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Gloria Álvarez, politóloga y activista guatemalteca. LA PRENSA.

Gloria Álvarez, politóloga y activista guatemalteca. LA PRENSA.

Gloria Álvarez: “Nicaragua es la Corea del Norte latina”

La politóloga guatemalteca Gloria Álvarez analiza la crisis de Venezuela y las relaciones entre la OEA y Nicaragua, a la que llama "la Norcorea latina".

Gloria Álvarez, de 32 años, es una reconocida politóloga internacional. Su crítica a los gobiernos de América Latina en busca del fortalecimiento de las instituciones y las libertades del individuo han convocado a multitudes en distintos foros alrededor del mundo, donde ella da cátedra.

La experta tiene una licenciatura en Relaciones Internacionales y otra en Ciencias Políticas, así como una maestría en Desarrollo Internacional. Además hace radio, televisión y es autora de libros. Hace unos años estuvo en Nicaragua y conoce bien la situación política del país. Tanto como el presente de Latinoamérica, donde ha centrado su enfoque.

En esta entrevista vía telefónica, Álvarez analiza a dos naciones que están bajo la lupa de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de su secretario general Luis Almagro: Venezuela y Nicaragua. Y también valora la actualidad de la alianza entre los países mencionados con Ecuador y Bolivia, que gira alrededor del petróleo chavista y se conoce como el socialismo del siglo XXI.

¿El socialismo del siglo XXI está llegando a su final?
No lo miraría como blanco o negro. Por un lado sí, definitivamente el socialismo del siglo XXI se quedó sin dinero. Se desplomó el precio del petróleo y ya sin la bonanza del petróleo no hay dinero para todos los proyectos populistas que mantenían a la gente satisfecha con la repartición de la riqueza ajena, entonces por un lado sí, están llegando a un fin sobre todo porque en los acuerdos de paz de Colombia la mayoría de la gente votó que no y en mi punto de vista personal el socialismo del siglo XXI estaba esperando que esa paz resultara en un sí para entonces reemplazar el dinero del petróleo con el dinero de las drogas. Y ahora se están viendo en una encrucijada por no tener ese dinero. Pero por otro lado la mentalidad del latinoamericano sigue siendo una mentalidad de asistencialismo, de esperar que el Gobierno controle la economía, y te lo pongo con el ejemplo más palpable: en Venezuela la mayoría de personas cuando se tira a protestar, lejos de la falta de libertades o de derechos humanos, siguen pidiendo que Nicolás Maduro provee medicinas o comidas, entonces mientras la mentalidad de la gente sea un odio a la libertad individual y una idolatría al Estado como el papá gobierno que nos tiene que proveer, veo muy difícil que el socialismo del siglo XXI esté llegando a su fin.

Los países del socialismo del siglo XXI, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, ¿están unidos por una ideología o por el petróleo?
Están unidos por ambas cosas. Al final todas las izquierdas del mundo nos han demostrado que esa utopía de sacar a la gente de la pobreza y repartir a todo el mundo por igual nunca se ha logrado y lo único que hacen es reemplazar a la élite tradicional para ponerse ellos como la nueva élite económica. Claro, hay una diferencia: tiene más mérito hacerse rico por el esfuerzo que tú mismo hiciste a ser millonario por todo lo que expropiaste. Y el Foro de Sao Paolo marca una agenda año con año para que el socialismo del siglo XXI y todos sus miembros actúen de manera coordinada. No existe ninguna razón para creer que lo que pasa en Nicaragua está aislado de lo que pasa en Bolivia o lo que pasa en Ecuador. Todo lo contrario: esos países están coordinados y están siguiendo una estrategia regional que es perceptible tanto por el adoctrinamiento ideológico proveído por Cuba y por los insumos económicos que primero los dio Venezuela con el petróleo, hasta cierto punto el mismo dinero de la corrupción, con todo lo que han expropiado, y con miras a buscar otras fuentes de financiamiento como pueden ser las drogas de las FARC.

¿El socialismo del siglo XXI quería que se firmara la paz en Colombia con las FARC para usar el dinero de las drogas?
Mira, si tú lees el libro de tu compatriota y miembro de LA PRENSA, Eduardo Enríquez, Muerte de una República, y observas detenidamente los pasos y la agenda que fue siguiendo Daniel Ortega para desmantelar la República en Nicaragua, y los contrasta con las acciones tomadas por Evo Morales para desmantelar la Constitución, de Rafael Correa, de Hugo Chávez, de Nicolás Maduro, llega un momento donde el manual es exactamente el mismo. Todas las violaciones a las constituciones que se han dado en estos países han seguido una misma línea lógica donde cada vez se han expandido las funciones del Gobierno, se han marcado las reelecciones indefinidas, se ha eliminado la libertad de prensa y la libertad de expresión. Entonces cuando uno analiza esa agenda y luego uno analiza lo que se iba a firmar en los Acuerdos de La Habana, a las FARC por ejemplo se les estaban dando privilegios que los ponían por encima de cualquier partido político colombiano dándole sillas en el Senado, en el Parlamento, de facto, sin pasar por elección. Se hablaba también de expropiar tierras para dárselas a este grupo, darles concesiones de 40 emisoras de radio y canales de televisión para hacer ese marxismo cultural que hemos estado viendo en otros países. Es decir, si tú analizas los manuales que se llevaron a cabo en Nicaragua, Venezuela, Bolivia, Ecuador; los que se llevaron a cabo en Argentina, Brasil, tanto en materia económica como en materia política, y los contrastas con los Acuerdos de La Habana, no cabe duda que hay una similitud. Y si estos acuerdos hubieran pasado de manera favorable en el referéndum que se le hizo a los colombianos, hoy estaríamos viendo a Colombia entrando en el eje del socialismo del siglo XXI, lo cual, creo yo, hubiera hecho más factible el uso del dinero de las drogas para reemplazar el déficit que había dejado el petróleo.

Lea también – José Luis Velásquez: “Venezuela va a tener guerra civil”

Gloria Álvarez, politóloga y activista guatemalteca. LA PRENSA.
Gloria Álvarez, politóloga y activista guatemalteca. LA PRENSA.

Pero el precio del barril del petróleo ya no está rozando los 20 dólares, como hace más de un año, sino que supera los 50. ¿No cree que la Venezuela de Maduro pueda reponerse con el petróleo?
No creo porque ya el daño que se le ha hecho al aparato productivo venezolano está llevando a Venezuela a incluso importar petróleo y gasolina. Porque lo que es irreversible, aunque el precio del petróleo vuelva a subir, son las fábricas cerradas, las personas que ya no pueden trabajar, la escasez en alimentos, en medicinas, las pérdidas que se han dado en todos estos años… Entonces aunque vuelva a subir el precio del petróleo, no hay manera que vayas a ver un boom económico en Venezuela porque ya no existe un aparato productivo que se pueda hacer cargo de refinar ese petróleo y pueda ponerlo a la venta. Ya no existe economía en Venezuela, posibilidades de tú poder entablar relaciones comerciales con otros países, y el petróleo por sí mismo tampoco es fuente de garantía, porque el petróleo está en manos de los burócratas, no de la población, entonces aunque subiera el precio, no estaría dando la libertad. A menos que se privatizara el petróleo y a cada venezolano se le volviera accionista. Pero de otra forma si sube el precio del petróleo, lo único que van a hacer los burócratas chavistas es robarse la nueva cantidad de ingresos que les venga.

Tomando en cuenta la postura de la OEA con Venezuela, mucho más radical que con Nicaragua ¿cree que podamos ver cambios prósperos pronto en Caracas?
La verdad no. Para mí la actitud de la OEA ha sido bastante tibia y demasiado tarde. Para mí la denuncia vino ya cuando no hay nada que componer. Si se hubieran puesto los pantalones desde hace mucho tiempo, cuando había otras personas que estaban dándoles las evidencias, quizás no hubiéramos llegado a este punto, pero yo creo que no sirve de nada. No es suficiente por el campo de concentración que es Venezuela y la crisis humanitaria que hay. Ves gente que condena lo que está pasando en Venezuela pero no condena la manera en que los Acuerdos de Paz de La Habana estaban dándole privilegios desmesurados a las FARC. Entonces no hemos terminado de entender que todo esto es una estrategia regional que va amarrada, y tampoco hemos dimensionado las ganancias que Estados Unidos tiene dentro de esto, tanto por la guerra contra las drogas, tanto por la conveniencia de tener regímenes que hagan disfuncional las formas de vida en sus países. Todas esas cosas aún no han sido analizadas. Ni se sabe tampoco qué conexiones hay entre narcotráfico, socialismo del siglo XXI o posiciones tibias que hay en toda la región que se dicen oposición pero defienden el socialismo del siglo XXI: la OEA, el Mercosur, es decir, tenemos una cantidad de instituciones que pudieran ser mucho más firmes a la hora de denunciar lo que está ocurriendo y las vemos hacerlo.

Pasando al tema Nicaragua, Almagro y Ortega tienen un acuerdo para mejorar condiciones de democracia en tres años. ¿Cómo analiza la situación?
Mirá, el caso de Nicaragua a mí me da muchísima pena porque lo que yo veo ahí es un absoluto compadrazgo entre todo el sector empresarial y el régimen. Al menos cuando visito Bolivia o Ecuador, o incluso Argentina, Brasil o El Salvador, yo veo dentro de los empresarios a personas disidentes, que no están dispuestas a someterse al socialismo del siglo XXI. Eso yo no lo veo en Nicaragua. Yo veo que en Nicaragua todo el sector empresarial está contento en tener a Daniel Ortega. No están dispuestos a invertir en la batalla de las ideas a largo plazo, ni en que la cosa cambie. Y se habla de mucho progreso económico, pero cuando yo he visitado a Managua no veo ese crecimiento económico llegando a todos los estratos de la sociedad. Quizás se están construyendo resorts de cinco estrellas o grandes infraestructuras para multimillonarios que vengan de afuera, pero no es una riqueza que está permeando en el país. Entonces cuando existe ese compadrazgo, es muy difícil que dentro de la sociedad puedan surgir líderes que tengan eficacia política para oponerse a lo que está pasando. El único movimiento que yo conozco que ha tenido los pantalones para oponerse a Ortega es el movimiento Unidad de la Gente. Y cuando yo estuve en Nicaragua invitada por ellos, ellos mismos me contaron cómo llegaron a la Cámara de Industria y Comercio, al Amcham, a la Embajada de Estados Unidos a pedir apoyo y nadie los quiso apoyar. Todos se burlaron de ellos y les dijeron: “No, eso es mentira, ustedes no la van a traer a ella”. Y cuando yo estuve ahí y fui a las primeras entrevistas con los pocos medios libres que quedan en tu país, ahí sí entonces la Amcham levantando el teléfono para pedir una reunión conmigo y la embajada americana… Entonces lo que yo veo en Nicaragua es que todo el mundo está interesado en que las cosas sigan igual y los pocos que quieren un cambio no reciben el apoyo. Entonces es muy difícil dar la batalla de las ideas en un país así. En el caso de Guatemala el Movimiento Cívico Nacional es financiado por 40 empresarios que se dieron cuenta que no quieren seguir dando su dinero cada cuatro años al corrupto de turno sino que quieren fortalecer las instituciones. En Nicaragua yo no veo eso.

¿Pero este desinterés de los empresarios y sobre todo la nula protesta ciudadana, no corresponde a que Ortega ha hecho algo bien?
Mirá, te voy a responder esa pregunta con algo que me dijeron los de Amcham cuando fui a tu país. Daniel Ortega es un dictador del socialismo del siglo XXI pero con maestría y doctorado. Donde él ya aprendió lecciones que ni Hugo Chávez ni Rafael Correa ni Evo Morales han aprendido. Daniel Ortega en los ochenta cometió tres graves errores: se peleó con la Iglesia católica, se peleó con Estados Unidos y se peleó con el empresario nicaragüense. Y por haberse peleado con esos tres frentes que son tan importantes dentro de la sociedad nicaragüense, finalmente cayó. Y entonces vinieron Violeta Chamorro, Arnoldo Alemán… Y ahora él volvió al poder. Pero ahora que él volvió aprendió de sus lecciones, y en lugar de pelearse con Estados Unidos, les abre las puertas para que puedan hacer la inversión que quieran. Y en lugar de pelearse con los empresarios, los vuelve sus socios y lo único que les pide es que él también pueda ser accionista dentro de sus actividades empresariales para poder funcionar. Y en lugar de pelearse con la Iglesia católica, cada vez que regala una bolsa de frijoles o de arroz, mete una estampita de la Virgen para también quedar bien. Entonces, ¿qué ha hecho bien Daniel Ortega? Pues aprendió de sus lecciones para consolidarse como un dictador que en vez de perpetuar el caos y la violencia, como sucede en Venezuela, mantiene de una manera organizada y ordenada un régimen del terror donde nadie se atreve a levantarse en armas porque tampoco hay violencia ni delincuencia. Yo creo que es mucho más difícil enfrentarse a un Daniel Ortega cuando en la sociedad reina el silencio, reina el conformismo, y no hay una violencia, que enfrentarse al caos que presenta un Nicolás Maduro.

Incluso Luis Almagro llama dictador a Maduro pero con Ortega parece que se lleva bien. ¿Es justificable la actuación de Almagro por lo que se vive en ambos países?
Mirá cuántos años le tomó a la OEA, de que hubiera escasez, de que hubiera protestas en Venezuela, para finalmente llamar dictadura a lo que era dictadura. Siete u ocho años. Ahora imaginate cuánto le va a tomar a la OEA declarar a Ortega dictador cuando en Nicaragua no está habiendo escasez, no está habiendo filas donde fallecen los viejitos por estar desde las 4:00 de la mañana parados, donde no hay imágenes de gente comiendo de la basura, donde no hay presos políticos que visiblemente se vuelvan estandartes internacionales como Leopoldo López. O sea, a la OEA le tomó años ponerse los pantalones y llamar a Venezuela dictadura. Imaginate ahora con Nicaragua. Tiene toda la justificación del mundo para no decir que es una dictadura, aunque a todas luces lo sea. Ahí están las declaraciones de la Unión Europea y de la misma OEA de que Daniel Ortega ha cometido fraude en las últimas tres elecciones en Nicaragua. Y de todas maneras no los ves haciendo algo. La OEA necesita un caos absoluto para llamar las cosas por su nombre. Yo lo he dicho muchas veces: de Nicaragua no se habla. Solo se habla de Venezuela, Bolivia, Ecuador… Cuando realmente Nicaragua es la Corea del Norte de América Latina. Porque es como cuando la gente va a Corea del Norte. La meten en un carro, le enseñan lo mejor que hay, no hay violencia, no hay inseguridad, supuesto desarrollo económico. Lo mismo está pasando en Nicaragua. Nadie habla del gigante dormido que es Nicaragua, y es por lo mismo, porque no reina el caos.

El último libro de Gloria Álvarez, Cómo hablar con un progre, critica la socialdemocracia.
El último libro de Gloria Álvarez, Cómo hablar con un progre, critica la socialdemocracia.

 

Plano personal

Gloria Álvarez nació en Ciudad de Guatemala el 9 de marzo de 1985.
Se autodefine como de ideología libertaria. Para ella, las alas izquierda y derecha de la política “han decepcionado a las poblaciones en América Latina”.
No está afiliada a ningún partido pero pertenece al Movimiento Cívico Nacional de Guatemala, al que define así: “Es un tanque de pensamiento y acción a través del cual hacemos un activismo consistente para formar ciudadanos y tenemos un brazo de vigilancia donde denunciamos casos de corrupción y nos hacemos presentes frente al Congreso para presentar iniciativas y oponernos a otras. El objetivo que tenemos es rescatar la República como institución. Como sistema donde el individuo y sus tres derechos fundamentales sean la razón de existir del Gobierno”.
Su último libro —el primero en solitario— se llama Cómo hablar con un progre, donde desmonta con humor y sencillez los mitos, argumentos e ideas preconcebidas de los nuevos “progres”, que ella entiende como un colectivo de extrema izquierda. “Los que desde una posición de superioridad moral, dicen defender los intereses de la clase trabajadora”, apunta el sitio Planeta de Libros.

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COMENTARIOS

  1. Derling Alarco'n Jarqui'n
    Hace 7 años

    No se como la prensa tolera una comparación de nicaragua con corea.del norte.

  2. Marcos aurelius
    Hace 7 años

    Ideología libertaria pero tiene una pose a la che Guevara ensuciando su imagen. Bueno no se donde a estado esta sra para decir que Nicaragua es la Corea latina

  3. Allahu Akabar
    Hace 7 años

    Hasta los ciegos coincidirían que esta es una bella mujer con una correcta caracterización de lo que es Nicaragua, la Corea del Norte latinoamericana, amen.

  4. Fernando Julio Biole
    Hace 7 años

    Muy bueno tu analisis Gloria, realmente una politicologa, coincido que ya es tarde para la recuperación de venezuela, el daño está hecho, y una economia productiva lleva años construirla. Será un pais que vivirá la miseria del socialismo, durante muchos años.

  5. La Voz del Ciudadano
    Hace 7 años

    Un pensamiento critico objetivo para una latinoamerica mejor para todos.

  6. Hace 7 años

    Gloria es mujer con anaisis verdaderos, francos y lógicos, es única entre los millones de hombres y mujeres en América Latina.

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