1. ¿Cómo se inscribe el Servicio Militar en la estrategia de defensa de la revolución sandinista?
Para entenderlo veamos el origen de la guerra de la década de 1980 y su proceso. Recordemos que en 1979 Nicaragua está en ruinas por la cruenta guerra civil que derrumba la dictadura de Somoza. Entonces creamos el Ejército Popular Sandinista EPS en el marco doctrinal de la Defensa Nacional para tiempo de Paz, formamos siete Regiones Militares, Batallones de Infantería, Tropas Guarda Fronteras, se cuenta con 17 mil armas maltrechas y se preparan en Cuba 300 oficiales. En diciembre, ante los ataques armados de ex-GN y desafectos del sandinismo movilizamos de prisa 20 mil voluntarios. En 1980 durante el gobierno de EE.UU. de James Carter, la CIA asume directamente la creación de la Contrarrevolución en un plan “encubierto” que desde 1981 se convierte en política oficial del gobierno del Presidente Ronald Reagan iniciando así su “guerra de agresión” de un Estado contra otro de carácter NO convencional clásica empleando a la contrarrevolución como punta de lanza, formando el Frente Democrático Nicaragüense (FDN) que dirigido por el Departamento de Estado y la CIA se disponen agrupar 30 mil combatientes campesinos con la estrategia de “guerra irregular” que obligue la invasión del ejército norteamericano, expresando Reagan que “en 3 a 4 años destruirá al ejército sandinista”.
Esta agresión extranjera obliga al gobierno revolucionario a cambiar la incipiente estructura de la “Defensa Nacional en Paz” en una estructura para la guerra que demanda a Nicaragua enormes recursos humanos, materiales, financieros y técnicos, que el país no posee. Entonces, ante la descomunal desventaja frente a los EE.UU. asumimos la doctrina de la “Guerra de todo el Pueblo” dirigida por el Gobierno encadenando el Partido-Estado-Masas en la dinámica del EPS como el eje gravitacional de la Defensa Militar y Civil del país articulando al Ministerio del Interior y Policía.
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La Doctrina de la Defensa Nacional de Nicaragua ha vivido dos momentos, uno en “guerra” desde 1980 hasta 1989 y otro en “paz” desde 1990 hasta el presente. Durante la guerra de agresión el Ejército Popular Sandinista (EPS) atraviesa dos etapas: la primera de 1979 a fines de 1983 en la que la movilización es voluntaria y el peso recae en 227 Batallones de Infantería de Reserva (BIR) y las Milicias Populares Sandinistas (MPS) de heroicos hombres y mujeres con 87 mil fusiles en mayoría BZ, morteros, lanza cohetes RPG y múltiples BM21, artillería terrestre y antiaérea. La Segunda Etapa abarca desde septiembre 1983, que se aprueba Ley obligatoria del Servicio Militar Patriótico (SMP), hasta 1989. El ejército con la implementación del SMP da un salto de calidad en momentos que el ingreso por voluntariedad se ha agotado y las tropas sufrían una alta sangría, bajas que con el SMP se reducen notablemente por el perfeccionamiento que este permite al EPS para desarrollar nuestra capacidad profesional como ejército regular oficial del Estado con fuerzas permanentes más calificadas alrededor de nuestras tropas regulares y el SMP para conformar un potente ejército terrestre que tiene como base fundamental la infantería, artillería, blindados, la Fuerza Aérea y la Marina, con más de 350 mil armas ligeras AK y otras, complejos artilleros, blindados, flechas (cohetes), agujas (cohetes), helicópteros, aviones y guardacostas.
En 1984 estabilizado el EPS con el personal SMP creamos 44 Bases de Apoyo Operacional y centramos el empuje sobre los 16 mil combatientes del FDN. En 1985 nos guía la doctrina “Guerra Nacional Patriótica y Popular” para fortalecer la defensa activa territorial, la iniciativa operativa, la táctica ofensiva persistente contrainsurgente y el “plan país” ante la amenazante invasión de tropas norteamericanas. En 1986 se fortalece nuestra jerarquía con generales y coroneles. Hasta 1988 más de cien mil aguerridos jóvenes del SMP participan en los Batallones de Lucha Irregular (BLI), de Destino Múltiple, Ligero Cazador, en comandos especiales de asalto y otras del EPS, sumiendo a la contrarrevolución en la defensiva estratégica irreversible.
2. ¿Cómo valora la participación de jóvenes SMP en las batallas más grandes como Danto 88 y el Operativo Interarmas?
En esas decisivas batallas fue fundamental en nuestra estructura militar el arrojo y destreza combativa de los heroicos cachorros del SMP en el extenso tendido territorial contrainsurgente. Resumo: en 1983 las maniobras militares navales de EE.UU. protegen a la CIA al minar nuestros puertos con lanchas pirañas y en las operaciones aéreas logísticas a la contrarrevolución que con el Manual de la CIA incrementa sembrado de minas antipersonales, ataques a objetivos civiles, secuestros y el reclutamiento forzoso de jóvenes campesinos. El presidente Reagan endurece el bloqueo económico a Nicaragua e involucra a Honduras, El Salvador y Costa Rica para estrangular la revolución. En 1986 el ARDE con Edén Pastora opuesto a la CIA se desmoviliza en Costa Rica y la contrarrevolución repliega el 70% de sus fuerzas a sus bases en Honduras para refrescarlas y recomponerlas con los 127 millones dólares que este año logra Reagan del Congreso para su injusta guerra de agresión que la Corte Internacional de Justicia de La Haya la condena. En 1987 los indígenas contrarrevolucionarios caribeños se unen en Yatama al mismo tiempo que se forma la “Resistencia Nicaragüense” al unirse el FDN, la UNO y el BOS, y esta, alentada con el apoyo millonario de EE.UU. y de cara al proceso de negociación centroamericano de paz, activa miles de tropas bien entrenadas y equipadas en sus Fuerzas de Tarea que logran operar en profundidad hasta El Rama y el sector minero de Bonanza, entablándose encarnizados combates siendo rechazados por el EPS en la Operación Interarmas, que obliga al grueso de los contrarrevolucionarios a regresar a territorio hondureño, hasta donde en marzo 1988 el EPS penetra desarticulando el Comando Estratégico de la contrarrevolución en la audaz operación Danto ante la cual EE.UU. con aviones en pleno vuelo amenaza bombardear y refuerza sus bases en Honduras completando 16,970 tropas.
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3. ¿Sirvió el Servicio Militar para la defensa? ¿Perjudicó a la revolución?
El SMP fue vital para la defensa armada exitosa sin la cual se derrumba la revolución, no hay paz ni el rumbo hacia la democracia. Apretadamente lo explico: permite que en enero de 1987 la revolución se legitime cuando promulga la Constitución Política que asume al EPS como Constitucional y con esta en agosto se logra el Acuerdo de Paz de Esquipulas que solamente reconoce a los ejércitos regulares oficiales de cada Estado centroamericano, permitiendo esta situación política se recorte en un 40% el presupuesto EPS e iniciar un Plan sostenido de reducción de fuerzas. El 23 marzo 1988 alcanzamos el Acuerdo de Sapoá negociado cara a cara entre la Jefatura EPS y el Directorio de la contrarrevolución que acepta patrioticamente su desarme. En 1989 congelamos el reclutamiento y colaboramos en el andamiaje electoral y a finales de año se produce una incursión masiva de miles de contrarrevolucionarios desde Honduras que rechazamos, pero que obliga junto a factores políticos a postergar la fecha de las elecciones de noviembre hasta febrero 1990, las primeras elecciones libres de nuestra historia que llevan a la Presidencia a doña Violeta Barrios de Chamorro. Seguidamente se firma el Acuerdo de Transición entre el gobierno entrante y el saliente que ratifica el desarme de la contrarrevolución y la reducción del EPS. El 18 de abril, en la sede OEA-Managua, en nombre del gobierno del presidente Daniel Ortega y con la presencia de Antonio Lacayo firmo con la Resistencia Nicaragüense y con Yatama el Cese al Fuego Definitivo.
Doña Violeta Barrios el 25 de abril asume la Presidencia de la República y en el acto me ratifica como comandante en jefe del EPS y al siguiente día la presidente cumple su promesa de suspender el SMP en su primer Decreto No 290. Finalmente el 27 de junio la Resistencia Nicaragüense se desarma totalmente ante la presidente Violeta Barrios.
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4. ¿Es cierto que el SMP fue un elemento determinante en la derrota electoral sandinista de 1990?
Lo determinante fue el NO desarme de la contrarrevolución antes de las elecciones que hubiera permitido al gobierno sandinista suspender entonces el SMP. Es decir, funciona la estrategia de EE.UU.-Contrarrevolución-UNO- y la candidata Violeta Barrios nunca llama a la contrarrevolución a cumplir los Acuerdos de Paz que les obliga desarmarse antes de las elecciones, situación que acrecienta el justo y gran temor de la continuación de la guerra y se vuelca entonces la mayoría del voto en favor de doña Violeta. Siempre valoro que era un enorme riesgo para los destinos del país suspender el SMP en esas circunstancias porque podía conducir a una típica “guerra civil” con su eje en Managua y ciudades, aún más terrible y sangrienta, entre nicaragüenses y seguro intervenían las tropas norteamericanas. Además creo que su suspensión no aseguraba nuestro triunfo electoral. Valoramos también que de perder no estaban en riesgo las bases fundamentales del poder sandinista y en particular nuestras Fuerzas Armadas y Policial, las que hasta el Programa de la UNO acepta.
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5. ¿Cuántos jóvenes registran que participaron en el Servicio Militar?
Participaron desde 1983 hasta 1989, 325,695 efectivos en las dos modalidades SMP: 149,590 jóvenes en el Servicio Militar Activo (SMA) por dos años, y 175,695 en el Servicio Militar de Reserva (SMR) por dos meses al año desde 1985-89 son movilizados, varones y mujeres en las edades de 25-40 años.
6. ¿Cuántos resultaron muertos y heridos?
Hace falta precisar las cifras tarea, muy difícil por el tipo de guerra de agresión no convencional que sufrimos. Algunos calculan 150 mil víctimas entre 1980-89 la mayoría indirectas al incluir huérfanos, viudas y familiares en general. Hasta el presente se habla de más de 50 mil, entre muertos, heridos y desaparecidos siendo la mayoría civiles campesinos que laboran mientras ejercen su defensa en desventaja ante los permanentes ataques contrarrevolucionarios de desgaste a la economía más las víctimas civiles de la base social contrarrevolucionaria. Acerca de bajas de las fuerzas directamente en combates, el último jefe contrarrevolucionario, Óscar Sobalvarro, recuenta en sus filas más de 13 mil muertos. En relación al SMP la cifra se aproxima a cuatro mil caídos que son el grueso de muertos del EPS.
7. Lo bueno y lo malo, a su criterio de la formación militar de estos jóvenes: para unos los educó en la disciplina, el orden y el esfuerzo y otros creen que les dejó secuelas de traumas y violencia.
Los grandes traumas los padece toda nuestra sociedad que sufre desde 1978 hasta el 79 lo más intenso de la guerra de Somoza que deja más de 50 mil muertos y un millón de refugiados e inmediatamente sufre otra guerra de 10 años aún más destructiva. Los jóvenes sobrevivientes de estas terribles guerras sufren distintos traumas pero la inmensa mayoría por el carácter patriótico que los motiva se reconcilian en paz desde 1990 y rechazan la violencia y el camino de bandas criminales como las maras del triángulo del norte centroamericano. Todos los que viven la experiencia militar templan sus valores, carácter y disciplina.
“Era un enorme riesgo para los destinos del país suspender el SMP en esas circunstancias porque podía conducir a una típica guerra civil.” General Humberto Ortega.
8. ¿Se arrepiente de haber promovido esa Ley?
Desde 1969 en el Programa Histórico FSLN que elabora Carlos Fonseca de manera visionaria en el Artículo XII-G dice: “Establecerá el servicio obligatorio y armará a los estudiantes, obreros y campesinos que organizados en milicias populares, defenderán los derechos conquistados ante la inevitable embestida de las fuerzas reaccionarias y del imperialismo yanqui”. Embestida del presidente Ronald Reagan que sin el SMP no hubiera triunfado la paz, por lo tanto valoro fue justo y acertado que lo implementáramos.
9. ¿Debería existir Servicio Militar obligatorio en estos tiempos de paz?
No. Veamos: después de las elecciones de 1990 se inicia el difícil-complejo proceso Transición guerra-paz que permite ordenadamente el desarme total de la contrarrevolución y el desmontaje gradual de 30 mil efectivos del personal del SMP Nacional, Territorial y de Reserva y otro tanto de las Milicias de Autodefensa paralelo a la compactación-reducción de nuestras fuerzas permanentes regulares, proceso que reduce en 20 meses al EPS de 80 mil efectivos el día de las elecciones a 21,000 a fines de 1991 con 210 millones córdobas de Presupuesto equivalentes al 3.3% del PIB muy distinto en guerra de más del 66% de gastos para la defensa patria. Aprobamos una plantilla para la nueva estructura de Ejército Regular Oficial y Profesional nunca más con Servicio militar obligatorio, con un número a alcanzar de 16,558 regulares entre jefes, oficiales, clases, soldados permanentes y trabajadores civiles, que es más o menos el tamaño actual del Ejército de Nicaragua con la Doctrina de la Defensa Nacional en Paz.
El proceso de desarme de la contrarrevolución y la reducción del EPS no contó con los recursos financieros deseables y aunque hubo compensaciones importantes dejó insatisfacción en muchos excombatientes y más en las víctimas de guerra, lisiados y otros afectados desde la guerra de Somoza, y aunque el gobierno actual del presidente Ortega es el que más ha resuelto solamente con el concurso de toda nuestra sociedad humanamente sensibilizada se podrá cumplirles mejor.
10. Usted ha reconocido el gobierno de Daniel Ortega como “autoritario”. ¿Ve ese autoritarismo agudizándose o desapareciendo?
Lo veo declinando gradualmente. Y, en tributo a los caídos en las guerras que nos dieron la paz, desterremos toda forma de autoritarismo desde el hogar, la sociedad, el Estado y el Gobierno.
Plano personal
Humberto Ortega nació el 10 de enero de 1947 en Juigalpa, Chontales.
Pertenece a una familia de seis hermanos. Su hermano mayor es Daniel Ortega y su hermano menor es Camilo, quien cayó combatiendo durante la insurrección en Monimbó, Masaya.
Dos hermanos, Sigfrido y Germania, murieron a los tres y dos años respectivamente debido a las precarias condiciones en que vivía su familia.
En 1969 fue gravemente herido en combate a consecuencia de dichas heridas se le paralizó el brazo derecho.
Fue coordinador de la tendencia insurreccional del Frente Sandinista que dirigió la insurrección que derrocó a la dictadura somocista.
Fue fundador y jefe del Ejército Popular Sandinista desde 1979 hasta febrero de 1995.
Es miembro de la Academia Geografía e Historia de Nicaragua (AGHN).
