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Juventus

Paulo Dybala marcó dos goles ante el Barcelona en la Champions League. LA PRENSA/AP

Juventus golea a Barcelona con par de dianas de Paulo Dybala

uventus celebró en Turín una goleada 3-0 ante el Barcelona en el partido de ida de los cuartos de final de la UEFA Champions League, con par de goles de Dybala.

Si el mundo del futbol se preguntaba: ¿Qué hay más allá de Messi y Cristiano Ronaldo? Este martes el argentino Dybala habría respondido esa incógnita con dos estocadas mortales a favor de la Juventus.

Originario de Córdoba, de padre polaco y madre argentina, el mediapunta de la Juventus dejó su sello impregnado en Turín ante un equipo azulgrana que pagó su descalabro inicial. Todavía la sombra de París acompaña al equipo de Luis Enrique, que se ahogó en los primeros minutos.

La presión de los italianos los agobió, los dejó sin salida y con un marcador final de pesadilla (3-0) en los cuartos de final de la Champions.

La Juventus hizo la tarea en casa. Analizó los arranques flojos de los últimos encuentros y aprovechó la falta de entonación culé.

Dybala recibió una pelota en el área del colombiano Cuadrado y giró. Sacó su pincel y con la zurda prodigiosa (más efecto) el esférico se introdujo en la cabaña de Ter Stegen. Tan sólo era el minuto seis, decir que el duelo sería una goleada era un irrespeto.

El Barcelona tenía la pelota pero no lograba penetrar la defensa italiana. No obstante, Messi (20’) frotó la lámpara y colocó un pase de aquellos que parecen imposibles. Iniesta sin titubeos disparó. Sin embargo, un viejo inoxidable hacía temblar el estadio. Gianluigi Buffon aparecía cuando todo indicaba que el destino del balón serían las redes. Esa jugada inspiró a los de Allegri y en la siguiente, el considerado por muchos expertos heredero de Messi, Dybala, volvió a brillar.

No piensa cuando tiene la pelota, él ya sabe lo que hará. Al tocar el balón sólo actúa. Un minuto después cargó su pierna prodigiosa y dejó en el suelo a Ter Stegen.

CAMBIO DE CHIP

En el segundo tiempo el Barcelona jugó mejor con la incorporación de André Gómez. El equipo se enchufó al partido. La pelota les pertenecía y provocaba llegadas peligrosas, que no se lograron concretar.

Ni Messi ni Suárez aprovecharon y además corrieron con la mala suerte que el árbitro no señaló una mano de Chiellini al 68’, que hubiese sido un penalti.

A pesar que hubo una mejor proyección, la Juventus nunca bajó el ritmo. Khedira e Higuaín pudieron alargar el resultado, pero fue Chiellini (54’) de cabeza, dejando la marca atrás de Mascherano, quien terminó de hundir al Barsa.

Al equipo de Luis Enrique, ahora solo le queda la esperanza de repetir en el Camp Nou la remontada milagrosa ante el PSG, aunque la Juve es un muro impenetrable que no parece propenso a cometer los mismo errores del equipo parisino.

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