La expectativa en el seno del oficialismo que se frene la Nica Act, por el acuerdo del gobierno de Daniel Ortega con la Organización de Estados Americanos (OEA) para realizar cambios institucionales en el ámbito electoral, es superada por el consenso que existe entre republicanos y demócratas, advirtieron analistas.
La iniciativa legislativa impediría que Estados Unidos vote a favor de créditos a Nicaragua en organismos multilaterales, mientras Ortega no restaure la democracia en el país centroamericano. Fue presentada el pasado 5 de abril en la Cámara de Representantes por 25 congresistas: 15 de ellos republicanos y diez demócratas. El jueves pasado el senador Ted Cruz hizo lo mismo en el Senado.
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“Hay una situación preocupante para Nicaragua, porque en Washington los demócratas y republicanos han coincidido en que la propuesta de Ley de la Nica Act sea aprobada lo más pronto posible”, sostiene Matamoros, quien se desempeñó como embajador de Nicaragua en Europa en 2002-2003.
A juicio de Matamoros, el gobierno de Ortega ha violentado los postulados de la Carta Democrática Interamericana de la OEA, por lo que considera que la Nica Act será un factor coercitivo para exigir a Ortega la restitución del orden democrático en Nicaragua. “Esos postulados son elecciones transparentes, respeto a los derechos humanos; se respeten los derechos políticos, separación efectiva de los poderes de Estado y según la percepción de esos actores (demócratas y republicanos) aquí en Nicaragua, no han sido respetados”, señaló Matamoros.
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De acuerdo con el exdiplomático, la solución para evitar esta iniciativa está en manos de Ortega. “Amplios sectores del país quieren cambios, demandan elecciones transparentes y competitivas; se demandan reformas y eso está en manos del actual gobierno”, destacó Matamoros.
Ven los vínculos con Rusia
El analista político aseguró que Estados Unidos está poniendo mucho interés en Nicaragua, en el tema de la seguridad y su relación con otros países.
“Hay temas de seguridad que han llamado la atención al aparato de seguridad nacional de los Estados Unidos en cuanto a las relaciones de Nicaragua con otros países, y el tema de la seguridad para Estados Unidos es de prioridad”, aseguró. La cercanía de Ortega con Rusia ha sido tema en la prensa internacional. Las conversaciones con la OEA surgieron en octubre pasado, después de que la oposición denunciara la ausencia de comicios creíbles en 2016.
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Las expectativas de que la OEA va a ser el escudo que va a parar a la Nica Act, ya no son factibles; esto ha sido superado por lo que está ocurriendo en Washington con la Nica Act”.
Bosco Matamoros, exdiplomático.
En manos del caudillo
Para el analista político y exdiplomático Carlos Tünnermann, la llave para que la Nica Act sea frenada en su aplicación al país, depende únicamente del presidente Daniel Ortega.
“La decisión de frenar la Nica Act la tiene Ortega y está entre renunciar a su proyecto totalitario de concentración de poder, de renunciar al partido único o dar apertura a elecciones transparentes, respetar el Estado de derecho y la independencia de los poderes del Estado”, planteó el exembajador de Nicaragua en Washington.
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Señala que si Ortega tiene voluntad política debe hacer cambios profundos en el sistema electoral. “¿De qué sirve que venga la OEA a unas elecciones municipales si quien va a contar los votos es el mismo sistema electoral?, el mismo árbitro que ya cometió tres fraudes electorales. En consecuencia, las llaves de la solución a la Nica Act las tiene Ortega”, planteó.