Son inusuales. No tienen voz pero se manifiestan a través de diferentes formas. Lluvias intensas que afectan cultivos y caen en meses secos, disminución en el número de tortugas que llegan a las playas a desovar, peces muertos y picaduras de serpientes; todos ellos son muestras de una naturaleza que grita en silencio.
En El Pedregal y La Hachita, esta última en La Cruz del Río Grande hubo tristeza. En ambos lugares una persona murió debido a una mordedura de serpiente. Según informó el doctor Ricardo Taylor, director regional del Sistema Local de Atención Integral en Salud (Silais) durante el 2017 llevan contabilizado 26 lesionados por mordeduras de serpientes.
Para el biólogo Allan Gutiérrez, los casos sobre las picaduras de serpientes no se relacionan con el cambio climático, pero si se refiere a que existe un avance de las personas en áreas boscosas. “Yo lo veo como un accidente, producto que la gente cada vez más están invadiendo el territorio (…) Donde era bosque se está transformando en pastizales”, dijo.
Con esta postura también concuerda el zootecnista Wilhelm Gómez, de la Alianza Nicaragüense ante el Cambio Climático (ANACC), quien sostuvo que las especies tienen su hábitat, y si dichas zonas son afectadas, entonces, los animales deben emigrar, y al llegar a otros espacios estas tratan de adaptarse y defenderse. Es un comportamiento normal por parte de los animales, dijo el especialista.
Sin embargo, para Roderick Cano, geofísico del Centro Humboldt, todos estos eventos pueden tener o no una relación con el clima, ya que este incide en todas las áreas naturales.
Por ejemplo, en el caso de las tortugas, estas son muy susceptibles al aumento de la temperatura en los océanos, y también son afectadas por el grado de contaminación que tienen los cuerpos de agua.
Lo mismo sucede con los peces, que en este caso, padecen debido al gran impacto que causa la pesca con bomba, situación que se ha extendido a lo largo de la costa del pacífico, según el ambientalista Jaime Incer Barquero.
Este clima no es normal
Cielo nublado y lluvias dispersas sobre varios lugares del territorio no son señales apocalípticas, solo es la muestra de lo impredecible que puede ser el clima, y de cómo está cambiando. “Se está teniendo un comportamiento casi como cuando quiere entrar el invierno”, dijo Roderick Cano, del Centro Humboldt.
Este clima irregular se debe a la incidencia de los frentes fríos, que se manifiestan a través de lluvias y que son ocasionados por efectos del cambio climático. Las lluvias que caen pueden afectar a algunas comunidades porque no estaban preparadas para recibirlas, ya que no corresponden a un tiempo tradicional. Es por tanto, que se debe estudiar el clima para conocerlo, dijo.