14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
idomeneo
Luis Sánchez Sancho

Hera, la diosa del matrimonio

Hera, esposa de Zeus, es la diosa protectora del matrimonio, hija de Cronos y Rea y hermana de Poseidón, Deméter, Hestia y Hades.

Hera también es hermana de Zeus. Tal vez por eso el poderoso  dios olímpico pasó mucho tiempo tratando de convencerla de  que se casara con él. Después de trescientos años de enamorarla,  Zeus se  convirtió  en un ave llamada cuclillo para engañar a su pretendida.

El cuclillo se apareció ante Hera en medio de una intensa lluvia, y ella, compadecida del ave que temblaba de frío, la  acurrucó en su regazo para que se calentara. Entonces Zeus recuperó su verdadera forma y poseyó a Hera.

Después de eso Zeus y Hera se unieron  en la   boda más grandiosa de todos los tiempos, los míticos y los  históricos. Se casaron en el fabuloso Jardín de las Hespérides, donde Hera plantó un árbol y colgó las manzanas de oro que su abuela, Gea (la Tierra), le dio como regalo de bodas.

Asistieron a la boda todos los dioses, todos los humanos y todos los animales.  Solo la ninfa Quelonea no quiso asistir, al parecer por envidia o porque era muy  caprichosa. Hera  castigó su menosprecio convirtiéndola en un animal que andaría para siempre sobre la tierra o nadaría bajos las aguas debajo de una pesada concha. De ese modo  fue creada la tortuga.

Según dice Hesíodo, Hera no fue la única  esposa de Zeus, antes se había casado con Metis, diosa de la astucia y la  sabiduría.  Metis queda embarazada y entonces  Urano y Gea (el Cielo y la Tierra)  advierten a Zeus   que si  ese  hijo nace normalmente, lo destronará.

Para evitar que se cumpla el augurio   Zeus se  traga  a Metis. Algún tiempo después  sufre  un terrible dolor cabeza,  pide a Hefesto que le dé  un hachazo en la frente y   de su  cerebro  sale Atenea hecha y derecha. Ella, que es la nueva diosa de la sabiduría,   no ha nacido  de Metis, sino de la cabeza de Zeus,   la profecía de Urano y Gea no se puede  cumplir.

Después Zeus se casa con Temis, de quien se separa  posiblemente porque  se enamora de su hermana,  Hera. Algunos  dicen que  Zeus también se habría casado  con Deméter, Eurínome, Mnemosine, Dione, Leto y Maya, pero según    los mitólogos más autorizados  Hera fue la legítima  y definitiva esposa de del supremo dios olímpico.

El matrimonio de Zeus y Hera es muy difícil,   pelean a menudo porque  él es un seductor empedernido  y tiene muchas amantes. Se dice que ella también ha tenido  algunos amoríos,  al parecer  para vengarse de las infidelidades de su marido .

Es  que los dioses  griegos no son  perfectos. Ellos     tienen  los mismos vicios y virtudes de los humanos porque han sido  creados por  los hombres  como son ellos. La  diferencia radica  en que los dioses son todopoderosos e inmortales y los hombres débiles y mortales. Es lo  contrario del  Dios de las religiones monoteístas, que crea a los seres humanos a su imagen y semejanza  pero los hace débiles y mortales.

A Hera la enfurecen las andanzas románticas de su marido y castiga a las mujeres que tienen amores con   Zeus. Además, a fin de  que su esposo   solo quiera  estar  con ella, le pide a Afrodita, diosa del amor,   el cinturón de oro que le regaló  Hefesto y     le da la  irresistible atracción amorosa y sexual.

Por ser  patrona de los matrimonios Hera es  la primera entre  los dioses a quien se le dedica  un santuario en el interior de un templo. Antes de ella los santuarios estaban al aire libre, cerca de los templos,  pero afuera.

Seguramente por la   importancia que los antiguos  griegos  le reconocían al matrimonio, Hera fue la diosa a la  que más templos  le fueron consagrados,  no solo en Grecia y los lugares colonizados por los helenos, sino también en Egipto,  Babilona, Asiria, Persia y hasta en Armenia. El mayor de todos sus templos estaba en Samos, donde hasta hoy existen sus ruinas.

Hera y Zeus procrearon cinco hijos: Hebe, diosa de la juventud; Ilitía, diosa de los partos; Ares, dios de la guerra; Eris, diosa de la discordia, y Hefesto, dios del fuego y de la forja. Hera paría  a sus hijos sin que nadie la asistiera y en el momento de alumbrar  golpeaba fuertemente su mano contra el suelo. Ese gesto fue considerado  solemne por   los griegos que   lo practicaban o repetían   para respaldar sus juramentos.

Opinión Dioses griegos Hera Opinion archivo
×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí