14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Nicaragua

Es importante que el usuario lleve su propio control en el consumo de energía eléctrica, para evitar cobros ilegales. LA PRENSA/ARCHIVO

Productos básicos, la otra cara de las alzas

Mientras en el 2016 el poder de compra de los nicaragüenses, a excepción de los asegurados que son minoría, continuó deteriorado con respecto a 2006, la brecha entre el salario y el costo de la canasta básica se siguió ensanchando

Mientras en el 2016 el poder de compra de los nicaragüenses, a excepción de los asegurados que son minoría, continuó deteriorado con respecto a 2006, la brecha entre el salario y el costo de la canasta básica se siguió ensanchando no solo en los alimentos, sino también en el gasto de vestuario y la compra de productos de uso para el hogar.

Según el Banco Central de Nicaragua (BCN), en 2007 una familia de seis personas —cuatro adultos y dos niños— en promedio necesitó 2,349.2 córdobas para cubrir la compra de productos de uso para el hogar, tales como servicios básicos, detergentes, alquiler y desodorante nacional, entre otros. Este monto es mayor en 15.20 por ciento si se compara con los 2,706.5 córdobas de hasta el año pasado.

A este encarecimiento de los productos de uso para el hogar se han sumado los aumentos que paralelamente han sufrido los precios en su conjunto de alimentos (86.93 por ciento) y el vestuario en la última década, dos tipos de gastos que son imprescindibles para los hogares nicaragüenses.

Otros de los productos de uso para el hogar que integran la canasta básica y que también han subido de precio, según reflejan las cifras oficiales, son jabón de lavar, pasta dental, fósforos, escobas, papel higiénico, jabón de baño, toallas sanitarias, desodorante nacional, cepillo dental, alquiler, transporte, gas butano, luz eléctrica y agua, los que en su conjunto absorben el 21.51 por ciento del costo total de la canasta básica, que hasta el año pasado ascendió a 12,577.5 córdobas.

Según cifras del Banco Central de Nicaragua, que desglosa el precio por producto a partir de 2010, los servicios básicos (agua, luz y gas butano) son los que registran mayores incrementos en los últimos cinco años.

Basado en cifras oficiales, el catedrático de la UCA y economista Luis Murillo señala que el pago del agua ha subido 53.16 por ciento y el gas butano en 10.28 por ciento, siendo así junto con la factura eléctrica los que se han ido por las nubes.

Lea además: Alzas de precios consumen los salarios

En el caso del vestuario, el aumento ha sido de 120.21 por ciento desde 2007 hasta 2016, cuyo gasto pasó de 696.1 córdobas a 1,470.8 córdobas en promedio en el periodo de referencia.

Y aunque Murillo y la economista Elizabeth Membreño coinciden en que el aumento de los productos de uso para el hogar ha podido ser soportado por las familias haciendo ajustes en otros gastos, Membreño señala que por la tendencia de los mercados la tabla de precio de estos productos debería ser actualizada y a la vez crear una nota técnica para evitar las especulaciones de precios, que son bastante frecuentes.

Las familias asumen

Sin embargo, la economista Adela Ubau considera que en el caso de los precios de la energía eléctrica y el alquiler de vivienda que se conocen oficialmente no están apegados a la realidad, porque muestra de ello es que estos dos gastos junto con los alimentos son los que más preocupan a las familias.

Desde el 2010 en la cesta familiar se tiene establecido un costo de 900 córdobas, el que se ha mantenido invariable, mientras que para el gasto de la electricidad se estipula en 253.24 córdobas en promedio el año pasado. Comparado este último gasto con 2010, este solo ha sufrido un aumento de 17.70 por ciento.

Lea también: ¿Qué hay detrás del salario mínimo en Nicaragua?

La familia de Odayli Pulido, que integra con su esposo y dos hijos de 8 y 1 año de edad, tiene un ingreso mensual de unos 23,600 córdobas, pero aún así, asegura, no logra comprar todos los productos para el hogar y cada mes se las tienen que ingeniar para cubrir varias necesidades básicas.

“No pago alquiler, pero sí mi casa que son 170 dólares mensuales, a eso le tengo que sumar los 300 córdobas de luz, 400 córdobas de agua, más de 300 córdobas de gas, seis pelotas de jabón, seis bolsas de detergente y así los otros productos que tengo que comprar, aparte de los alimentos pago para el cuido de los niños”, dijo Pulido.

Ella asegura que ante los constantes incrementos de centavos en los productos de uso del hogar, al final de cada mes lo siente su ingreso del hogar por lo que ha tomado medidas de ajuste en el consumo de bienes y alimentos para poder cumplir con los pagos de los servicios básicos.

Por ejemplo, menciona que en el caso del vestuario ha tomado la decisión de comprar zapatos nuevos y de buena calidad para sus hijos que le duren un año y para andar en casa opta por comprar usados, que son más accesibles. En el caso de los alimentos ha tenido que ir mermando el volumen y siempre está atenta a las promociones de bajas de precios.

Por su parte, Katya Córdoba, quien vive con su marido y tres hijos y cuyos ingresos también superan los veinte mil córdobas mensuales, admite que también le ha tocado hacer ajustes para comprar productos básicos para el hogar y el vestuario. Por ejemplo, señala que ha tenido que sustituir marcas, buscar promociones en los productos que obligatoriamente debe comprar como jabón para lavar y de baño, detergente, pasta dental, papel higiénico, toallas sanitarias y hasta la escoba.

Puedes leer:  Alza de la cesta familiar en enero “se comió” ajuste salarial

Los ingresos, de ambas familias, no obstante están por encima del salario promedio nacional de los asegurados que hasta el año pasado ascendió a 9,385.05 córdobas, pero su poder de compra fue de 4,548.7 córdobas, ligeramente superior al de 2006 que fue de 4,204.7 córdobas.

En el caso de empleo formal nacional el salario promedio fue de 9,291.7 córdobas, mientras su poder de compra es de 4,503.4 córdobas, inferior a los 4,823.9 córdobas de 2006.

Y en el caso de los trabajadores del Gobierno, el salario promedio el año pasado fue 10,130.7 córdobas y su poder de compra fue de 4,909.8 córdobas, menor a los 5,101.2 córdobas de 2006.

En Nicaragua cerca del setenta por ciento de los trabajadores está en la informalidad, donde los ingresos son precarios con respecto a los que están en la formalidad.

Asearse es más caro

El desodorante nacional es uno de los productos que no se compra mensual, pero que a lo largo de los últimos cinco años ha aumentado de precio en 36.61 por ciento, seguido por las toallas sanitarias con 35.90 por ciento de alza acumulada, papel higiénico con 35.49 por ciento de incremento y detergente con 34.46 por ciento de encarecimiento, según datos del BCN.

Murillo afirma que a pesar de ese comportamiento en los precios de esos productos, la gente los tiene que comprar porque son de aseo personal y no pueden eliminarlos.

Además: Salario mínimo en Nicaragua se incrementará 8.25% en 2017

Por su parte, el sociólogo Cirilo Otero explica que aunque existan constantes incrementos en los precios de esos productos la gente siempre los va a comprar por la influencia del consumismo sin medida que se ha venido aumentando en el país.

Cómo enfrentar esas alzas

¿Pero si los salarios no aumentan, cómo comprarlos? Otero continúa que el ingreso de remesas, préstamos y adelanto de salarios han permitido que se logren obtener esos productos, pero muchas veces las familias no analizan el costo real o futuros desajustes que les puede provocar si no se hace un consumo responsable.

“Los constantes adelantos de pago de salario que realiza el Gobierno están deseducando a la población, que la gente se coma el futuro, estamos viviendo en la época del endeudamiento perfecto”, advierte Otero.

Por su parte Pulido dice que para tratar de aportar más de los ingresos fijos busca otras entradas como vender alimentos o accesorios para maximizar sus ingresos.

Presupuesto familiar real

Los especialistas citados refieren que si en Nicaragua las familias adecuaran los gastos a los ingresos reales no sintieran el impacto al momento que registren alzas.

“Existe poca cultura de organizar nuestras finanzas, la familia debe de tener un control de sus gastos, saber con qué cantidad cuenta para suplir sus necesidades”, asevera la economista Ubau.

Por su parte Membreño y Murillo advierten que es momento de actualización de la encuesta y metodología de cálculo para que determinen cuáles de los productos que componen la canasta básica son los que realmente se consumen y determinar si son de consumo importante o lujo.

600
córdobas mensuales en los últimos cinco años es lo que oficialmente se asigna para cubrir el costo del transporte.

Celular en la canasta

Ante el indispensable uso del celular para comunicarse el economista Luis Murillo y el sociólogo Cirilo Otero señalan que el gasto en servicios de telefonía se debe de incluir dentro de la canasta básica pues la población ha demostrado incluir en su presupuesto ese gasto. “Ahora la gente prefiere meterle recarga al celular pero no da prioridad a los alimentos, deben de estar claros qué es lo más importante para la vida, estar chateando o en las redes o los alimentos para la familia, para no sentir que no ajustan con el salario”, destaca Otero.

 

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí