Un polémico penalti transformado por el argentino Paulo Dybala en el minuto 90+7 proporcionó al Juventus su trigésimo primer triunfo consecutivo en casa tras imponerse 2-1 al Milan ayer, en el encuentro adelantado de la vigésima séptima jornada de la Liga de Italia.
Los “bianconeri” se adelantaron a la media hora de juego con el marroquí Mehdi Benatia pero recibieron el empate del Milan, firmado por el colombiano Carlos Bacca, antes de sellar el triunfo en el tiempo añadido y contra un rival que jugaba con diez hombres.
En la acción que provocó el penalti, el colegiado pitó una falta de mano de Mattia De Sciglio aunque los milaneses protestaron duramente señalando que el toque fue con el cuerpo y no con el brazo.
El Juventus empezó el duelo con agresividad y, tras unos avisos de Paulo Dybala y del croata Marko Pjaca, se adelantó merced a Benatia, que aprovechó una asistencia del brasileño Dani Alves para poner el 1-0 en el marcador (m.30).
El gol del marroquí premió a un Juventus que había dominado el duelo aunque el Milan logró igualar antes del descanso por medio de Bacca, que fue contundente en su única ocasión de gol del duelo.
El español Gerard Deulofeu regateó en velocidad al internacional italiano Andrea Barzagli y apoyó en profundidad para Bacca, que definió con el exterior de la pierna derecha sin dar opción al portero Gianluigi Buffon (m.43).
En la reanudación, el Juventus volvió a presionar con gran intensidad y se acercó al segundo gol, primero con una falta directa del bosnio Miralem Pjanic y luego con un derechazo cruzado de Pjaca que se fue fuera por pocos centímetros.