Kevin Traña le puso un alto al vigente campeón centroamericano en 52 kilos: el costarricense David Jiménez. En un combate pedregoso, un maratón de resistencia y prueba de valentía, además de orgullo. El nica cortó el trozo de pastel más grande, obteniendo una decisión unánime sobre un Jiménez que terminó con los sentimientos perturbados, vociferando, al ver en un hilo su reinado.
Traña fue inteligente, boxeó cuando había que hacerlo, aguantó cuando era necesario, zigzagueó a los golpes del representante tico que tiene un cuerpo acorazado para esa división, y castigó en corto y en lo largo, alentado por la barra nica, que se emocionó al presenciar el que sería la mejor puesta en escena del tope binacional.
Por decir algo, Traña le ha ganado a un Jiménez que además se colgó medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Toronto en 2015, y que en 2013 en el Mundial en Kazajistán había podido bañarse de bronce. Ha sido el mayor examen de Traña y ha superado la prueba con una nota sobresaliente.
“Era muy fuerte, pero venía bien preparado, ya me habían dicho cosas buenas de él y mentalmente estaba listo. Me dijo que quiere verse conmigo en la final y yo también deseo eso”, dijo Traña, tras el combate que fue el más trepidante del tope binacional que llevan a cabo Nicaragua y Costa Rica como preparación para los Juegos Centroamericanos de Managua 2017.
Por algo a Nelson Díaz le llaman “El Tiburón”. Originario de Granada, Díaz es el exponente de un boxeo delicioso, con un baño de técnica, rapidez y una pegada maliciosa que puso al filo del colapso a su oponente Manuel Lacayo en el que puede ser catalogado como el segundo combate más duro que se vio la tarde de este jueves. “El Tiburón” navegó confiado en sus aguas.