El poder judicial, controlado por el orteguismo, terminó inclinándose a favor de las autoridades de la Asamblea Nacional y validaron el despido de Martha Raquel Cabrera, quien se moviliza en silla de ruedas por ser discapacitada.
La Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) rechazó el amparo interpuesto por Cabrera en contra de la decisión de la juez Quinto Distrito del Trabajo, Martha Woo, por aceptar la negativa de la Administración de la Asamblea en reintegrarla en su puesto, y admitir que se depositara en el Juzgado Laboral la liquidación de la extrabajadora.
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En la Cédula Judicial del 28 de febrero pasado, la Sala Constitucional de la CSJ declara “no ha lugar” el amparo de Cabrera contra la juez Woo y con ello se deja firme la medida de la judicial y por tanto favorece a la Asamblea.
Cabrera fue despedida en mayo del 2015, una decisión que para ella fue discriminación por su condición física y además revanchismo político porque defendió a otra trabajadora de la Asamblea que denunció maltrato y acoso de un alto funcionario del parlamento nacional.
En junio del 2016, la juez Woo resolvió que el despido de Cabrera fue un procedimiento que no lo estipula la Ley 476, Ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa, “y por lo tanto la forma de la terminación del contrato de trabajo por parte del empleador se verificó en violación a las disposiciones prohibitivas contenidas en las normas laborales”, dice el escrito de la judicial donde ordenó el reintegro.
Juez aceptó medida contra su primer fallo
Pero la junta directiva de la Asamblea, controlada por diputados sandinistas, se negó a reintegrar a Cabrera y procedió a consignar o depositar una doble indemnización ante el Juzgado Laboral como liquidación final y con ello dio por finalizada la relación laboral.
La juez Woo aceptó la medida de la Asamblea el 28 de junio de 2016, a los pocos días de que la misma judicial resolvió que el despido de Cabrera fue ilegal.
José Antonio López, asesor laboral de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) y abogado de Cabrera, recurrió ante la Sala Constitucional contra la decisión de la juez Woo, alegando que se violentaron las leyes laborales y la Constitución Política.
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“Nosotros alegamos que hubo mal procedimiento, porque el artículo 156, inciso 1 de la Ley 815 (Código Procesal del Trabajo) dice que una vez que se ordene el reintegro de un tribual, cabe el reintegro o el pago de la doble indemnización , pero la Ley manda que el empleador debe notificar primero al trabajador despedido y luego al juez. En el caso de Martha Raquel Cabrera nunca se le notificó en el plazo de tres días de que no será reintegrada pero que se le pagará la doble indemnización”, explicó López.
Para el asesor legal de la CPDH “desde un inicio hubo un acto de discriminación hacia Martha Raquel por su discapacidad y por su posición crítica”.
La CSJ al rechazar el amparo dejó firme la decisión de la juez Woo, lo que obligaría a Cabrera a aceptar la doble liquidación de más de doscientos mil córdobas que está depositada en el juzgado.
Cabrera dijo que no aceptará la doble liquidación ya que su demanda es que la reintegren a su puesto laboral en el legislativo.
Demandarán al Estado de Nicaragua
La Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) informó que presentará una demanda contra el Estado de Nicaragua ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos “por violar los derechos humanos y laborales de una discapacitada”.
“Ya la Corte Interamericana de Derechos Humanos mandó a pedir toda la información sobre el caso de Martha Raquel Cabrera”, dijo José Antonio López, asesor laboral de la CPDH y representante de la trabajadora.
Procuradora no actúa
El asesor laboral de la CPDH y quien lleva el caso de Martha Raquel Cabrera, discapacitada despedida de la Asamblea Nacional, José Antonio López, asesor laboral de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), reclamó que la procuradora especial para las Personas con Discapacidad, Rosa Salgado, “a la fecha nunca se pronunció” ante la denuncia que se le puso de violación de los derechos humanos de Cabrera.