamos.
Otra excelente opción son las ventas de patio. Esa fue otra gratificante experiencia en la que participé en 2016 (y espero repetir pronto): unirse con amistades y conocidos para ofrecer en conjunto una oferta variada de productos en buen estado, pero que ya no necesitamos.
En esa ocasión compartí espacio con Analaura Sequeira, comunicadora social y presentadora de TV, quien fue una de las que más vendió ese día, logrando deshacerse de ropa que ya no utilizaba y hasta haciendo cambios con otras integrantes de la actividad.
“Me interesé por las ventas de patio cuando vi en ellas una valiosa oportunidad de ganar dinero deshaciéndome de algunas cosas a las que no les daba ningún uso pero que estaban en perfecto estado. Creo que son una iniciativa muy dinámica, donde no necesitás invertir dinero pero que sí te garantiza ganancias, al tiempo que pasás un rato ameno con otros vendedores e interactuando con tus clientes potenciales”, comparte Analaura.
Y así como salen ganando quienes comercializan sus pertenencias mediante estas dinámicas, también se benefician quienes compran a precio de venta de patio, pues pueden adquirir bienes sin pagar impuestos adicionales o altos precios de centros comerciales.
Lo bonito de estas prácticas es que no tienen límite de edad ni horarios, pues podés ofertar en línea tus productos a cualquier hora y desde cualquier lugar y podés vender cualquier clase de objetos. Recordá que para todo hay mercado.
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(*) Autora del blog de finanzas Dele Peso a sus Pesos.
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