14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
El 16 de marzo llegaron a Santa Clara 20 familias autoevacuadas de Esperanza Río Wawa, huían de un ataque de colonos. Foto La Prensa/ José Garth.

El 16 de marzo llegaron a Santa Clara 20 familias autoevacuadas de Esperanza Río Wawa, huían de un ataque de colonos. Foto La Prensa/ José Garth.

Familias indígenas huyen de sus hogares por acoso de colonos

Un grupo de 91 mujeres, niños y ancianos se movilizó a la comunidad de Santa Clara buscando refugio tras la alerta por un grupo de colonos armados.

Veinte familias de la comunidad Esperanza Río Wawa, territorio de Wangki Twi Tasba Raya, en Waspam, Caribe Norte, se autoevacuaron el 16 de marzo ante la amenaza de un ataque de colonos armados, reporta el Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (Cejudhcan).

Un grupo de 91 mujeres, niños y ancianos se movilizó a la comunidad de Santa Clara buscando refugio tras la alerta de que un grupo de colonos armados se aproximaba a Esperanza Río Wawa para atacar la comunidad.

Lea también: Indígenas a colonos: “Si no se van, habrá guerra”

En ese momento la comunidad se encontraba desprotegida, pues los hombres habían salido a recolectar las primeras cosechas de frijoles, expone el informe de Cejudhcan, quienes recibieron el primer reporte de la situación la tarde del 16 de marzo vía radio comunicación desde Santa Clara.

“Los están acorralando en su propia casa, los colonos invaden y arrasan con todo. Las autoridades tienen que intervenir y siguen con oídos sordos”, expone Lottie Cunningham, directora de Cejudhcan.

Niño alertó

Marcia José Martínez, de la comunidad de Santa Clara, declaró a Cejudhcan que el primero en llegar fue un niño de unos ocho años.

“Tenía lodo en todo su cuerpo, se veía como si venía de la montaña (…). Estaba muy desesperado, pedía auxilio, llorando”, cita el informe. Una hora más tarde aparecerían mujeres con niños y ancianos, en llantos, pidiendo ayuda.

Para entonces, en Santa Clara ya habían tocado la campana de la comunidad y el pueblo se había congregado en el centro para atender la situación.

De acuerdo con el informe de Cejudhcan, que también se movilizó al lugar, los indígenas refugiados se encuentran ubicados en el colegio, iglesia y una parte en la clínica comunal de Santa Clara. Los comunitarios han compartido alimentos con los refugiados, pero temen que pronto la comida escasee y la comunidad entre en crisis.

En vilo

El síndico de la comunidad, Mauro Atimos, luego de conversar con el niño organizó un grupo de hombres de la zona para ir a la comunidad de Esperanza Río Wawa, a casi dos horas de distancia a pie.

Informaron que al llegar unos colonos ya estaban rodeando la comunidad, mientras otros cruzaban el río Wawa. Al verlos llegar comenzaron a retirarse. Esperanza quedó bajo el resguardo de los hombres del pueblo que decidieron quedarse a vigilar sus casas y siembros, por temor a que sean incendiados como en ataques anteriores, como el perpetrado en la comunidad de Polo Paiwas.

Migración indígena

Según registros de Cejudhcan, la emigración indígena inició en septiembre de 2015, cuando la invasión de colonos se agudizó y se tornó violenta. De amenazas pasaron a ataques armados, secuestros, violaciones y asesinatos.

A pesar de las denuncias de la ola de violencia, el Gobierno y las autoridades han actuado con negligencia en el caso de conflictos territoriales del Caribe Norte, denuncia Lottie Cunningham. Tampoco se interesó en la crisis del éxodo hacia Honduras ni en las condiciones en que se encontraban los refugiados que inicialmente fueron apoyados por el Gobierno hondureño.

En agosto de 2016 Cejudhcan reportó que más de 500 miskitos permanecían refugiados en comunidades fronterizas con Honduras, de acuerdo con el primer censo oficial en la zona. Aunque advirtieron que la cifra real podía ser mucho mayor porque muchos se habían adentrado en territorio hondureño fuera del radio del censo.

Los que huyeron al norte no han regresado y la tensión en la zona obliga a los que quedan a movilizarse de un punto a otro en el territorio en un peregrinaje de miedo, hambre y violencia.

 

Contra Cejudhcan

A inicios de marzo la presidenta del Centro por la Justicia y Derechos Humanos de la Costa Atlántica de Nicaragua (Cejudhcan), Lottie Cunningham, expuso las amenazas de muerte que había recibido por parte de desconocidos a través de las redes sociales.
“Las amenazas continúan desde cuentas falsas donde se identifican con el partido sandinista y amenazan al equipo de defensores que si seguimos denunciando nos van a pasar la cuenta”, expone Cunningham.

Nacionales Colonos indigenas Nicaragua archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí