Pese a que cuenta con una orden judicial de libertad el exlider de los cachorros de Sandino Marvin Vargas Herrera, permanece en una celda de la Galería de Máxima Seguridad, adonde fue trasladado desde los primeros días de marzo, luego de las protestas escenificadas por los internos en La Modelo.
Johanna Aguilar, esposa de Vargas, aseguró que dice ya no sabe a quien recurrir porque las autoridades no le hacen caso ni a los organismos de derechos humanos, mucho menos a ella.
La mujer sostuvo que pese a que debería estar en libertad, en esa galería ella puede visitarlo una vez al mes y le permiten conversar con este 45 minutos desde un teléfono y detrás de un vidrio y 15 minutos directamente, con presencia de custodias.
“Un preso político”
Para el secretario de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Marcos Carmona, Vargas es un preso político, pues “no hay ningún argumento jurídico ni legal” para que continúe privado de libertad.
Recordó Carmona, que Vargas ya cumplió su condena, ya tiene orden de libertad y aún sigue detenido.
“Es un abuso, es un atropello a sus derechos”, refirió Carmona quien dijo que “no hay argumento jurídico ni legal” para que esté privado de libertad, pues ya cumplió su condena, ya tiene orden de libertad y aún así las autoridades mantienen su negativa de que salga de la cárcel.
“Tenemos una justicia que no responde a la Constitución y a las leyes”, señaló Carmona.
A inicios de noviembre Vargas recibió la orden de libertad definitiva a través de una sentencia emitida por la juez de Ejecución y Vigilancia Penitenciaria, Roxana Zapata, después de haber cumplido cinco años y medios de condena.