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Buscar una educación pertinente y que dé acceso a niños de todo el país es, a juicio de dos expertas, una de las prioridades del país. LA PRENSA/MANUEL ESQUIVEL

Desarrollo de Nicaragua urge agenda de consenso

Las especialistas María Rosa Renzi y Melba Castillo analizan los retos que enfrenta el país para lograr un desarrollo equitativo y sostenible

Nicaragua necesita un consenso nacional sobre las prioridades en las que el país debe enfatizar para avanzar en la consecución de un desarrollo más equitativo y sostenible, consideró María Rosa Renzi, excoordinadora de la Unidad de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Nicaragua.

“Yo creo que es importante de cara al compromiso mundial de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles 2030, que es una agenda muy compleja y muy amplia, alcanzar un consenso nacional sobre a cuáles prioridades apuntar a corto y mediano plazo”, comentó Renzi en entrevista con LA PRENSA.

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La Asamblea General de la ONU adoptó, en 2015, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con lo que los Estados miembros reconocen que el mayor desafío del mundo es erradicar la pobreza y que sin lograr esto no puede haber desarrollo sostenible.

Un conjunto de países muy desigual

La especialista destaca que Nicaragua ha tenido avances en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) desde 1990 a la fecha, pero refiere que hay elementos aún pendientes de mejorar dentro del mismo IDH, como el ingreso y reforzar otros en educación y salud, las tres esferas en las que se concentra la medición del Índice de Desarrollo Humano.

“Si uno ve el crecimiento del índice del 90 (1990) al 2015 crece 1.06 por ciento anual, y está bien, incluso es mayor que algunos países de la región, también es menor que otros países de la región.

Recordemos que la región es un conjunto de países muy desigual, unos avanzan mucho más rápido, con un IDH mucho más alto como Costa Rica y Panamá y el resto, los otros cuatro países, que están más o menos siempre peleándose el puesto 124, 123, 112, 114 por eso creo que referirse a esa posición no es lo importante, hay que ver la evolución del índice para valorar si el país avanza o no. Nicaragua en todos los años desde 1990 muestra un IDH creciente, muy poquito en algunos años, pero ha aumentado”, detalló

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La experta subrayó que en el período entre 2010 y el 2015 el índice de desarrollo “aumentó más en términos promedio anuales que los años anteriores, entonces esto también es una buena señal”.

Para la exfuncionaria del PNUD, en Nicaragua “lo que uno observa es que hay un avance lento, el Índice de Desarrollo Humano en general avanza bien, pero hay algunas variables por decir de manera específica, sobre todo en el ámbito económico, en la inserción en el mercado laboral ahí hay un avance demasiado lento”.

En este sentido, el balance que hace Renzi es “positivo”, no obstante enfatiza en que en algunos ámbitos habría que intensificar acciones y por eso reconoce la importancia de nuevos indicadores que Naciones Unidas incluye en el IDH como el Índice de Pobreza Multidimensional.

Otras dimensiones

“Este índice ya está siendo aplicado por algunos países de la región centroamericana y de América Latina. Ofrece la oportunidad de que cada país lo construya de acuerdo con su propio contexto económico, social y ambiental. Se trata de medir y monitorear además de las dimensiones que ya incluye el IDH, otras dimensiones que normalmente no se toman como podría ser en este momento todo lo que tiene que ver con la dimensión ambiental”.

La exfuncionaria del PNUD explicó que el IDH se calcula con la información que proviene de fuentes internacionales, que a su vez se alimentan de información oficial. “Indudablemente cuando uno analiza los datos desagregados del país casi todos los datos son anteriores al 2015”.

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Por su parte, Melba Castillo, directora del Centro de Investigación y Acción Social Educativa (Ciases) revela que más que centrarse en la posición que ostenta el país se debe discutir en mejorar el acceso a una educación y salud de calidad, así como disminuir los altos niveles de desigualdad.

“El informe del PNUD está muy bien, excelente, pero de qué nos sirve si el Gobierno no da la apertura para dialogar y ver cómo se puede mejorar, el informe nos dice que bajamos ¿y eso qué?, el punto no es sacar un dato, lo más importante es que te den la oportunidad de discutir esos datos”, comentó Castillo.

Falta de información pone en duda los datos

Para Castillo, quien participó en la coordinación de los primeros informes de desarrollo humano (2000-2002), el IDH que recientemente presentó el PNUD, si bien es cierto revela un ligero avance, resulta cuestionable cuando los datos no coinciden con la realidad.

“El primer problema que identifico es que no hay acceso a la información, alguien nos dice que estamos bien y le tenemos que creer como palabra de Dios, porque no hay manera de saber si eso es cierto o no, el informe te da una idea de cómo estamos, porque para saber cómo estamos, aquí te volvés loca tratando de investigar si esto es así o no”, sostuvo Castillo.

La directora de Ciases indicó que hay que analizar los datos que presenta el Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) para hacer estos informes, pues en la mayoría de los casos se ven errores en la muestra.

“Por ejemplo la Encuesta Nacional de Hogares del nivel de vida que se realizó en el 2014, es una encuesta que tiene problemas gravísimos y fue avalada por el Banco Mundial, el problema es que el ochenta por ciento de la muestra está en la población urbana y solo un veinte por ciento es rural. ¿Eso te refleja el país? No te lo refleja, entonces si estamos trabajando con estos datos obviamente estamos mal, este es un país donde nadie sabe qué está pasando, me imagino yo que el Gobierno sabe, pero el resto de la ciudadanía no tenemos ni idea”, afirmó Castillo.

Nuevas formas de medición

El PNUD ha incorporado a la medición del desarrollo otros índices como el de la desigualdad del desarrollo, que mide “cuánto pierde el país por mantener desigualdad en el acceso a oportunidades de salud, educación y de ingreso en su población”, explica Renzi, y aclara que este índice puede ser un instrumento valioso para medir cuán efectivas son las políticas públicas a lo largo de los años en términos de avanzar o mejorar en las tres esferas de medición del IDH

En este sentido Nicaragua pierde por la desigualdad en las oportunidades de su población el 25 por ciento del valor del IDH “ese valor lo que está diciendo es que si Nicaragua no fuera o mejor dicho si toda la población de Nicaragua en edad correspondiente tuviera o hubiera tenido las mismas oportunidades o hubieran tenido satisfechas sus necesidades básicas para medir estos tres indicadores, seguramente el IDH sería un 25 por ciento más alto”.

Y amplía Renzi, que el indicador lo que expone a los países es: “Miren señores ustedes tienen una brecha fuerte de desigualdad en ingresos, por ejemplo, en Nicaragua es ingresos lo más fuerte. Es decir porque hay mucha gente que no tiene las posibilidades de tener un trabajo o los que tienen lo tienen de manera muy precaria y entonces ahí se acentúa mucho la brecha por inserción laboral.

Las mujeres tienen mucho menos inserción laboral por todas las discriminaciones que ya conocemos. Los jóvenes que quieren entrar al mercado laboral están teniendo menos oportunidades”.

Desigualdad crece

Para Castillo, del Ciases, la desigualdad se debe analizar con mucho cuidado, porque es un aspecto negativo que le impide al país crecer. “Si no hubiera esa desigualdad en el país, el desarrollo sería mayor, en el informe te baja mucho la desigualdad. Según el informe de Forbes en Nicaragua hay 220 millonarios, en un país con los niveles de pobreza de este, entonces el problema es el modelo de crecimiento, que es un modelo excluyente y mientras no se dé un crecimiento incluyente de desarrollo humano no va a mejorar el índice”, dijo.

Otro índice incorporado en el IDH es el de desigualdad de género que observa el comportamiento de la mortalidad materna, la maternidad de adolescente, el acceso a la educación secundaria y la inserción laboral para hombres y mujeres.

Para Renzi, el embarazo adolescente ha sido un tema de preocupación pues Nicaragua y la región centroamericana experimentan tasas elevadas, si bien ha decrecido el ritmo es muy lento y por tanto sigue siendo una preocupación que toda la sociedad debiera atender.

“Se ha venido observando en la región centroamericana, en todos los países el tema de embarazo adolescente es serio y Nicaragua y Honduras siempre han sido los países que puntean esos niveles”, advirtió.

Educación y pobreza

Ambas especialistas destacan la importancia de la educación para el efectivo desarrollo del país. María Rosa Renzi expresa que el país debe definir estrategias integrales y que el sistema educativo sea más adecuado a las necesidades de los diferentes grupos poblacionales. “Nicaragua debe profundizar estrategias integrales que pasen por el ámbito docente, es decir todo el andamiaje institucional para promover una educación más pertinente que sea más útil a la población para desarrollar sus propias destrezas y encontrar sus propias vías de desarrollo también. Entonces hay elementos que son fundamentales, hay que empezar y creo que la agenda 2030 apunta a eso, a cambios estructurales”.

Renzi apunta que en Nicaragua hay un nivel de cobertura en educación primaria alto, “pero la población va desertando y gran parte de los adolescentes y jóvenes ya no estudian. Los niveles de cobertura en educación secundaria son muy bajos y se dice que para poder enfrentar los retos de la pobreza hasta hace unos años el Banco Mundial decía que se necesitan 12 anos de educación y aquí se tienen seis o un poco más en promedio”.

Melba Castillo cuestiona el aparente avance en el sector educativo, pues si bien es cierto que hay más niños en la escuela que en años anteriores, la calidad, la cual no se mide en el informe ha empeorado. “El otro punto que no mejora Nicaragua es el tema de la educación, ahí hay dos problemas graves, uno es la pobreza, siempre vas a tener un diez por ciento de niños que no entran a la escuela porque tienen que ir a trabajar y por otro lado la calidad de la educación, los niños no quieren ir a una escuela que no les ofrece seguridad ni condiciones óptimas para el aprendizaje; entonces mientras no se trabaje en el tema de la educación con calidad vamos a seguir atrasados, si en Nicaragua no mejoran los indicadores educativos y se aplica una política educativa seria, vamos a seguir estancados. Hay que estar claros que la educación no es un problema de Gobierno, es un problema de la familia, de las empresas, de toda la sociedad”, agregó.

 

124
es el puesto en el que se ubicó Nicaragua en el Índice de Desarrollo Humano que realiza el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. Especialistas enfatizan en que el país ha avanzado en el índice desde 1990 a la fecha.

 

0.479
es el valor de Índice de Desarrollo Humano en Nicaragua al restarle el valor de la desigualdad, un indicador en el que el país aún no logra experimentar mejoría.

Nacionales Desarrollo Humano especialistas IDH archivo

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