Ricardo Mayorga ni siquiera ha subido al ring pero a su rival Jaudiel Zepeda ya le ganó todos los rounds verbales. “Lo voy a ir a recibir al aeropuerto con una camisa que diga ‘Peppa, bienvenida a Nicaragua’, porque él es gordo. Y de paso le voy a dar un v… de adelanto para que se vaya educando y sepa que estamos aquí, donde las mujeres paren hombres”, dijo “El Matador” este jueves en conferencia de prensa.
A ocho días de que Mayorga se convierta en la mayor atracción de la velada que ha sido bautizada como “La Redención”, la que lo pondrá de vuelva en el escenario después de un retiro de año y ocho meses, cargando en sus espaldas el peso de sus 44 años que proyectarán una imagen distinta a lo que fue, “El Matador” sigue regando de saliva con veneno a Zepeda, un rival discreto escogido con pinza para que se luzca.
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“Tengo que demostrar que todavía tengo el poder. Les voy a regalar un nocaut impresionante”, prometió el otrora dos veces campeón del mundo.
En Estados Unidos, Mayorga se comportó como un “showman” antes y después de sus peleas. Primero ofendía a sus rivales, si ganaba los seguía machando con sus palabras, pero si perdía le venía el arrepentimiento, se acercaba a su verdugo y le besaba los guantes.
Sigue siendo el mismo. De la barra de periodistas emergió una pregunta que acabó con una respuesta chistosa, ayer. ¿Y si te bota, Mayorga? “Solo que me ponga el pie me puede botar”. A Zepeda también ha prometido ponerle la cara.
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