La pérdida de bosque de la reserva biológica Indio Maiz, por el huracán Otto, no solo afectó a la fauna que se ha tenido que desplazar en búsqueda de alimento, sino que permitirá la liberación de 88,757.9 gigagramos de dióxido de carbono a la atmósfera (CO2), dijeron ambientalistas.
La estimación de la afectación a la reserva es del 60 por ciento, dijo Amaru Ruiz, director de la Fundación del Río, quien también destacó el papel de la reserva, que funcionó como una barrera natural ante la fuerza de vientos con velocidades de hasta 175 kilómetros por hora.
Debido a la pérdida de bosque por el huracán, la captación de CO2 se verá disminuido, y eso impactará en un mayor número de emisiones a la atmósfera.
En el informe Daños Socio Ambientales causados por el huracán Otto en la zona sur-este de Nicaragua, presentado por Fundación del Río y Centro Humboldt, el total de 166,792.67 hectáreas de la reserva fueron afectadas.
Estos datos demuestran el daño en si de la reserva, pero también implican los efectos colaterales que impactan al país exponiéndolo a mayores riesgos ante eventos similares, explicó Ruiz. A esto se debe sumar los procesos acelerados de deforestación que vive el país, una de las razones que a juicio de Alejandro Alemán, oficial de cambio climático del Centro Humboldt aporta a una mayor contaminación atmosférica.