La red de drenaje mayor con que cuenta la capital para enfrentar la estación lluviosa de 2017 es prácticamente la misma del 2016, donde hubo recurrentes inundaciones en barrios y calles, mostrando una vez lo vulnerable que es la ciudad y que deja a Managua indefensa ante las amenaza climáticas.
Es con tal antecedente que Néstor Lanzas, docente de la Facultad de Tecnología de la Construcción en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) señaló que la capital corre riesgo de sufrir anegaciones y que disminuiría si prevalece el efecto meteorológico de El Niño.
A esto se le suma que “la cobertura vegetal de la cuenta sur de Managua está colapsada prácticamente (…) no hay un ordenamiento territorial, ese es el problema”, analizó Lanzas.
En efecto, la ciudad actualmente no cuenta con un plan de ordenamiento territorial, solo está en elaboración un prometedor Plan Maestro para el Desarrollo Urbano del Municipio de Managua, a cargo de la cooperación japonesa.
Para Abdel García, oficial de gestión de riesgo del Centro Humboldt, mientras Managua no haga un cambio en su infraestructura hidráulica, que data desde hace unos 30 años, cuando el número de personas que vivía en la ciudad era menor, y el comportamiento de la lluvia era distinto, las inundaciones prevalecerán durante la época lluviosa.
Para este especialista, existen tres puntos claves que se deben de considerar si se quiere brindar una solución eficaz.
Coincide con Lanzas de ordenar la ciudad, pero también controlar el crecimiento poblacional que se ha extendido principalmente hacia la parte alta de Las Sierritas y el sector sur, además del manejo de la basura que obstruye el alcantarillado.
“La infraestructura hidráulica está obsoleta y es insuficiente para el volumen de precipitación que cae”, dijo García.
De acuerdo con los registros que maneja el Centro Humboldt, la media histórica de precipitaciones en Managua es de 1,134 milímetros y se espera que cada invierno se registre 1,122.5 milímetros, que deberían de repartirse durante todos los meses de la temporada.
El problema, dijo García es que esta lluvia no cae a lo largo de toda la temporada sino que prevalecen horas de lluvia intensa, tiempo en el que se registra una cantidad considerable. Es decir, llueve de una sola vez.
Intervenciones menores trasladan el problema
Respecto a las obras menores que desarrolla la comuna en zonas puntuales, Lanzas indicó que el problema solo se traslada a otro sitio, ya que la situación no se resuelve de forma puntual si no integral.
“Eso no debe ser así. Lo que pasa también es que las universidades es un monstruo durmiendo en sus laureles. Todos los ministerios que tenemos en Nicaragua se aislan de las universidades, no hay una vinculación para que la universidad de una respuesta. Son universidades de libro, que no saben la realidad. Deberían despertar”, criticó Lanzas.
No es prioridad
Pese a la necesidad de invertir en obras mayores de drenaje, como son las micropresas -que regulan el volumen de agua en los cauces- el Plan de Inversión Anual que aprobó el Concejo Municipal para este 2017 no contempla la construcción de estos sistemas de drenaje. Con una inundación en junio de 2015, Fidel Moreno, secretario general de la Alcaldía, reconoció que era necesario construir al menos cuatro micropresas (en el cauce El Borbollón, cerca del barrio Milagro de Dios, Sabana Grande y Hialeah). A la fecha no se materializa.
20
millones de córdobas destina anualmente la Alcaldía de Managua para la limpieza de cauces, canaletas y micropresas. Estos trabajos se desarrollan en tres momentos del año.