Ahora que surge el movimiento Ciudadanos por la Libertad (CxL), que los analistas dan por un hecho que obtendrá su personería jurídica para constituirse como partido político en los próximos días, esta organización se perfila como la nueva opción de liderazgo democrático en Nicaragua. Cuando los magistrados del poder judicial despojaron a Eduardo Montealegre de la representación legal del PLI, los detractores de Montealegre se deshicieron en críticas y sarcasmo señalando a su liderazgo de falta de capacidad en negociación y manejo de crisis.
Ahora que se vislumbra y surge Kitty Monterrey, recién electa presidenta nacional de CxL, no han faltado las críticas de quienes tienen como oficio criticar y no actuar. El liderazgo novedoso de Monterrey y la lucha de Montealegre, especialmente en las protestas callejeras denominadas “miércoles de protesta” han rendido su fruto a favor de la democracia.
La reivindicación de esa lucha cívica será para las bases liberales y democráticas la aprobación de dicha personería jurídica a CxL. Es una opción cívica, republicana, ciudadana y democrática, no es una concesión ni regalo del régimen autoritario y del dictador Ortega, es un derecho de los ciudadanos opositores que han forzado al régimen a cumplir la constitución y las leyes, aunque sea a cuentagotas.
El grupo denominado FAD y el MRS, gozando del apoyo de algunos generadores de opinión y de su estrategia mediática, ya que son grupos eminentemente de cabildeo y participación en redes sociales, se enfrascaron en denunciar ante la OEA la irregularidades del régimen orteguista, promoviendo la participación de la OEA en la crisis institucional que vive nuestro país, sin embargo descuidaron su organización en todo el país que fue la estrategia de CxL y que ahora los tiene a las puertas de ser partido político.
Sin tener estructuras y sin contar con la simpatía de las bases liberales, el FAD y el MRS de forma astuta pretendieron montarse sobre el liderazgo de Montealegre en su momento y de Monterrey posteriormente para apoderarse de la representación de CxL. Sin embargo, la firmeza de carácter de Kitty Monterrey y de quienes le acompañan en la dirección política de la organización impidieron un nuevo despojo, más sutil pero igual de arbitrario al anteriormente ejecutado por el FSLN.
Por otro lado, no está demás señalar que el FAD, MRS y Ciudadanos por la Libertad mantienen diferencias ideológicas profundas. Los estatutos de CxL contienen principios de civismo y ciudadanía, y por ende de filosofía liberal y republicana, contrario a lo planteado por el izquierdismo MRS que se enfoca en socialismo, economía estatista y del interés colectivo sobre la individualidad, enemigo a muerte del liberalismo republicano.
También es importante destacar que ahora que el FAD-MRS se ven estancados, embarcados en sus aspiraciones de que la OEA viniera a solucionar los problemas internos de Nicaragua, han visto el descalabro de su estrategia política, referido al tema de la OEA, pretenden endosar a CxL el fracaso de su política de cabildeo. Si tuvieran bases cumplirían las promesas de mi coterráneo Eliseo Núñez a finales del 2016, anunciando fuertes protestas callejeras lideradas por el FAD en defensa de la democracia. Aún estamos esperando.
El autor es abogado.