La exguerrillera y disidente del partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Dora María Téllez, opinó que el silencio de la ministra de Educación, Miriam Ráudez, ante las preguntas de la prensa nacional sobre la carta que firmó señalando como “hostil” la nominación de la Embajada de Estados Unidos a la defensora de derechos humanos, Vilma Núñez, evidencia la subordinación y el miedo de los funcionarios a perder su trabajo.
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“Todos los funcionarios del gobierno tienen completamente prohibido dar declaraciones, excepto con el permiso de la primera líder”, dijo Téllez, en alusión a la primera dama y vicepresidenta designada por el poder electoral, Rosario Murillo.
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Los periodistas de Vos TV y 100% Noticias trataron de entrevistar este miércoles a Ráudez, quien fue una de las nueve ministras que asistió el pasado 7 de marzo a la residencia de la embajadora de Estados Unidos en Nicaragua, Laura Dogu, para celebrar el Día Internacional de la Mujer, y al día siguiente firmó una carta donde se declaró ofendida, porque Núñez fue nominada como mujer destacada del país por esa embajada.
Los altos funcionarios están convertidos en siervos de la familia Ortega, es como una servidumbre de que si no hacen exactamente lo que ellos desean, les dan un patada y los corren”.
Dora María Téllez,exguerrillera.
Aunque en la carta las ministras expresaron repudio por ese acto que llamaron “injerencia política y social” y también manifestaron que la nominada es “una persona cuyas diatribas, insultos y prácticas han ofendido, reiteradamente, al pueblo y Gobierno de Nicaragua”, en esta ocasión Ráudez no expresó una sola palabra a los periodistas que la siguieron hasta su auto buscando su opinión.
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Para Téllez, esta actitud no solo de Ráudez, sino de casi todos los funcionarios, es “un nivel de subordinación completamente alienante”. “Un país como Nicaragua debería de tener ministros y ministras que tengan algún criterio”, dijo.