El Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS) cerró el año pasado con el peor déficit en los últimos 16 años y con lo que se acumularían cuatro años consecutivos en que esta institución —de la cual dependen directamente un millón de nicaragüenses y otros dos millones indirectamente—, no logra sostenerse con los ingresos que aportan empresas y trabajadores.
El dato actualizado recientemente por el Banco Central de Nicaragua y publicado en su sitio electrónico, confirma su crisis. Las cifras oficiales revelan que el año pasado el INSS acumuló un déficit global por 1,579.2 millones de córdobas, después de donaciones.
Tal es la situación financiera del Seguro Social que ni sus gastos operativos (prestaciones sociales, salarios, compra de bienes y servicios, entre otros) son capaces de cubrir con los ingresos de los contribuyentes, que en los últimos años han venido creciendo, aunque a menor ritmo que los gastos.
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En el 2016, el Seguro Social captó en ingresos 22,337.8 millones de córdobas, lo que significó un crecimiento de 16.7 por ciento respecto al año anterior. Es decir que en términos absolutos, del bolsillo de los trabajadores y empresas, así como recursos provenientes de las inversiones, salieron 3,192.9 millones de córdobas más que en 2015.
Este aumento de los ingresos del INSS, sin embargo, fue insuficiente para cubrir el gasto por 22,959.1 millones de córdobas, el que se eleva a 23,919.2 millones cuando se incorpora lo que se gastó en activos no financieros, es decir inversiones hechas por el Seguro Social, como por ejemplo compras de laboratorios.
Ni gastos básicos pueden cubrir
Solo para cubrir sus gastos operativos, el Seguro Social necesitó 621.2 millones de córdobas, que no pudieron ser subsanados por los ingresos. Además se quedó sin financiamiento —unos 960.2 millones— en concepto de adquisición de activos no financieros. El déficit por 1,581.4 millones de córdobas fue medio aliviado porque a las arcas del INSS ingresaron 2.2 millones de córdobas en concepto de donaciones.
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En términos porcentuales, los gastos operativos de la Seguridad Social crecieron el año pasado 18.7 por ciento, impulsados principalmente por el pago de planilla (28 por ciento), prestaciones sociales (que incluye el pago de pensiones) que repuntó 21.7 por ciento, compra de bienes y servicios (11.9 por ciento), según las cifras publicadas por el BCN con base en la información del INSS.
Tal es el grado del deterioro financiero del INSS que el déficit operativo del año pasado fue 206.5 por ciento más grande que en el 2015, cuando se situó en 202.7 millones de córdobas.
“Si asumimos que al menos dos personas dependen de cada uno de ellos, al menos tres millones de nicaragüenses estarían vinculados, directa o indirectamente, a la suerte de esta institución previsional”, advierte el economista Adolfo Acevedo en un análisis difundido la semana pasada.
Indiferencia con situación del INSS
A Acevedo le “provoca escalofríos apreciar la indiferencia con que se toma la suerte de esta institución”, al recordar que “la solvencia del INSS debería estar asegurada, hacia adelante, al menos por el periodo de vida laboral promedio, y la vida posretiro promedio, de los cotizantes jóvenes del INSS, esto es por muchas décadas por delante”.
Pese a que el mismo Fondo Monetario Internacional ha advertido que en caso de que no se apliquen medidas de ajustes al Seguro Social este caerá en insolvencia en 2024 y que además distintos economistas han llamado a buscar medidas concertadas entre todos los sectores para salvar dicha institución, el Gobierno del presidente designado por el Consejo Supremo Electoral, Daniel Ortega, no ha explicado públicamente hacia dónde va el INSS.
Además: INSS cambia a asegurados sin autorización
En un informe sobre su gestión 2016 a inicios de febrero, Ortega no rindió cuentas sobre el manejo poco transparente de las inversiones del Seguro Social. Investigaciones publicadas por LA PRENSA han demostrado que parte de las contribuciones de los cotizantes se han usado para construir condominios como San Sebastián, Planes de Altamira, Pinares de Santo Domingo y el Edificio del Norte, cuyos rendimientos se desconocen.
De hecho el Balance Financiero del INSS al término del 2016 refleja que en el apartado “Otros Ingresos”, que incluiría los provenientes de las inversiones, se registró un crecimiento de 16.7 por ciento, al pasar de 951.4 millones de córdobas en 2015 a 1,041.5 millones el año pasado.
Menos empresas aportan al INSS
Lo que sí reveló el informe de Ortega es que el año pasado se redujo el número de empleadores que estaban aportando a las finanzas del Seguro Social, al pasar de 33,738 a 32,744 empresas afiliadas.
No más aporte
La crisis del Seguro Social se da pese a que en 2014 puso en marcha varias medidas que consensuó con la empresa privada, que implicó entre otras cosas aumentarle la carga porcentual a los empleadores, cambiar la fórmula de cálculo de las nuevas pensiones, incrementar el techo del salario máximo cotizable y cambió la ecuación de ajuste de las pensiones mínimas cada año.
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En la primera semana de enero, el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, descartó que la empresa privada vaya a aportar más fondos para salvar al
Seguro Social. “Nosotros nos comprometimos a que ese iba a ser nuestro aporte en relación a este tema (del INSS) y que no iba a haber más aporte de parte nuestra en este sentido”, respondió en esa ocasión.
Déficit en aumento
El economista Adolfo Acevedo recuerda que el déficit que acumuló el INSS el año pasado se contradice con las proyecciones que tenía el Gobierno a principios de 2016 cuando estimó que iba haber un superávit por más de mil millones de córdobas, algo que al final no ocurrió.
Distintos economistas han explicado que cuando el INSS no logra cubrir sus gastos totales con los ingresos, suele recurrir a sus reservas para suplir su necesidad financiera. Al respecto, los números oficiales arrojan que con el déficit del año pasado, en estos últimos cuatros años este instituto habría absorbido un total de 3,596 millones de córdobas de sus reservas.
Antes de donaciones, en el 2013 el déficit del INSS fue de 201.1 millones de córdobas; en el siguiente año se elevó a 889.7 millones de córdobas; luego en el 2015 ascendió a 923.7 millones de córdobas.
