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América Latina

La economía se derrumba por crisis sociopolítica. LA PRENSA/Roberto Fonseca

Conozca las 10 megaobras que cambiarán a América Latina

Mientras en Nicaragua aún se espera que arranquen proyectos de gran envergadura, en el resto de América Latina actualmente estas obras mueven más de 30 mil millones de dólares

Después de seis años de desaceleración la inversión en infraestructura crecerá este año en América Latina 1.5 por ciento y las previsiones apuntan a que el modelo de las Asociaciones Público Privadas —el cual ya existe en el marco jurídico de Nicaragua— “tendrá un papel clave”.
Juan Antonio Cuartero, director general de negocios de Structuralia, sostiene que esa mejora en la inversión que se pronosticó en la reciente reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial en Washington, será impulsado por el crecimiento económico que se prevé para la región que crecerá 1.1 por ciento en 2017; 1.8 por ciento el próximo año; y 2.4 por ciento en 2019.

Este escenario optimista de la inversión en el hemisferio vendrá a darle empuje a los grandes proyectos de gran inversión que actualmente están en ejecución o están por terminar en varios países de América Latina y del cual Nicaragua se podría contagiar si logra crear las condiciones necesarias para, por ejemplo, hacer realidad el llamado Canal Interoceánico.

Structuralia, una escuela de formación especializada en infraestructura, energía e ingeniería con presencia en España y América Latina, incluida Centroamérica, destaca que actualmente solo en inversión de diez grandes proyectos en la región se están moviendo cerca de 30,603 millones de dólares, cuyas obras abarcan desde gasoductos en Perú hasta autopistas de conexión al Pacífico en Colombia.

En estas obras, Cuartero señala que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), así como del Banco Mundial, están siendo fundamentales para financiarlas. “Además, estos países se han encargado de reforzar y potenciar legislativamente los concursos en la modalidad de Asociación Público Privada (APP)”, sostuvo en declaraciones a LA PRENSA.

A nivel de Centroamérica, Cuartero afirma que la atracción para inversión en infraestructura energética “está adquiriendo un gran protagonismo en el marco sociopolítico y son el foco de grandes inversiones a nivel mundial en toda la zona”.

“Recientemente, México ha inaugurado el parque eólico más grande del país, con una potencia de 200 megawatt y una inversión de 350 millones de dólares. República Dominicana, por su parte, contará con un parque eólico en Monte Cristi con potencial también para 200 megawatt y una inversión de cien millones de dólares. Además, son muchos los países latinoamericanos que apuestan fuertemente por las energías renovables: Perú sumará 18,000 millones de dólares en proyectos que incluyen su apuesta energética, o Colombia, que ha anunciado un plan de inversiones en energía solar, eólica y biomasa de más de 16,000 millones de dólares”, menciona.

Según estimaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en promedio la región invierte 3.49 por ciento de su Producto Interno Bruto Interno en infraestructura, que de incrementarla a 5.2 por ciento, el crecimiento económico sumaría dos puntos porcentuales más a las tasas actuales.

De hecho en la actualización de sus proyecciones económicas publicada esta semana, Cepal dijo que “para sostener el mayor crecimiento esperado en 2017 es necesario dar un mayor dinamismo a la inversión y aumentar la productividad vía innovación, con sostenibilidad ambiental y protegiendo el empleo. En este contexto la inversión en infraestructura debe jugar un papel primordial ya que se encuentra en la base de un crecimiento sustentable”.

A criterio de Mario Zelaya, presidente de la Federación de Parques Privados de Zona Franca y miembro de la Cámara de la Construcción de Nicaragua, aunque en el país no se vean esos proyectos de gran envergadura como en América Latina, debido a la escala de la economía, se ha dado una auge en los últimos años de inversión pública y privada que esperan en los siguientes años se potencie con las promesas de construcción de un puerto en el Caribe, ampliación del Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, construcción de pasos a desnivel y la costanera, entre otros.

Zelaya señala además que esperan que en los próximos dos años varios proyectos de inversión salgan a concurso en el marco del esquema de la Asociación Público Privada, que permitan impulsar la inversión en infraestructura y atraer proyectos como los que se están desarrollando en América Latina.

Sin embargo, desde finales de 2015 la construcción privada se encuentra deprimida tras experimentar tasa de fuerte crecimiento en años anteriores. La única que ha estado en crecimiento es la inversión pública, pero esta tiene bajo peso en la formación del PIB de la construcción.

En el 2012, Cepal colocó a Nicaragua como una de las economías que destina un elevado porcentaje de su Producto Interno Bruto a Inversión. En ese año, solo Costa Rica (5.47 por ciento) y Uruguay (5.08 por ciento) superaban al país en cuanto a destino de su PIB para infraestructura, el cual alcanzó el 4.93 por ciento. No obstante, ambas países superan con creces el desarrollo de sus economías comparada con la de Nicaragua.

El Canal sería posible si…

En el reporte, Structuralia menciona entre los proyectos de inversión atractivos para la región el Gran Canal, el cual implicaría un potente impacto de desarrollo económico y social si el país logra concretar.

Al ser consultado sobre la posibilidad de inversión en el Canal Interoceánico de Nicaragua, Cuartero señala que “si se consiguiera llegar a un punto de entendimiento con la población, quienes de forma justificada (reclaman por) las expropiaciones, unido a un sólido argumento sobre su sostenibilidad (mediante un informe medioambiental favorable), este macroproyecto tendría una viabilidad que, a buen seguro, no pasaría desapercibida para los grandes inversionistas internacionales”.

No obstante, Cuartero admite que “con las recientes protestas realizadas hacia la derogación de la Ley 840 (Ley Especial para el Desarrollo de Infraestructura y Transporte Nicaragüense Atingente al Canal), se pone de manifiesto el descontento de parte de la población nicaragüense que sin duda hay que tener muy en cuenta”.

Cuartero cree que el hecho de que el Canal de Panamá esté sometido a un “incesante paso de buques comerciales”, la obra canalera en Nicaragua “sería alternativa” y “seguramente justifica el interés por su construcción”. Admite que habrá que esperar en los próximos cinco años luego que en noviembre del año pasado se dijo que el proyecto sería tangible transcurrido ese plazo.

Proyectos sin concretar

Además del Canal Interoceánico, que contemplaba la construcción de líneas ferroviarias, puertos de agua profunda y complejos de operaciones financieras y turísticas, el Gobierno de Nicaragua no ha podido concretar megaobras como la construcción de la hidroeléctrica Tumarín y un complejo de refinería el Supremo Sueño de Bolívar. En estos tres proyectos antes mencionados el gran incluido ha sido el sector privado, que ahora espera participar en proyectos de gran envergadura con la Ley de Asociación Público Privada, que se aprobó en años recientes

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